
01. Tree of Suffocating Souls (07:56)
02. Boleskine House (07:12)
03. Altar of Deceit (07:32)
04. Breathing (05:50)
05. Aurorae (06:17)
06. Demon Pact (06:07)
07. In the Sleep of Death (08:10)
08. Black Snow (12:25)
09. Waiting (05:55)
Pocas son las excepciones de músicos formidables que a lo largo de su carrera no han metido le pata ni una sola vez, y si lo han hecho ha sido un pequeño tropiezo del cual se recuperaron triunfantemente, tal ha sido el caso de la leyenda suiza Thomas Gabriel Fischer, un hombre que a pesar de los pesares ha estado constantemente ahí para caminar siempre tres pasos por delante del resto, quizás no en términos de virtuosidad u onanismo auto-complaciente que al final termina aburriendo a las moscas, pero el sujeto siempre ha estado ahí, en lo más alto de la vanguardia guiando con su oscura capa y robusta espada a los fervientes seguidores hacía el reino de las tinieblas en donde aguarda el circulo de los tiranos mientras él reclama el trono de diamantes que desde siempre la ha venido perteneciendo por la constancia que tiene para su música, y más importante aún para si mismo, y aún después de 6 lustros en donde modas han ido y venido, el hombre sigue ahí y los gritos necromanticos siguen resonando y viviendo en su música más fuertes que nunca.
A nadie la cabe la más mínima duda de que "Cold Lake" fue un enorme tropiezo que no solo significo un bache en una discografía cualquiera, más aún significo una herida profusa y sangrante en las negras almas de quienes acompañaron al Guerrero hasta los mismísimos avernos y más allá, no precisamente porque fuera terrible, sino porque lo firmo la banda equivocada, y sin embargo la banda tenía los cojones de entregar un disco tan personal y distinto como "Vanity/Nemesis" en vez de un "To Mega Therion" 2.0 después de aquel ingrato incidente, pero no fue nada raro si uno se pone a pensar profundamente pues Tom Warrior siempre ha seguido su propio camino satisfaciendo sus ambiciones musicales del momento y los demás siempre han sido libres de unirsele en el intrincado sendero por el que este hombre ha caminado. Su auto-flagelante exigencia y disconformidad consigo mismo es quizás uno de los motivos por el cual el 99% de sus trabajos hayan sido tan trascendentales y de tanta calidad. Desde aquel 1982 en donde ensayaba en un bunker junto a otros dos chiflados las notas ruidosas que serían influencia de cientos aquel hombre estaba destinado a ser un grande. Él mismo también llegó a pensar en su momento que "To Mega Therion" no era lo suficientemente bueno como hubiera deseado, y que también uno de sus mayores logros de su sonido fue con el aplastante "Monotheist", cosa que por demás se nota, y bastante, ya que el disco de 2006 es uno de los discos más aplastantes y oscuros que he tenido el placer de escuchar.
Debido a su personalidad tóxica Tom hizo borrón y cuenta nueva en 2008 creando su nueva banda llamada Triptykon con la cual pretendía seguir lo dejado en Celtic Frost, pero esta vez sin Martin Ein ayudándolo en la composición, y poca falta hizo ya que en 2010 los cimientos de la tierra se sacudían indefensos ante el muro de sonido creado en "Eparistera Daimones", quizás uno de los mejores discos de la década que comprende desde el 2001 hasta el 2010, demostrando que Tom G. Warrior tenía aún más cartuchos de lo que se podría imaginar, y la cosa no termina allí pues en pleno 2014 la banda nos deja caer su nueva y muy esperada placa de estudio la cual recibió el nombre de "Melana Chasmata" ("Abismo Oscuro" en griego) el cual no es más que la definitiva prueba de que Tom Warrior es el puto amo y demás consideraciones me traen si cuidado.
