Thunder Way - The Order Executors

Enviado por stalker213 el Mar, 29/05/2012 - 23:15
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¿Nos marcamos una pirueta con triple mortal hacía atrás con tirabuzón incluido? ¡Pues venga! ¡Nos la marcamos! Pero que nadie sufra más de lo debido, amigos. Tranquilos. Porque nadie va a sufrir lesiones de tipo alguno, ya que tras exponerse uno al trabajo que justo diseccionamos, dudo mucho que nadie caiga de morros contra la colchoneta o lo que es lo mismo: No guste de esta exótica delicia que sin más dilación os presento…

Nada menos que THUNDER WAY, directamente desde Albania ¿Ah? ¿Cómo os quedáis, pollos? Como poco, igual que yo al descubrirlos hace tiempo, y es que aunque tanto la procedencia como el estilo practicado por estos chavales sean del todo insospechables, aquí lo que tenemos NO es en efecto una banda de descerebrados maníacos curtiéndole al Thrash, dale que te pego, sino por el contrario uno de los clones más definitivamente gloriosos de HELLOWEEN (Los buenos, claro) que jamás haya tenido el placer de haber conocido. Ni qué decir tiene el cómo aquí los medios no debieron exceder nada más que de aquello que no fueran los instrumentos más cerdos al alcance de sus manos y un cuatro pistas ruinoso para llevar a cabo la grabación de los temas, pero ay como nos pongamos a hablar de ideas o talento en estado puro, colegas. Cuidado, porque entonces igual hasta los mismísimos hamburgueses salen ligeramente trasquilados, ya que el material que aquí se incluye (Editado en cinta de cassette ¿Lo dudabas?) no es sino de la máxima calidad, encofrando incluso algunos increíbles pasajes que ya los hubiera querido para su cajón de sastre el Sr. Hansen.

‘Nothing Else to Try’ no esquiva las comparaciones ni desde el primer segundo. Melodía chorreando a todo trapo y descontrolada a más no poder; Y entiéndase ello en positivo. Tremendo el talento de los albaneses, debo apuntar; Aunque tampoco hace falta decirlo: Deda no es Kiske. No, no lo es, pero el tío se defiende, y un rato. Con sus discretos medios, pero ¿Qué duda cabe? Lo hace. Ahora bien, lo que no hace falta poner de relieve ni por un solo instante, es la innegable y rotunda magia flotante por cada uno de los recovecos de cada una de las soberbias suites recreadas por Seikho y Xheladini (¡Cojones, vaya nombres!), y es que el trabajo a las seis cuerdas es como para sacarse el sombrero, porque si tu rascas con la uña la inevitable costra de cutrez que reviste a la movida, sin duda te vas a encontrar con un grupazo que te va a volar en pedazos ¿No lo sabías?

Como idénticamente consigue la, ya desde el principio, brillante ‘The Order Executors’. Siento ser tan redundante, pero es que lo tengo que volver a exclamar: La forma es indiscutiblemente cutre, pero el fondo es –para quien sepa verlo- concluyentemente espectacular, si es que lo tuyo es el EuroMetal ochentero con melodías a troche y moche; Y apúntatelo: Encima sin las gilipolleces insufribles (Bostezos, risitas y fanfarrias de máquina tragaperras, entre otras infamias) tan y tan características de los Dioses del género. En ‘The Last Warrior’, Deda juega, indudablemente, a ser un niño no deseado producto de la violación de Michael por parte de un rudo Kai -muy sudoroso- en el mugriento wáter de su local de ensayo, pero aunque el menda no sea un Dios del Metal que se diga, no veas cómo le mete caña el amigo. Ilusión a raudales e integridad; Hay que respetarlo.

De mientras, van goteando ‘Unexpected Sufferings’, ‘Dancing With Beasts’ y ‘The Devil's Rule’ (Con sus hipnóticos aires orientales) y es que, al menos para el que suscribe, resulta del todo imposible reparar en una sola tacha que reprocharles a los muchachos. La calidad es tan exagerada que -por momentos- te la imaginas bien producida en Alemania, y el invento es, como poco, para formar una delicada película crujiente sobre la bragueta del más exigente gourmet de EuroMetal. No obstante, sí veo obligado comentar un aspecto que -creo- es a veces algo problemático, ya que los tíos son tan buenos que a veces se meten en un jardín del que no saben ni salir ellos mismos, pero que oye… Todo fuera eso ¿Sabes? Sin duda, ‘The Devil's Rule’ es de lo mejor, que ya es decir.

‘Crimes With Prepensation’ se encarama hasta casi los nueve minutos, y yo ya sé que a muchos y a muchas esto os va a parecer exagerado, pero no le sobra ni un solo segundo. De nuevo, el voceras enciende la sirena, haciéndose acompañar lujosamente del resto de la tropa, y el diagnóstico es único y concluyente: Pedazo de banda, THUNDER WAY. Qué trabajo a las melodías y que capacidad para alargar momentazos que parece que acaban, pero terminan engarzándose a una nueva sección del todo inesperada. Por su parte, tanto ‘Victims of Confusion’ (Que apesta con furia a ‘Eagle Fly Free’) como ‘Future Punishments’ no certifican nada que ya no supiéramos: Misión imposible hallar un solo gramo relleno en un trabajo que se dispara nada menos que hasta los cincuenta y cuatro minutos; Casi nada…

Dicen que por Albania anda mucho gitano suelto, así que no os digo más: Evidentemente que esto no es ni por asomo un ‘Keeper of the Seven Keys’, pero al punto, os pregunto yo ¿Por qué no darle una oportunidad al ‘Keeper of the Cobre’? o al ‘Keeper of the Tuberías’. Naaahhhh… Fuera de bromas, aquí lo que hoy os traigo no es nada más que un jodido misil de Eurometal, y así de rebote: Una pedazo de banda que lloras y que tiene más calidad en la roña de las uñas que alguno de los abanderados del movimiento hoy día.

Valoración: 80/100

Elton Deda: Voz
Bledar Seiko: Guitarra
Artan Xheladini: Guitarra
Mit'hat Laro: Bajo
Roland Fusha: Percusiones
Alban Laro: Teclados

Sello
Auto-producido