Spettri - Spettri

Enviado por Spaggiari el Vie, 04/12/2015 - 11:23
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1. Introduzione (0:55)
2. Prima Parte: Stare Solo (5:32)
3. Seconda Parte: Medium (9:55)
4. Terza Parte: Essere (12:03)
5. Quarta Parte: Incubo (11:00)

Álbum Completo

Es muy difícil a veces desentenderse de los movimientos más olvidados si se ama mucho la música: la expresión más bella y clara de la vida. Y esa dificultad, a fuerza de ser muy comprometedora, siempre busca ser más ardua en sus resultados: excavar con total entrega todos los ‘Ooparts’ que aún no llegan al ojo público; pues de una explicación viable nadie se asiste al momento de preguntarse la datación de algunos discos que, habiendo tenido 40 años insepultos, se yerguen como torres babélicas, y nos embarazan de preguntas sin respuestas. Qué más me gustaría hoy en día tener una respuesta contundente ante tales declaraciones, ante hechos que, simplemente, no se explican por cuenta sola.

La música inusual, si es sabido, siempre ha estado en el lado oscuro, en el lado menos grato, contrario a las manifestaciones comerciales, además en ella generalmente se retuerce un bicho raro o un perro verde que ladea malamente su cola y agita su faz con desasosiego, mueve sus extremidades afanosamente para invitar a ser visto o escuchado; sin logros exitosos, siempre estas bestias desterradas buscan un pequeño gesto de cariño, un pequeño gesto de reconocimiento a su existir. Por lo cual Spettri es una de esas bandas italianas del más añejo vino que podríamos proveernos, a la pos, es también una banda extraordinaria en su más esplendoroso sentido, ya que en su historia se narran muchas vertiginosas vicisitudes como fue el hecho de su creación, su influencia, su consorte musical, su apodíctica presencia oscura y, por si fuera poco, su ocultismo fatalista en sus letras.

El obscuro brebaje, llamado Spettri de 1972, nació de las más cochinas ollas oxidadas y brujeriles de aquella Italia reivindicativa en el ambiente ‘Noir’ (Oscuro), dando propuestas artísticas de todos los contextos mucho más diferentes al resto, puesto que muchas de sus bandas progresivas, claramente influidas por King Crimson, Soft Machine y Cía, habían encontrado una fórmula secreta de hacer música negra, deprimente, opresiva y malditamente hermosa. Spettri es una de esas agrupaciones que se formó en 1964 cuando apenas se bailaba el cándido R&B de los 50’s, El Rock ‘n’ Roll danzante, y el postrero rock de vanguardia que surgió a pulso en esa época. Exponentes clarísimos son los derrengados ‘Jacula’ con una música verdaderamente abrasadora, cuyo primer disco sienta las bases del más malévolo estilo italiano.

No es de menos que el Italian Obscure Rock jutno con el Progressive Italian Rock se hayan ganado un podio tan prodigioso y a la vez embrujado en aquellas épocas de invención deliberada. ¿Por qué será? (Lo dejo a su imaginación). Y cómo es debido, también preciso en citar a ‘Goblin’ (desde 1972) con un rock experimental, saliéndose de los confines y tratados del Rock de Vanguardia del séptimo decenio del Siglo XX; tenemos por otro lado a los clasicistas ‘Le Orme’ banda con cuotas sardónicas y cuya divergencia musical le hizo considerarse, por potentado propio, como la más radical en cuestión de propuesta, y no está demás agregar que las maravillosas y bonísimas partituras son precisas y casi cronométricas, arrobadoras de admiración ajena, he de decir sin tanta divagación.

Tampoco mi memoria ha de traicionarme en estos momentos y he de mencionar una de las más grandes del estilo ‘a lo de Le Orme’ pero con una distinción SUPERIOR, una banda cuasi divina ex profeso de su manera tan sutil y ‘caleidoscopiana’ (Si se me permite decir) con un ‘Op-Art’ (Son aquellas franjas negras y blancas, donde generalmente crean ilusiones ópticas al mirarlas) en sus tapas cual sueño astral: Es que estoy hablando de Primiata Forneria Marconi, deber de cada quien será hacerse con sus discos y no hacerlos esperar mucho tiempo. Y si bien, después vendría un mareaje Doom Italiano en los 80’s, del cual en ocasiones pasadas tuve la osadía de traer al Portal. En fin, en estos momentos ya se estarán preguntando qué clase de música es a la que hago mención y cuál es su vital importancia para que hable con tantas exaltaciones.

