Sodom - Better Off Dead

Después de ganarse un pedazo de la cima del Thrash Metal alemán, y por ende, del mundial, junto a Destruction y Kreator, Sodom, la pieza de artillería, temible, estoica y nada dada a ser piedosa, del tio Tom, se preparaba para su cuarta detonación: "Better Off Dead".

Se iniciaban los noventa, y muchos de los compañeretes (rivales) generacionales estaban, o bien, a punto de desaparecer para siempre, o mutar a ente de diferente calaña. Nadie parecía, ya, estar agusto tocando puro y duro Thrash. Había que sonar modernete, llevar gafas de sol molonas y camisetas de cuadros, a lo leñador. Esa era la consigna. Así, con la tontería, uno se hacia con parroquia extra, y llevaba su sonido, quizás, a los pabellones. El canto del cisne del género estaba a un paso darse. El estertor final de la era más cruda, auténtica, poderosa y oscura, que nunca haya dado el género.

Sodom, y más en concreto, su guía, Tom, no estaba por la labor de suavizar su premisa. Sodom eran puro y duro Thrash, anclado en el espíritu punk y dotado, además, de una incontestable garra, mala baba y un toque "Motörheadiano", y "Venomista", que les iba de puta madre. Cambiar, cuando uno mola mazo, es una soberana gilipollez. Así como a todo el mundo le dió por ponerse técnico, apacible y luminoso, a Sodom les dió, sin duda, por todo lo contrario. "Obssesed by Cruelty", " Persecution Mania" y "Agent Orange", los tres primeros trabajos de los alemanes, eran fieras, oscuras y voraces piezas del mejor Metal candente, y, desde luego, después de un "Agent Orange", descarado, que uno no puede parir una puta mierda. Sodom, debido a su leyenda, por decreto, estaban obligados a dar a luz a un engendro tan molón como su pasado disco. O, como mínimo, a la altura. Menos, sin duda, sería todo un putadón para el thrasher de a pie, que ya se empezaba a hartar del "ablandamiento" de todo ente "ex-extremo". A contracorriente, leches. Ahí estamos, Tom. Para eso nacieron Sodom. Para dirigir a los demás cuando las cosas se ponen "light". "Better Off Dead" es el trueno en una noche de lluvia flojita. Venga, a por el disco...

"An Eye for an Eye", que comienza con una palabrejas, amparadas por unas guitarras que claman por despegar, pronto se destapa como un ente "joputa", con una densidad abrumadora en las cuerdas, mucha ira en la voz y una batería, obra del difunto Witchhunter, que, simplemente, atruena. Aquí, la técnica se deja a un lado, y todo el grupo se concentra en crear un navajazo sónico, de naturaleza "Thrasher-Punk", y de primera categoria. La "chicha" solista de Hoffman, que no es para tirar cohetes, se sale con solazos made in Slayer, algo acacharrados, y el bajo de Tom delimita, y de puta madre, las fronteras que Sodom, ni de puta broma, piensan en traspasar.

"Shellfire Defense" (híbrido Slayer-Sodom) sirve de antesala para "The Saw is the Law", el que es, almenos para mí, uno de los mejores temas de Sodom en toda su carrera. Un portento de composición, la verdad. Vacile, garra, fuerza, riffeo mortal, una voz, desgarrada y maloliente, que le queda de lujo a la obra, y todo un himno para los fans de la banda. Impagable, ciertamente, la grandeza del tema. Si no has acabado con la camiseta sudada, gritando al aire y haciendo el "air guitar gili", es que no sientes ni una mierda. Estás más muerto que los tios de los que habla el tema. Carisma y cojones. Kreator puede que sean mejores. Destruction, la verdad, se supieron vender como cafres y gladiadores totales. Pero, vaya, sin duda, Sodom son los más chulos del trio de reyes alemanes. Una panda de chulos, hijos de mala madre. Eso sí, con el talento de mil mentes para parir joyas eternas. Siempre me molaron los "malos". El Kurgan, Dr. Octopus, Green Goblin, Loki, Joker, Lobo, Lex Luthor, Top Dollar, Thulsa Doom...y Sodom. Reyes del mal.

"Turn Your Head Around" (versión de Tank, y bien molona), "Capture the Flag" (medio tiempo marrullero, dotado de un buen par de huevos y una ejecución seminal en el devenir del tema, que a cada segundo se pone más durote y cañero), "Bloodtrails" (otra afrenta en los terrenos "Slayerianos"), "Never Healing Wound" (vuelta a las raices, revistiendo todo el rollete con más "Thrash-punkarrilla". Material muy influenciado por el aura de "Kill'Em All", pero con saborcito final a Sodom), "Better Off Dead" (con sangre Death-Thrash) y "Resurrection" (Venom + Sodom, con unos coritos a lo Priest, dedicada a la memoria del padre de Tom) nos muestran a unos Sodom bien cabreadotes, bien hirientes y con ganas de juerga y masacre. Todo suena compacto y férreo. Sodom no están de broma. Nunca lo han estado.

"Stalinorgel", otro huracán "Thrash-punk", sirve de telonero al último paso de la banda. Un tributito final, y la mar de molón, dedicado a Thin Lizzy, y más en especial a su "Cold Sweat", cierra el álbum del 90, a modo de bonus, con una garra, y magia, total. A Sodom no sólo se les da de muerte reinar en el mundillo Thrash, sinó que, además, los cabrones, saben cagar unas versiones humeantes, con su textura molona y su toque "Angelripperiano", siempre, bien pegado al asunto. Aunque toquen el tema más brillante del mundo, los tios, por lo que sea, siempre acaban ensuciando, de mierda y barro, el invento. Me encantan las versiones "sucias". Cierre cojonudo.

4 cuernos (altos) para "Better Off Dead", disco que marcó el fin de la era más netamente Thrash de Sodom. A partir de aquí, movidas "groovielonas", incluso deathers y punks, empezarían a modificar, bastante, el sonido de los de Angelripper. No obstante, el carrerón de los mamones ha sido, disco a disco, un soberano guantazo. Mala leche y ira "Angelripperista".

Digno sucesor, algo más pequeñín, eso sí, al magno "Agent Orange". Cierre de una era brutal. Inicio de otra.