Shok Paris - Concrete Killers

Enviado por Witchfyre el Vie, 26/04/2019 - 01:47
Shok Paris

1. The American Dream (03:22)
2. The Heat and the Fire (04:16)
3. Away Too Long (04:27)
4. Hold Out (04:05)
5. In the Dark (05:04)
6. Get it Right (4:01)
7. Find a Way Out (03:54)
8. Memories (05:22)
9. One War with the World (04:05)
10. Windows (04:23)
11. Concrete Killers (3:43)

Me perdonarán ustedes la licencia, pero lo de estos Shok Paris es un auténtico crimen. Vale que tampoco estaban para haberse convertido en artistas multiplatino, pero merecían mucho más que ser una simple nota al pie en la historia del heavy metal americano. Por no ser, no son ni una banda de culto, estatus que sí que han conseguido otros muchos, menos válidos que ellos. Afortunadamente, plumas (teclas en este caso) mucho más diestras que la mía se han encargado de reivindicar por estos páramos el legado de los de Cleveland, así que poco más puedo aportar yo sobre lo que otros han dicho, seguramente mejor, antes que yo. Aún así, me afanaré en dar mi visión personal de la realidad que a esta fantástica banda le tocó vivir.

No era el mercado americano, por increíble que pueda parecer, el más apropiado para la eclosión de estos muchachos, aunque no estuviesen solos en su propuesta. Curiosamente, la escena yankee de los 80 se polarizó, como todos ustedes sabrán, entre las radiables bandas de hard rock que atestaron ambas costas y una escena mucho menos vendible pero también exitosa, la de los rudos muchachos del thrash metal. De forma poco previsible, el éxito que les fue negado a estos Shok Paris, proporcionalmente mucho más digeribles, sí esperaba a bandas con una propuesta mucho más áspera como fue el caso del tan celebrado Big Four que llegó a alcanzar ventas millonarias (estratosféricas en cierto caso cuyo nombre no quiero ni mentar).

Shok Paris, junto a otros héroes del “underground” como Lizzy Borden, Armored Saint, Leatherwolf, Warrior, Omen, Fifth Angel, Obsession, Malice, Breaker… cogieron la carretera de en medio. Demasiado heavies para la MTV y las hordas de terroristas contra el ozono, pero no lo suficiente para los chicos de tejanos, chupas de cuero y Hi-tops. Su credo no era otro que el heavy metal de siempre, el que pocos años antes habían cimentado las leyendas del viejo continente, pero dotado de cierto músculo propio de la tierra prometida. Desde su ya lejano debut en 1984 habían dejado las bases de su consistente legado bien marcadas. Una dupla de guitarristas herederos de Murray/Smith en la melodía y Tipton/Downing en el riffeo y los solos, galopadas al puro estilo de la doncella, aceleraciones propias de los Accept más heavies y destacando, por encima de todo, un talentoso y personal cantante llamado Vic Hix que a un servidor le recuerda al gran Ronnie James Dio, pero también a otros menos celebrados como Graham Bonnet o el japonés Genki Hitomi.

Pocas novedades en estilo, por tanto, respecto a Go for the Throat y Steel and Starlight. Shok Paris siguen cabalgando entre un heavy metal muy clásico de raíces británicas (The Heat and the Fire o Get it Right) y ciertas exhibiciones de músculo powermetalero (Find a Way out, Concrete Killers), pero en esta ocasión dotan al conjunto de un barniz de ambición que parece querer sacar a la banda del anonimato. Desde temas con una definitiva visión comercial como Hold Out, Windows o la balada Away too Long, el pegajosísimo estribillo de la antes citada The Heat and the Fire (single y buque insignia del disco), hasta la profesional producción de Keavin Beamish (Saxon, Y&T, Cold Sweat, MSG, Leatherwolf…), todo parece querer llevar a la banda un paso más allá que sus dos brillantes, pero algo más amateurs, trabajos anteriores (no le estoy restando un ápice de calidad a ninguno de los dos ya que ambos, y en particular Steel and Starlight, me parecen finísimas obras de heavy/power metal americano). Ahora que cito juntos a Leatherwolf y a Kevin Beamish, es quizás a los californianos a quien más me recuerdan Shok Paris en esa hábil combinación de potencia metalera y clara vis comercial aunque, como todos sabemos, si el éxito alcanzado por la banda de las tres guitarras fue escaso, más pírrico aún fue el que agració la carrera de los de Cleveland.

Cierta anomalía dentro del trabajo puede parecer la contemplativa In the Dark por su carácter más sombrío y levemente progresivo, pero en ese caso las similitudes tampoco se van tan lejos y nos sitúan en la órbita de otro de los referentes obligados dentro de este contexto cronológico y espacial, nada menos que mis amados Queensrÿche.

Poco me queda ya por decir de este Concrete Killers que no haya dicho ya. Si todo esto no te anima a descubrir a una de esas bandas prácticamente desconocidas de las muchas, y muy buenas, que pulularon por aquellos EEUU de los años 80 es que, en realidad, no amas el heavy metal hecho con pasión y elegancia. Considero los cuatro cuernos más que justificados en este caso y no les regateo ni una uña... bueno, una sí, la que corresponde a ese 0,25 que bajan del 8.

7,75/10

- Vic Hix: voces
- Ken Herb: guitarras
- Eric Marderwald: guitarras
- Kel Berkshire: bajo
- Danny Simmons: batería

Sello
I.R.S. Records