¿Sabes cuando un disco te va a estripar los cojones sin contemplaciones y te dejara el cerebro zumbando y sin respuesta? Pues cuando en los primeros jodidos 30 segundos del primer tema un endemoniado y distintivo "¡UH!" nos patea el jeto hasta dejarlo desfigurado, y acto seguido la banda pisa a todo gas para entregarnos una pieza oscura esculpida con huesos de demonios, y eso es precisamente "Tree of Suffocating Souls" ¡joder! ¿Es que alguien esperaba algo menos con semejante nombre? Pues yo tampoco porque termino excediendo mis expectativas y cuando menos me di cuenta estaba ante un monstruo de 300 pies de altura que trituraba mis tímpanos con unas guitarras aplastantes y un estribillo intenso que no puede dejar indiferente a nadie porque aquí Tom suena pletórico y cabreado como nunca, después de 30 años su voz solo se vuelve más intensa como el buen vino. Que estructura tan exquisita la de este tema, muy al estilo de "Goetia" pero con un riffeo más crujiente y una agresividad más marcada, adoro sobretodo la manera en que las guitarras pavimentan el camino antes de explotar en el monstruoso estribillo en donde machacan al oyente sin piedad ¿Y que me dicen de ese efecto extraño que anticipa el corto pero efectivo solo mientras un aplastante riff se mese al asecho? Grande, demasiado grande, sin duda te hará romper la pantalla de la PC con una sacudida de cuello que se sentirá de aquí a China, y esto es solo el comienzo, porque aún queda más, mucho más.
"Boleskine House" cae en terrenos mucho más lentos y serenos, con un toque bastante gótico diría, más que todo por la voz femenina cortesía de Simone Vollenweider la cual viene acompañando a Tom Warrior desde "Monotheist" dándole un toque interesante a los temas en donde participa como en este caso, pero a pesar de eso el tema sigue siendo bastante oscuro y pesado, en síntesis diría que es el equilibrio exacto entre melancólico y oscuro, un acabado perfecto que Tom Warrior ha sabido explotar desde aquel disco de 2006 aún con Celtic Frost y que perfecciona aún más con este tema. Algo que me gusta bastante del mismo es lo prominente que resulta el bajo de Vanja Šlajh, porque esta dama le sabe sacar un sonido PESADO a su instrumento haciendo de su presencia bastante notoria y un complemento tan importante como los demás instrumentos. La segunda mitad del tema es bastante anclada al Gothic, pero de ese Gothic que no apesta y que por el contrario te lleva por aguas calmas meciéndote suavemente, mejor aún es cuando entra el solo, uno bastante inspirado y logrado que le cae como anillo al dedo a este tema, el acabado perfecto de un tema excelente.
Las influencias más Doom y pesadas se hacen notar con "Altar of Deceit", un tema mucho más intenso y macabro, unas guitarras más fantasmagóricas y directas sin toques amistosos ni cálidos que podrían agradar hasta al vecino. Un Doom Metal de alta factura, mucho más opresivo que el tradicional y que en lo que a mi respecta es excelente, me encanta esas atmósferas oscuras y predominantes que se desligan del Heavy más clásico para crear su propio estilo y personalidad, y además la misma supone una excelente antesala para el bombazo Frostiano que responde al nombre de "Breathing", el tema más rápido del disco y que hará las delicias de los que anhelan el regreso de Tom Warrior a las épocas más Thrashers de "To Mega Therion", sobretodo por la sección incrustada en el (03:02) donde las chispas salpican al aplastante compás de un medio tiempo que traerá las nostalgia de muchos amantes de la etapa primeriza de Celtic Frost. Si algo reboza en este disco es la variedad de estilos y la manera en que todos se entrelazan sin perder el hilo y la fluidez, hasta incluso diría que este disco fluye mucho mejor que "Eparistera Daimones" cosa que de por si ya parecía imposible, pero Tom Warrior lo logra sin que le caiga la boina negra.
