
1. Attack
2. Dreaming
3. Kill Rock ´N Roll
4. Hypnotize
5. Stealing Society
6. Tentative
7. U-Fig
8. Holy Mountains
9. Vicinity Of Obscenity
10. She's Like Heroin
11. Lonely Day
12. Soldier Side
Coincidiendo con los numerosos conciertos que están ofreciendo estos días, en este junio del 2011, qué mejor que disfrutar de la que fue su última obra publicada comercialmente, el ya clásico ´Hypnotize´, allá por el lejano por el lejano 2005. Siendo sinceros, para que nos vamos a engañar, he quedado un poquillo decepcionado con las actuaciones de los armenio-americanos; siendo ya un grupo que nunca ha destacado por su directo, divisé un poco fría la ejecución de los temas que hicieron ya mítica a esta banda, señalando por otra parte, un aspecto más fondón y dejado por parte de sus componentes (al batería sobre todo, vaya barrigola). Pero bueno, supongo que serían las expectativas tan altas que tenía en este regreso, al fin al cabo, uno ha crecido con “X” o “B.Y.O.B” y aún reconociendo que hay infinitas bandas mejores técnica y artísticamente, de transcendencia mucho mayor, aquí un servidor considera al ´Toxicity´ el ´Master of Puppets´ de su vida, por poner un ejemplo paradigmático en cuánto a banda bandera de su existencia (que me perdonen los fans de Mustaine). En fin, que tampoco es lo mismo verlo por youtube que vivirlo en directo, así que espero impaciente a que se pasen por tierras patrias para poder apreciar su trabajo de tú a ustedes. Y es que los malos rollos entre los componentes de las bandas están muy de moda, no sé que coño pasa que todos se acaban llevando mal; no sería diferente el caso aquí, evidentemente. Hicieron diferentes proyectos en paralelo, el grupo SCARS ON BROADWAY por parte de Malakian y Dolmayan y la carrera en solitario de Tankian, que aún siendo un estilo muy similar al que hizo en su banda madre el de éste último, sus canciones no son para nada malas, destacando temas como “Baby” o “Empty Walls”. Incluso el bajo hizo sus cosillas por ahí. Digamos que se tomaron un tiempo, como las parejas mal avenidas que necesitan su espacio para volverse a ver, y recordar lo mucho que se querían. Esperemos que ésta esté siendo la reacción que surge en ellos en estos momentos, porque de su buen feeling estos días puede depender la ejecución de nuevo material para nuestros oídos, cosa que sería muy de agradecer. Seguramente no aporten nada decisivo en la evolución de la música, pero cual droga que nos hace felices en su consumición, olvidándonos de cualquier otra cosa y abstrayéndonos de la realidad, la música de SOAD es necesaria como lo que más.
Entre éstas me dispongo a escuchar el “Hypnotize”, disco el cual se sitúa en lo más bajo de mi clasificación de sus trabajos. Será por la falta de ese toque divertido en mayores cantidades y que busca jugar con el oyente, hacerle bailar y moverse a ritmos locos e indescifrables; parece que buscan un toque de seriedad, que desde luego no me agrada con respecto a sus otras obras. Hasta los momentos salvajemente discordantes y diferentes semejan sonar un poco forzados. Quizás sea porque asocio este disco a su final como banda (en esa época), no lo sé, el caso es que advierto en él una aureola de negatividad que no me gusta nada. Sin embargo, siendo objetivos, la calidad raya a gran nivel, eso sí, y sin duda nos ofrecerán aquí las dosis que buscamos encontrar. Y eso, son SYSTEM OF A DOWN, sin fallo. Recordemos pues, que se escondía aquí dentro.
El caso es que la cosa empieza fuerte, con uno de esos temas que aún tengo en el top de más escuchados, “Attack”. Y yo que pensaba que era del otro, del ´Mesmerize´. Anda que éste no es un punto álgido en su carrera. Ritmo aceleradillo para empezar, puente tranquilo con dobles voces, parte posterior de lo más bailona y un estribillo fuerte y pegadizo, con una parte final particularmente destacable, en el final del grito de Tankian. Parece que se tomaron en serio lo de la continuación del “Mesmerize”, desde luego, si nos dejamos llevar por las primeras sensaciones; no podía empezar mejor la cosa, We shall attack!
La cosa continúa con “Dreaming”, siguiendo una línea similar al anterior, pero con una parte central más relajada al estilo “ATWA”. El resto de la composición versa mediante ritmos acelerados, en donde las voces de ambas almas cantantes se entrelazan para generar esa confusión sonora tan del gusto del grupo. Pero semeja que esto no nos llega con alegría y candidez, sino con enojo y mala gana, no sé si me explico, desde luego, es una sensación personal, nada más. Un final inspirado, eso sí, acorde con lo que se necesitaba para rematar perfectamente estos tres minutos.