Pues el disco que les traigo es nada más que un diamante en bruto, nunca antes lanzado, o sea inédito (Creo que por los 2000’s salió, si mal no recuerdo) pero, OJO, con grabaciones del 1972, de la ensimismática Italia lúgubre. Un dato que interesará a todo aquél que ya se haya picado con la banda, es que para este 2015 sacó UN NUEVO DISCO (¡!) sí, así como lo leyeron, el disco se hace llamar ‘2973 La Nemica dei Ricordi’ Algo que vendría siendo al castellano como los enemigos del recuerdo. Suena chulo, ¿no? Y pues, el disco de marras, del cual me dedicaré en las siguientes líneas, ocupa en su esencia un Rock Progresivo muy distintivo, adhiriéndose a las inventivas propias y alimentándose de una energía incomprensiva pero atrayente.

‘Spettri’ (1972) puede ser una pieza desterrada, con grandes paralelismos a ‘Spirit’ (Aquella banda de donde salió la famosa melodía de Zeppelin, Stairway To Heaven), claro, también la influencia de Black Sabbath se conoce a leguas, por otra parte tenemos mucha propuesta instrumental, aunque ésta última me recuerde muchísimo a discos de la talla del ‘Atom Heart Mother’ de los sapientísimos Pink Floyd. King Crimson es una marcada musa para Spettri también, aparte de que las partes más espontáneas, al estilo del Cool Jazz, suenan con mucha elaboración y dádivas del Rey Carmesí.

Dejando un lado las influencia, el disco abre con una introducción (Por supuesto todas las letras al italiano) sobre la sociedad moderna, claro que hoy sería la sociedad hace 40 años, pero digamos que sigue siendo moderna en algún sentido, así que el disco abriendo ya sus primeros mensajes, nos declara sus intenciones: Que el hombre busque todas las respuestas por medio de una conversación con la metafísica, como solvencia a los acaecimientos sociales, personales y políticos, el hombre –Nos dice la introducción- debe de hacerse una persona más íntegra, que explote su sexto sentido y se obligue a superar las interrogantes de la vida, ya que la vida sin haces de luz que iluminen los más negros y arcanos secretos, no sería nada, y caeríamos en la filosofía del absurdo (O filosofía absurdista), aquella que su sentido es por esencia ‘sin sentido’

Lo que me gusta del disco es que no cuenta de canciones “normales” no hay nombres claros para nombrarlas, y sólo figuran como una ristra de canciones experimentales de tono oscuro, quitándole fuerza por veces los sonetos clásicos pero no restándole mucha creatividad y suprema elegancia. Algún sonido de Soft Machine sí que se oye trazadamente en el disco, nada de entre línea, ya que estos tipos no temen a mostrar sus influencias, es más se enorgullecen de ellas y nos dicen: ¿estas son las bandas que admiramos y qué? Alejándose de aquella consabida pedantería de grupo populares, que mediante estatus crecen ya ni se acuerdan de la madre que los parió.

Sin embargo esta sencillez no sólo se deja ver en muchos de sus entramados, sino que también se escucha madurez (La justa, claro) y uno soniditos medio psicodélicos y algo pesadillescos. Son cinco tracks, una introducción, como ya dijé, y otras cuatro que no bajan de los 9 minutos excepto por el track 2 que dura 5 pero de ahí todas son óperas sin indulgencia alguna. Los tracks más densos son los últimos dos, que podrían considerarse casi intrumentales y virtuosos hasta desfallecer, ocupándose de un mellotrón que calcina prácticamente todo y se roba todo el tiempo sin desperdiciarlo, quizá éste hace el papel más importante en el álbum.

El segundo Track es más digerible, más rockero y movedizo, demuestra estar bien parado con el homenaje claro que le hace a Buffalo, con esos riffs comedores de protagonismo, sin faltarle el respeto al bajo que se cuece de forma fenomenal. Ésta es la canción más aceptable a las primeras oídas, con su Rumrumrúm en secciones rítmicas altisonantes y solos totalmente improvisados. A lo mejor estos sujetos cuando se pusieron a grabar ‘Spettri’ tomaron sus micros, sus aperos y dijeron: Démosle, que salga lo que sea, será bueno de todos modos. Pues, qué desgraciados así fue.

La experiencia del disco me lleva a recapitular muchos momentos destacables; pero creo que el lector y el interesado agradecerá que no le detalle una sorpresa tan genuina y sabrosa como ésta. Hard Rock del mejor calibre, oscurito y extraño como él solo. Una obra que no puede dejar pasar el lector.

Nota: 8.7

Ugo Ponticiello (voz)
Raffaele Ponticiello (Guitarra)
Stefano Melani (Órgano, Mellotrón)
Vincenzo Ponticiello (Bajo)
Giorgio Di Ruvo (Batería)

Sello
Black Widow