Trial(SWE) - Motherless

Enviado por Wertherr el Mié, 19/08/2020 - 07:23
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1. Motherless
2. In Empyrean Labour
3. Cold Comes the Night
4. Juxtaposed
5. Aligerous Architect
6. Birth
7. Embodiment
8. Rebirth

¿Quedarse enfangados en un solo patrón? ¡Psssa! ¡Eso jamás! Ese nunca ha sido el objetivo de los suecos Trial sino el de avanzar hacia delante sin mirar atrás. Su anterior trabajo Vessel, que consistió en una aleación de Iron Maiden, Mercyful Fate, Satan... a la que embadurnaron de su propio carácter, desembocó en un cúmulo de buenas críticas de las cuales Metal Blade Records se hizo eco, por lo que poco tardó en ofrecerles su cortijo y el libre albedrío para componer lo que quisieran, cosa que llevaron a cabo encargándose de evolucionar hacia sonidos más progresivos y atmosféricos a partir de su inamovible esencia que incentivaron al cambio de blasón cuya creación al igual qué el anverso, fue obra del consolidado ilustrador Costin Chiorenau.

Para elaborar la nueva obra se encapsularon nuevamente en los estudios Sonic Train Studios, propiedad del distinguido Andy LaRocke, donde más experimentados y con la visión más nítida, se propusieron sacar el mayor partido al torrente de voz del gran Linus que posee reminiscencias claras de Bruce Dickinson —hay que ver la de parecidos e iguales que tiene este nuestro espadachín—, ¡y vaya si lo hicieron! Ya que proyectó su voz de forma teatral, ondulándola como los grandes intérpretes, adecuando su voz a cada palabra y sentimiento que emanan las letras, con cantos complicados, vertiginosos y exhaustivos. En cuanto el resto de instrumentos, las guitarras congenian con perfección, se retroalimentan y se trenzan con oscuridad de una forma que evocan a las de Mercyfull Fate. Asimismo, el productor Olof Berggren, dotó a la obra de un sonido analógico donde la batería suena natural y el omnipresente bajo de Olsson marca paso firme y robusto como en Vessel. ¡Bien visto!

Si hay una característica definitoria de "Sin madre" esa es que la mayoría de estructuras de las canciones no se limitan a combinar verso y estribillo como se acostumbra mayormente, sino que se ciñen a desarrollarlas como si fuesen historias que se despliegan, es por esto, pienso, que su escucha se muestra más sugerente y entretenida. Salvo el tema homónimo de aires maidenescos, cuyo inicio se prolonga hasta casi rozar los dos minutos para expandirse como vendaval indómito, y en el huracán Cold comes the night convertido así por el doble mástil que guiña a la vertiginosa To new ends, donde Linus acaudilla la comitiva doblándose en una línea vocal ejecutada de una alentada, el resto se expande épicamente.

Así se atisba en la solemne y misteriosa In empyrean labor, que da muestras de experimentación y evolución el sonido de Trial, comenzando en forma de espejismo para dar paso al predominante y seco ritmo de batería de Swensson que marca paso militar sirviendo así de sujeción de la voz que declama con solemnidad, sin necesidad de abusar absurdamente de agudos para creerse mejor cantante, demostrando así, que el recitar con actitud y elegancia, evoca, ¡y mucho! En contraposición, aparece en forma de medio tiempo desgarrador, Justapoxed, con un inicio romántico simultaneando la acústica y una protuberante línea de bajo que precede a una nueva e intensa interpretación vocal, que intercala el lamento y desesperación atiplando la voz con gran clase para alcanzar las notas altas. Por su parte Aligerous architect, se muestra épica, su inició instrumental denota cierto aroma blackmetalero, y después se desarrollan versos ciertamente amorfos.

Y para sellar tan intenso viaje, tenemos la trilogía conceptual que lleva por título; Still the stars dismember the void; qué trata sobre el nacimiento, encarnación y renacimiento. La primera es la atmosférica Birth, que da claro ejemplo de evolución mostrándose en forma de espectro provisto de voces fantasmales, embadurnadas de cierta psicodelia siniestra que cierra emulando un juramento que clama al cielo. El toque progresivo aparece en la kingdiamondiana Embodiment, que consta de una duración ¡de diez minutazos! -aquí a muchos les entrará retortijones- por los cuales da gusto deslizarse, sintiendo el despliegue raudo constituido por imparables e intensos juegos tonales expresivos -lo de Linus es digno de ser elogiado y analizado con cuentahilos-, que sufre un parón abrupto para volver a resurgir y terminar bella y sentidamente con el melancólico arrullo que brota desde el fondo el intérprete. Y por último, punteos arábigos dan la bienvenida a la sentida y solemne despedida Rebirth, un medio tiempo donde cuya sustancia se encuentra en la parte instrumental, precisamente en la acústica, que pone el punto mágico de ensueño.

El cierre no pudo ser mejor, ni todo pudo facturarse con mayor gusto. Este disco se aleja de toda esa caterva metalpaca que olvida el buen gusto en pro de la errónea concepción de la obligatoria garra y el predominio guitarrero pese a que inexpresivas y olvidables se manifiesten... Aquí, además de expresividad, hay elegancia en todos los sentidos, entendimiento instrumental, y una evolución sonora que sería absurdo cotejarla con su anterior obra. Por esto y por lo mucho que lo disfruto, le otorgó con completo merecimiento, un nueve, y el resto, si lo ve preciso, que le lance bolas de mierda(jeje).

Alexander Ellström - Acordeón, coro, compositor, guitarra, guitarra(acústica), teclados, órgano, piano, productor, arreglos de cuerdas,pandereta...

Linus Johansson - Voz

Andreas Johnsson - Compositor, guitarra

Andreas Olsson - Bajo

Martin Svensson - Batería

Olof Berggren - Ingeniero, masterización, mezcla, productor, ingeniero vocal

Sello
Metal Blade Records