“Kill Rock & Roll” tiene una temática bastante clara que no vamos a descubrir ahora, llegando el mensaje de forma sencilla y redundante, pero repetitiva. Es digno de mención que aunque las letras siempre dejan los conceptos claros, parece que los armenio-americanos optaron en todos estos años por introducirnos sus mensajes a pedradas antes que mediante enrevesada y adornada retórica, eso es evidente. Volviendo al tema que nos ocupa, decir que sus momentos son buenos, pero si éstos se repiten constantemente al final, quizás, acaben cansando. ¿Se les estaba acabando la fórmula del pelotazo inmediato por tema? Es posible. Quizás haga falta algo más.
El tema homónimo, el que da título al álbum, apareció como sencillo comercial. Melodía pegajosa y contagiosa que nos evoca ciertos aires orientales estilo “Aerials” en un inicio, si me permiten la apreciación, pero que pronto nos sacude con la carga metálica de turno. Inspirando “in crescendo” intermedio.
“Stealind Society” sí que es un buen tema con todas las letras. Esto es lo que les hizo grandes (o casi). No mucha complicación en la ejecución musical, una base rítmica clara y potente que nos deje claro los pasos que hemos de dar, sin respiro, que no nos dejen respirar, contundente coño. Qué la acción no decaiga. Aún falta esa pizca de mala leche necesaria para reafirmarme en lo dicho,pero es de agradecer que el interés por la pieza no cese en ningún momento.
La verdad, después de ésta visión, y acelerando un poco lo que me quedaba por oír, no les miento, mejor que escuchen lo que les viene sin un análisis pormenorizado. No hay nada destacable ni inspirado digno de especial mención, que no se haya visto ya, salvo la archiconocida “Lonely Day”, recordando a los malogrados en el genocidio armenio, patria, repito, del grupo. Melodía particularmente inspirada por parte de Malakian, héroe del tema en cuestión., llevándose todo el mérito de forma justa. Citar si cabe el “Vicinity Of Obscenity”, con unos coros bastante graciosetes. La muerte del álbum, en el amplio sentido de la palabra, se ejecuta con "Soldier Side", cerrando el ciclo de las composiciones proyectadas en el año 2005. Existe bastante diferencia, dando para pensar lo suyo, entre la intro del primer "Soldier Side", que sirve de alfombra roja para que venga B.Y.O.B. y, sin embargo, el lado del soldado del `Hypnotize´ no trae nada. Es cuánto menos, digno de reflexión, justicia musical, la obra de los armenios habla por sí sola.
En fin, a la pregunta: ¿hizo bien SOAD en separarse?, un servidor responde: sí. Anhelo que el tiempo transcurrido desde aquel día haya servido a estos genios para alimentarse de inspiración y volver con ganas de ofrecernos algo llamativo y, sobre todo, que no nos haga recordar en tamañas cantidades el material anterior como lo hace este disco. No se aprecia en este “Hypnotize” una evolución destacada respecto a lo ya visto (vale que es una segunda parte de otro trabajo) y , la verdad, lo único que podía proteger a la banda de la alargada sombra del “Toxicity” y sucedáneos es el tiempo, que como todos sabemos, deja a cada uno en su lugar. Es que pongo el inicio de “Deer Dance”, por ejemplo, y al lado de lo aquí expuesto… me entra la risa. Con perdón.
¿Qué es un disco recomendable? Cierto. ¿Qué existen dos o tres temas muy buenos? Cierto. ¿Qué la calidad media es elevada y no deja en tan mal al ´Mesmerize´ (aún a sabiendas de que éste es mejor?)? Cierto.
Pero como todo en esta vida, las cosas cansan, por repetición y rutina. Y SOAD llegó a un punto de no-retorno en el cual seguir avanzando significaría hastiarnos, en el mayor número de posibilidades existentes de futuro. Mejor saber ver en su momento lo necesario para uno. Y SOAD supo ver que el stop era inmediato. Los motivos del mismo ya es harina de otro costal, mejor no remover arenas movedizas.
En fin, más que una "crónica de una muerte anunciada" , deudora de los instantes magistrales que nos ofreció la banda, aquí se nos ofrece por latigazos una herencia musical colosal, si miramos los hechos con optimismo. Ojalá este ´Hypnotize´ sea un puente hacia algo grande, lo nuevo que nos tengan reservado éste año, o el próximo como muy tarde. Esperemos.
No cambiarán nada, no transcenderán más allá de cualquier ámbito cultural que no haya existido ya, porque tampoco crearán nada reseñable; vamos, que no inventarán la pólvora (ni la inventaron, ¿verdad Mike Patton?), creo que a estas alturas eso lo tenemos claro.Ahora bien, simplemente, son necesarios. Todos deseamos la vuelta de un grande. Dejemos por ahora 4 punhales bajos para su despedida, un notable justito.
¿Qué más da al fin y al cabo, si ya demostraron que tienen nivel de matrícula?
Daron Malakian: guitarra, segunda voz, composición.
Serj Tankian: voz principal, teclados, composición.
Shavo Odadjian: bajo.
John Dolmayan: batería.