
CD 1:
01. Screen Shot (08:04)
02. Just a Little Boy (for Chester Burnett) (12:39)
03. A Little God in My Hands (07:02)
04. Bring the Sun/Toussaint L'Ouverture (34:05)
05. Some Things We Do (05:09)
CD 2:
06. She Love Us (17:00)
07. Kirsten Supine (10:32)
08. Oxygen (07:59)
09. Nathalie Neal (10:14)
10. To Be Kind (08:22)
Por lo general cuando un músico (o artista en general) llega a una edad avanzada sus propuestas se empiezan a diluir junto con su creatividad, la intensidad que exhibía en su música cuando joven se pierde y lo único que va quedando es vivir del nombre que alguna vez fue, pero hay casos excepcionales en que la flor de la creatividad evoluciona en algo mucho más avanzado y difícil de describir. La manera de ver las cosas se vuelven más abstractas y complejas, y con ello también cambia la manera de ver y concebir el arte. Tal es el caso del americano Michael Gira quien desde la concepción de su icónica banda no ha hecho más que mostrarle al mundo una manera distinta de hacer música, y este aspecto se visto aún más acentuado desde su regreso en 2010 con tres discos bajo su brazo, uno más innovador que otro, discos que muestran un estado de madurez y evolución a la que pocas bandas podrían llegar, discos que son más que simples discos y que por consecuencia logran una opinión dividida entre los amantes de la música más accesible y melódica y las personas que como yo siempre andamos tras propuestas tenaces, arriesgadas e innovadoras.
"The Seer" fue un bombazo cuando aterrizó cual meteorito tambaleando los cimientos de la escena musical. La propuesta de los Swans mutaba en algo totalmente diferente, difícil de describir e incluso de digerir. ¿Quien diría que en pleno 2012 vendría un sujeto a sus 60 años para demostrarle a más de uno que no todo estaba dicho? Muy pocos supongo. "The Seer" fue un disco que combinaba la rudeza y lo inaccesible de la música de los Swans con un toque más refinado de experimentación dándole un enfoque exquisito al disco, y eso se nota bastante en sus trabajadas atmósferas y arreglos vanguardistas que no son del agrado de todos. Dos años después la banda se disponía a grabar el sucesor de tan magna obra y la inevitable pregunta surgía ¿Como harían Michael Gira y los suyos para vivir las expectativas después de dejar la barra tan alta? ¿Activarían el piloto automático y harían un "The Seer" parte 2? Absoluta y rotundamente no, porque para la -no- sorpresa de muchos lo que se cocinaba en los estudios Sonic Ranch era la irrevocable prueba de que Michael Gira es un genio, un manantial de ideas, y así lo atestigua su disco de 2014, "To Be Kind".
"The Seer" fue un disco que se basaba en atmósferas más oscuras utilizando elementos de Drone y Noise bastante prominentes para sumergir al oyente en el oscuro mundo que nos plantea el sonido de ese álbum, pero "To Be Kind" difiere en esta propuesta basándose más en la melodía y la musicalidad creando canciones con estructuras más dinámicas que difieren un tanto con su disco anterior, y esto no hace ocultar ni esperar en ningún momento, porque ya el primer tema que abre para nosotros muestra un matiz más accesible con una línea de bajo con bastante sabor y textura la cual se desenvuelve bajo un tempo calmado pero constante. "Screen Shot" sirve como una excelente introducción al disco, y los temas siguientes no bajan para nada el nivel.
"A Little God in My Hands" es atrapante, pero no por lo experimental de su propuesta, sino por los arreglos y melodías que usa. Un ritmo bastante "Groovy" adorna al tema en sus 7 minutos de duración logrando un acabado bastante agradable para el oído, algo poco habitual en la banda, pero como apuntaba anteriormente, "To Be Kind" es un disco de sorpresas en donde la banda muestra el como no necesitan copiar la misma formula dos veces.