Es demasiado difícil destacar un tema sobre otro en un disco tan excelente y solido como este, pero no pude evitar quedar atrapado por el momento que ofrecen los temas "Aurorae" y "Demon Pact" ubicados justo en la mitad del disco. El primer tema tiene una ejecución y construcción sencillamente brillante, capas y capas se van acoplando una sobre otra mientras los segundos avanzan convirtiendo al tema en uno bastante emotivo e inspirado, y no es coincidencia puesto que el mismo Tomas Warrior ha dejado en claro el como "Aurorae" es su tema favorito del álbum, y puedes percibirlo de manera fácil, sobretodo en las explosión que se lleva acabo en el (04:33), aquí la banda suelta todo lo que tiene y nos regala un medio tiempo inspirado como pocos, uno que querrás escuchar una y otra y otra y otra vez hasta exprimirle todo el potencial y quizás quedes con ganas de más. Por su parte "Demon Pact" es el tema más oscuro y con más atmósfera de todo el paquete, con unos toques industriales excelentes en donde la marca de experimentación made in Fisher se hace bastante palpable, y de que manera. Exquisito, oscuro, magnífico, atmosférico e intenso serian alguno de los epítetos para describir uno de los temas que más me han encantado en los últimos días, y poca competencia que se oponga ante tan enorme masa de oscuridad. Otra demostración de que el feeling y la ejecución triunfan campantes ante la técnica y la virtud, o al menos esa es mi percepción.
"In the Sleep of Death" y "Black Snow" marcan la recta final del disco con dos bombazos llenos de ese distintivo sabor y apreciable atmósfera negra a la que nos tiene acostumbrados la banda desde su debut en 2010, sobretodo en el tema "In the Sleep of Death" cuya letra está inspirada en la escritora inglesa Emily Brontë. Este tema sin duda tiene un aura bastante depresiva (termino que no me gusta usar mucho por lo que puede ser asociado con otras cosas indesiables y EMOcionales) sobretodo por el tono de la guitarra, pero no es ESE tipo de depresión, sino por el contrario una bastante lograda, personal y penetrante, en contraparte "Black Snow" se enfoca más en la pesadez de clásico tema que se extiende más de 10 minutos como en los casos de "The Prolonging" y la jamás equiparable "Synagoga Satanae", y este de verdad me agrado mucho más que "The Prolonging" la cual abusa del minutaje excesivo ya que después de sus 10 primeros minutos se vuelve tediosa, pero no es el caso de "Black Snow" la cual va directo al punto y entre de manera bastante fácil en mis oídos, pero por supuesto no tiene la intensidad de "Synagoga Satanae" algo que por demás no es extraño pues pocos temas he escuchados tan intensos como ese, sin embargo "Black Snow" sigue siendo un deleite para los amantes del estilo y sobretodo la obra de Thomas Fisher.
"Waiting" es una cerradora correcta y poco más, sin llegar al nivel de "My Pain" o "Winter" las cuales van por el estilo de "Waiting", aunque tan poco es tan mala, e incluso puede llegar a ser agradable, porque no es exactamente lo que sería un error, sino más bien un "Pudo haber sido mejor", pero creo que no se hubiera podido pedir mas después de los 8 monumentos que antecedieron a este tema. Absolutamente nada.
Poco más queda por decir, Tom Warrior lo hace de nuevo. "Melana Chasmata" se figura como otro pilar del templo Warrior ubicado más haya de los vientos del norte y en donde las mórbidas historias se hacen realidad. Más de 30 años ofreciendo material de calidad y pareciera como si jamás se le agotará el material porque este nueva entrega es otra obra del tamaño de la catedral de Berlín, y ya son 3 en menos de 10 años, lo que se dice nada, y quien sabe si con el tiempo se sumaran cuatro, solo quizás el tiempo lo dirá, pero visto lo visto uno tendría quedar más que satisfecho con la obra de tan legendario músico, uno de esos que nace cada 100 años en una noche de luna roja.
Quizás los ingenuos que aún esperan un "To Mega Therion" quedarán desilusionados, más aún si el Doom Metal y las atmósferas opresivas no son de su agrado, pero para aquellos que decidieron acompañar el camino del guerrero desde "Satanic Rites" hasta su presente con Triptykon no quedarán para nada desencantados y por el contrario no podrán contener su salivación ante tan exquisita obra y monumento a la oscuridad.
"Melana Chastama" es quizás el mayor acontecimiento del año y puede que se ubique medio peldaño por encima de su disco debut. Casi nada.
Puntuación final: 9.5/10
Thomas Gabriel Fischer: Voz, guitarra, programación
Norman Lonhard: Batería, percusiones
Vanja Šlajh: Bajo
V. Santura: Guitarra, voz