S.O.D. - Speak english or die

Enviado por Onán el Jue, 01/03/2007 - 20:00
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1. March of the S.O.D. 1:27
2. Sargent D & the S.O.D. 2:23
3. Kill Yourself 2:11
4. Milano Mosh 1:32
5. Speak English or Die 2:24
6. United Forces 1:53
7. Chromatic Death 0:43
8. Pi Alpha Nu 1:09
9. Anti-Procrastination Song 0:06
10. What's That Noise 1:00
11. Freddy Krueger 2:32
12. Milk 1:54
13. Pre-Menstrual Princess Blues 1:20
14. Pussy Whipped 2:14
15. Fist Banging Mania 2:04
16. No Turning Back 0:52
17. Fuck the Middle East 0:27
18. Douche Crew 1:35
19. Hey Gordy! 0:07
20. Ballad of Jimi Hendrix 0:05
21. Diamonds and Rust (Extended Version) 0:05

Pero bueno, quiénes son éstos que abren su disco con una guitarra gorda cual barriga de Bud Spencer que, no contenta con regodearse en su simple sobrepeso, se va cruzando con la batería cada medio compás? ¿Quién ha hecho este extraño efecto musical en 3D que me hipnotiza de esta manera y me incita a romperme yo solo el pescuezo? “Son S.O.D, el grupo paralelo de Scott Ian, el guitarra rítmica de Anthrax”, me dijo el amiguete que me llevaba a casa en coche y había puesto la cinta en su loro, no sin cierta intención proselitista, como buen amante e intérprete que era del thrash y similares.

Pues vamos allá. Me hice con una copia en cuanto pude encontrar quién me lo grabara, y no dejé de escucharlo en muchos meses. De hecho, el disco tenía la extraña propiedad de “arrullarme” por las noches y ayudarme a coger el sueño, quizá debido a que le prestaba la mayor atención y me dejaba agotado. Yo ya sabía de Anthrax, y pronto reconocí en estos sonidos tanto la guitarra de Ian como sus coros gamberros y su estilo veloz en general. Pero Speak english or die, Kill yourself, Fist banging mania, Fuck the Middle East... esos títulos y esas letras tenían algo sospechoso.

Años después, viendo y escuchando entrevistas, supe que se trataba de un grandísimo chiste, un brutal desahogo en clave de humor. Todo estaba basado en el Sargento D, un personaje dibujado por Ian en ratos libres, que venía a ser el fascista militante más indecente y descerebrado del mundo. Así que las canciones que construyó en torno al tal sargento eran políticamente incorrectas hasta la carcajada. Parece ser que hubo quien se lo tomó a mal... siempre hay gente con mal gusto y, sobre todo, con peor humor.

El cantante que se encargó de los berridos no pudo ser escogido con más acierto: el irritante Billy Milano, un insensato e impredecible obeso que en cuanto olía una cámara adoptaba las actitudes más insufribles e incómodas para la convivencia entre humanos, encarnó soberbiamente al Sargento D. Sólo él podía dar empaque a tan inviable personaje. Pero, si bien intuyo que se trata de la última persona con la que me iría a una isla desierta, no puedo evitar dedicarle toda mi admiración: en el arte vale todo, qué coño. La única norma es hacer lo que uno quiera, pero la mayoría de los músicos muestran un mayor o menor grado de pudor ante la audiencia. El único tipo al que he visto cumplir dicha norma a rajatabla es este pedazo de anormal, al que degollaría si un día se acerca a menos de 100 metros de mis hijas. Larga vida a Billy Milano.

Sello
Megaforce