Tobruk - Wild on the Run

Enviado por Witchfyre el Dom, 23/08/2020 - 18:44
Tobruk

1. Wild On The Run (4:27)
2. Falling (3:57)
3. Running From The Night (3:53)
4. Hotline (3:16)
5. Rebound (4:45)
6. Poor Girl (3:40)
7. She's Nobody's Angel (4:28)
8. Breakdown (3:27)
9. Going Down For The Third Time (5:48)

Álbum completo

Que Tobruk, bautizados a raíz del sitio de la susodicha ciudad libia durante la Segunda Guerra Mundial (o de la película que lo narra), hayan pasado incluso bajo el radar de los especialistas en hard rock de los 80, es algo que escapa a mí exigua capacidad de raciocinio. A ver, dudo que Wild on the Run se vaya a convertir en el tórrido protagonista de vuestros futuros sueños húmedos, pero me parece que es una más que suculenta ración de puro hard/AOR ochentero que debería satisfacer a todo fan exigente de los primeros Bon Jovi, King Kobra, Black ‘n’ Blue, Shy, Le Mans o, muy especialmente, de los dos primeros álbumes de Icon.

Quizás provenir de la lluviosa Gran Bretaña en lugar de la soleada California y ser asociados en sus inicios con la NWOBHM, 7"EP con Neat Records incluido, los mantuvo alejados de los focos. Aún así, Tobruk parecían tener claro que, para llegar a algo, tenían que cruzar el charco y se encerraron en 1984 en los Warehouse Studios de Philadelphia con Lance Quinn (Bon Jovi, Lita Ford, Danger Danger, April Wine…) a facturar este Wild on the Run repleto de enorme estribillos, metálicos riffs de guitarras sintetizadas, pomposos teclados y ese sonido a 1985 que suena tan irresistible para mis oídos, como trasnochado para otros. Pero, como bien suponemos, su titánico esfuerzo no llegó muy lejos, aunque buenas intenciones no les faltaban.

Posiblemente Wild on the Run no sea el mejor tema para arrancar el álbum. Pone pronto las cartas sobre la mesa con la levemente estridente voz de Stuart Neale, muy similar a la de Stephen Clifford de Icon, y ese claro protagonismo de los teclados que se sobrepasan un poquito antes de un buen solo de guitarra. El estribillo no está mal, pero le falta gancho al tema en cuestión. Gancho que le sobra, sin embargo, a la siguiente Falling, un corte que, si estuviese firmado por unos Bon Jovi, sería tan celebrado como algunos primigenios clásicos de los de New Jersey como Runaway o In and Out of Love. Magnética, carismática, tremendamente pegadiza, con un solo cojonudo y con un estribillo de esos que no conseguirás sacarte de la cabeza en horas. Una gozada de tema, no os voy a engañar.

Sigue plena de inspiración esa típicamente titulada Running from the Night para la que parecen haberse devanado los sesos tan poco para componer, como para titular, pero es todo un acierto otra vez. Hay que reconocer el enorme talento de algunas bandas para hacerlo sencillo y dar en la diana. Unos riffs de guitarra básicos, pero efectivos, un buen solo de guitarra, pegadizas líneas de voz y un estribillo memorable. Qué fácil lo hacen algunos y con que frecuencia olvidamos que, en el fondo, esto se trata de componer buenas canciones y en Wild on the Run hay un puñado de ellas.

Así, van cayendo una tras otra. Unas más inspiradas (Poor Girl, She's Nobody's Angel, Breakdown) y otras menos (Hotline, Rebound), sin grandes alardes ni sobresaltos, hasta una cojonuda Going Down for the Third Time que complica ligeramente las cosas con algún giro melódico y estructuras un poco más complejas cuajando, junto con Falling, el tema más logrado de todo el álbum. Tampoco os esperéis una Rime of the Ancient Mariner versión AOR, pero sí que es un tema con una intensidad melódica especial y mucho gancho, con una genial sección central de teclados realmente inspiradora. Nueve composiciones de buen hard/AOR, de grandes estribillos, sin baladas ni salidas de tono, destinado a permanecer y no desvanecerse como algo efímero. Como decía, sencillo y al pie, pero tremendamente resultón… Siento que no es de recibo extenderme de forma innecesaria esta vez, así que lo iré dejando para que sea la música la que hable por sí sola.

Wild on the Run no es una obra maestra, pero sí que tiene lo suficiente para situarlo entre lo mejorcito de un hard rock británico que nos dio pocas alegrías en los años 80. Ahora mismo, más allá de los estupendos Shy y otros como Heavy Pettin', Tigertailz, Wrathchild, Dare, FM, Strangeways y los Lionheart de Dennis Stratton poco soy capaz de recordar. Si te gusta este sonido tan anclado en 1985, de hecho el también interesante Pleasure + Pain que llegaría dos años después ya no suena a esto mismo, no dudes ni un segundo en hincarle el diente, es un álbum lleno de carisma y buenas canciones. Si no eres capaz de soportar una buena dosis de melodía y de pomposos teclados, ni te acerques, yo mismo no habría podido con él hace unos cuantos años… ahora lo disfruto como un enano. Cuatro cuernos bajos para los del poco caluroso y menos soleado todavía Condado de Bedford.

7/10

- Stuart "Snake" Neale: voces
- Nivel Evans: guitarras y voces
- Mick Newman: guitarras
- Y en Davis: teclados
- Mike Brows: bajo y voces
- Eddie Fincher: batería

Sello
Parlophone