El momento más extaciante del primer disco viene de la mano de "Bring the Sun/Toussaint L'Ouverture", una épica experiencia de 34 minutos que deja fascinado a cualquier amante de las propuestas experimentales y únicas, aunque vale recalcar sobretodo sus primeros 15 minutos los cuales van in crescendo hasta llegar a una explosión de magnificas emociones. Es tal como lo indica el nombre de la canción, como si se llevará a cabo un frenético rito a altas horas de la madrugada para invocar al sol y justo cuando este está en su apogeo estalla en miles de pesado dejando la nada, la cual vendría a ser "Toussaint L'Ouverture" la cual se asemeja un poco más a los cortes más atmosféricos y experimentales de "The Seer", aunque yo personalmente me quedo con su primera y enorme mitad "Bring the Sun".
El segundo disco es aún más asombroso, sobretodo porque posee temas con acabados distintos para nada convencionales en la banda, sobretodo por la velocidad y los ritmos que usan, tales son los casos de "She Love Us" cuyo ritmo inicial rompe con todo y nos pone atentos durante sus 17 minutos de duración llenos de arreglos vanguardistas y experimentales, líneas vocales poco convencionales y sonidos interesantes, o la aún más dinámica y acelerada "Oxygen", un tema lleno de locura y experimentación a raudales, con un ritmo más propio del Post-Hardcore y unos acabados más convencionales del Free-Jazz más demente del lugar, aunque sus otras tres piezas se adaptan más al sonido moderno de los Swans, y de estas tres destaco la hermosa e hipnótica "Kirsten Supine" la cual se mueve en los terrenos más suaves y finos del Post-Rock, aunque sin los crescendos épicos y más alegres que distinguen al mismo, más por el contrario esta tiene un toque más melancólico y personal, y unas letras que hacen de la canción aún más especial de lo que ya es. De este tema destaco también la colaboración de Annie Clark (mejor conocida por su nombre artístico St. Vicent) y su hermosa voz que le dan un toque exquisito al tema para hacer del mismo mi favorito de todo el compendio.
"Nathalie Neal" y "To Be Kind" le ponen un punto final al disco de manera única y especial como es de costumbre en la banda. "Nathalie Neal" comienza con un acabado arraigado a bandas de la escena industrial como Throbbing Gristle o Einsturzende Neubauten para después evolucionar a una atmósfera más calmada, oscura y confortable con el sello propio de la banda. "To Be Kind" es esplendorosa, la manera en que se construye poco a poco hasta estallar en ese intimo momento en donde Michael Gira recita con pasión las lineas:
"There are millions and millions of stars in your eyes".
Un momento que sin duda es para enmarcar y que deja con una sonrisa pitada de oreja a oreja a los fans de la banda, y más en concreto los que más disfrutan con sus últimas obras.
"To Be Kind" es un trabajo variado, único, diferente y sólido, aunque vale decir el como no es para todos los gustos, no solo por sus pocos convencionales arreglos, sino por la duración de los temas, pero una vez pasada la barrera del minutaje "To Be Kind" se hace un disco excelente para disfrutar con calma y paciencia.
La singular portada corrió a cargo de Bob Gigs, aunque este no hizo el dibujo para el álbum. Se trata de una serie de cuadros con caras de bebes que el autor había hecho hace bastante tiempo y de la cual Michael Gira había quedado fascinado desde la primera vez que las vio, las demás caras adornan las contraportadas e interiores de los dos CD's junto a la letra de los temas.
No podría decir con certeza cual de los dos álbumes es mejor, si "The Seer" o "To Be Kind", porque ambos tiene propósitos diferentes, pero evaluando a "To Be Kind" con un disco individual sin irme a comparaciones diría que es un disco bastante único e inclusive innovador, con una perspectiva diferente sobre el como hacer música y que cumple sus propósitos a cabalidad.
Puntuación final: 9.5/10
Michael Gira: Voz, guitarra eléctrica, guitarra acústica, producción
Christoph Hahn: Lap steel guitar, guitarra eléctrica, voz
Thor Harris: Batería, percusión, vibraciones y campanas, instrumentos de viento, viola, voz
Christopher Pravdica: Bajo, guitarra acústica, voz
Phil Puleo: Batería, percusiones, dulcémele, piano, teclados, voz
Norman Westberg: Guitarra eléctrica, guitarra acústica, voz