
1. Jekyll Island
2. Don't Tread on Me
3. False Flag
4. Our Dying Republic
5. Indentured Servitude
6. Tree of Liberty
7. Feeling Helpless
8. The Cleansing Wind
9. We The People
Que Jon Schaffer es un patriota americano de pro no lo pueden negar ni los dioses del Metal ni los que somos conocedores de su obra. En su "The Glorious Burden" de Iced Earth, el furioso riffero de cabellera canosa ya demostró ser un conocedor total de la historia de su pais, y en pleno 2010, el mago demoníaco que ha estado manejando los hilos, tanto en sus Iced Earth como con los Demons and Wizards, quiso despuntar con otro trabajazo Heavy-rockero-Powermetalero (para variar, jejeje), pero ahora, con él como ente compositivo, imagen, y en definitiva, amo total del cotarro.
Sons of Liberty nació como catársis total, en un momento en el que Schaffer comprendió que el mundo no era tal y como se lo contaba su papá. Con la madurez que otorgan los años, uno va viendo (y notando) la de injusticias que los propios gobiernos cometen. Corrupción, caos, globalización, abuso de poder, fascismo...de todo. Schaffer es un tipo que se siente orgulloso de haber nacido en los Estados Unidos, pero por otra parte, ya está hasta los cojones de como va el mundo, y en parte, por obra y gracia de su propio pais. Sons of Liberty es el escape de Jon Schaffer, su lugar de retiro. Hay que declarar a los cuatro vientos que ser americano es un orgullo (almenos para el tito Jon), y que un ciudadano de a pie no es un político. Jon es más americano que John Wayne, Ted Nugent o Elvis Presley, y como buen "Tio Sam del Metal", nuestro mandamás de la tierra helada se pone frente al micro (como en los tiempos del magno "Night of the Stormrider"), vuelve a afilar su guitarra, y vuelve a rodearse de grandes músicos para sus inventos.
Junto a Iced Earth, Jon creó un ente a medio camino entre la furia enérgica de los Metallica de los primeros años y el contoneo cabalgante y épico de Iron Maiden, y junto a Hansi Kürsch, el americano de oro se lo curró, y de lujo, con Demons and Wizards. Ahora veremos como se las apaña Jon, y encima, en plan "El Patriota".
La portada de marras, con unas manos esposadas, y con el fondo de la bandera americana, nos ilustra, a nivel metafórico, sobre el estado mental de nuestro protagonista, sobre como se siente Jon: de lo más esclavizado. El disco tuvo tres portadas distintas, pero sin duda, ésta es la más molona. Las manos siempre salen, pero en otras ediciones, o el fondo es negro o amarillento. La mejor, la que ves, sin duda. Se nota que el líder de Iced Earth está cabreado, y eso siempre es bueno de cara a componer Heavy Metal. Veamos que pasa...
"Jekyll Island", que empieza con una intro de un tren de mercancias quemando via, pronto deja notar un aura a lo Queensrÿche, para en nada ponerse muy Iced Earth (muy rítmico-chulesca, vaya), con una voz de Schaffer perfecta para el mundillo metalero (y bastante más dotada que en su "Stormrider"), con unas guitarras atronadoras, y unas baterías (programadas) perfectas. Me habría gustado que Jon hubiese llamado a Richard Christy o a Mark Prator, pero bueno, los bombos, pese a no tener un latido real, funcionan.
"Don't Tread on Me" (que no tiene nada que ver con el temazo de ciertos jinetes de negro) se erige como uno de los mejores trallazos del disco-denuncia del maestro Jon. Poderosa canción, parida a base de potentorros coros, y con un caminar que lo hermana, y mucho, con el material de "Something Wicked This Way Comes", y con un toque, a la vez, muy Kamelot, sobretodo en la producción. Joder, ésto es una pena que sea un proyecto paralelo, pues con solo dos temas, el bueno de Jon ha superado su trabajo de Iced Earth del 2008 (el del regreso de Matt Barlow). Fuerza, coraje y melodia. Schaffer 100%.
"False Flag" (pura leña Power-groovie), "Our Dying Republic" (power-ballad, algo repetitiva, pero con mucho feeling), "Identured Servitude" (tema dedicado a John F. Kennedy, y con un deje muy "The Glorious Burden"), "Tree of Liberty" (uno de los himnos de la guerra de por la independencia de los States) y "Feeling Helpless" (medio tiempo vaciloncete y con un Schaffer jugando a ser Matt Barlow) nos dan muy buen material, que tanto se alimenta de los Metallica de la era 1991, como del propio feudo Iced y el material solista-Heavy de los primeros ochenta. Maravillosa mixtura, de denuncia social a lo Bob Dylan, y con el encanto extra de tener cojones sonoros. No todas las denuncias se tienen que hacer en acústico, leches. Con la ESP a toda mecha de Schaffer, el mensaje llega más lejos. Aquí no se encienden mecheros mientras nos cagamos en la guerra de Vietnam o la de Afganistán. Aquí prendemos nosotros. Jon nos quema vivos, menudo cabrón. Sentimiento y huevos, como siempre.
"The Cleansed Wind" y "We the People" (material para "The Dark Saga") se encargan de cerrar el negocio, y lo hacen con estilo, con arrojo, y sobretodo, con ese cabalgar Maiden que Jon no puede evitar hacer escapar de su muñeca de puto acero. Un cierre ideal y muy en la linea del trabajo.
Desde luego, después de la leve decepción, que para el fan de Iced Earth, resultó "The Crucible of Man", éste "Brush-Fires of the Mind" se antoja como un perfecto trabajo, en la sombra, de la tierra helada, y desde luego, para el que no conoce la obra de Schaffer, puede ser una muy buena entrada. Metal patriótico, con cojones americanos y sabor a hamburguesa, y de 3 pisos. Menú picante y de ese que disfrutas.
4 cuernos (bajos) para el patriotismo de Schaffer y su poderío.
God Bless America, God Bless Jon Schaffer...jejeje
Jon Schaffer: Voz, guitarra y programación de batería
Troy Seele: Guitarra (en tracks 2 y 7)
Jim Morris: Guitarra (en tracks 1, 4, 5 y 8) y programación de batería
Ruben Drake: Bajo
Howard Helm: Piano y voces
Jeff Brandt: Voces