Shadow Gallery – Shadow Gallery

Enviado por TenzaZangetsu el Sáb, 27/08/2016 - 05:30
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1. The Dance of Fools - 7:36
2. Darktown - 9:12
3. Mystified - 7:09
4. Questions At Hand - 6:55
5. The Final Hour – 5:07
6. Say Goodbye To The Morning - 6:51
7. The Queen of the City of Ice - 17:10

Y nos encontramos una vez en lo que muchos llamamos La Isla de los Álbumes Singulares. ¿Qué son éstos? Ésos trabajos musicales que sólo nos conseguimos aquellos que hemos pasado tanto tiempo indagando, buscando y, por sobre todas las cosas, escuchando álbumes que, después de un tiempo, damos con estas pequeñas maravillas que le alegran el día a cualquiera. De eso se trata al final del día: de entretenernos con buena música y sorprender a nuestros oídos.

En esta ocasión, chicuelos, nos vamos a la ciudad de Pennsylvania en Estados Unidos para dar con una de esas agrupaciones que han quedado, de forma bastante clara, apartadas en el trasfondo del firmamento del Rock/Metal Progresivo. Y es que cuando se mencionan a los precursores de la metalización de lo hecho en los 70s por Genesis, Yes, Rush o King Crimson, se menciona a Queensrÿche, Dream Theater, Fates Warning o a los grupos de “2da generación”, a falta de un mejor término, como King’s X, Symphony X e incluso Opeth en una vertiente más radical; pero los de Shadow Gallery, por motivos de carencia de repercusión mediática, son dejados en tercer y cuarto plano. No pasa nada. Es la costumbre del mercado y uno, en este punto de su vida, entiende que no todos los grupos tienen el reconocimiento merecido. Fin de la queja.

Eeeeen fin, estos norteamericanos datan desde mediados de la década de los 80s donde dieron sus primeros pasos como una banda de covers -Rush, Yngwie, Maiden, etc.; hasta Yes, si no me equivoco- y que posteriormente se cambió el nombre a Shadow Gallery, inspirado por el escondite del protagonista del comic V de Vendetta (que luego se convertiría en el 2005 en un pedazo de película, por cierto). Aunque la banda nunca se hizo un nido en el mercado y fueron un grupo de estudio hasta el 2010 cuando comenzaron a hacer conciertos –un tema que siempre se les ha dificultado-, su mezcla de Rock Progresivo de los 70s, influencias neoclásicas de Yngwie y ese toque metálico que, sin dudarlo, tuvo una incidencia en las primeras composiciones de Symphony X, hace que sus oyentes no se sientan indiferentes tras escucharlos. A Shadow Gallery los amas o los odias; no hay término medio con estos muchachos.

En ese espíritu de curiosidad, de concientización, hay que abordar este debut homónimo de Shadow Gallery: como una aventura sonora donde hay lugar para el Metal, para las melodías casi edulcoradas (pero de buena manera) y el buen hacer de un cúmulo de músicos que son unos cracks en sus instrumentos. Normal: es una máxima del Progresivo, pero hay que valorar la dedicación de quien se esfuerza tanto para amaestrar su instrumento. Y créanme que estos tipos saben lo que hacen.

Luego de ver esa portada tan épica, tan ochentera, si nos sinceramos, y con un toque más Power Metal que cualquier otra cosa, nos agracian para escuchar el contenido sonoro del álbum que los vio nacer. The Dance of Fools es la primera en darnos la bienvenida y ya de una vez escuchamos y nos percatamos del danzar de la instrumentación, que es vivaz y de un aura bastante optimista. Esto es 1992: el auge del Grunge, el Death Metal y del Thrash Metal más comercialmente accesible; no había mucho lugar para este tipo de florituras instrumentales como el lucimiento de Chris Ingles en el teclado/piano en esta canción y en todo el álbum. Por el otro lado, para complementar unas melodías tan aterciopeladas y sutiles, la voz de Mike Barker es un gusto adquirido y siempre me ha servido como el punto conector entre esta banda y Yes; sus vocales me recuerdan fuertemente a la de Jon Anderson y realmente resalta la influencia de la banda británica en estos gringos. En cuanto a la canción, por más técnica e instrumentalmente extraña como parezca, es una pieza bastante melódica y servirá para obtener una percepción clara de la propuesta más accesible de la banda: será en futuras composiciones donde proveerán el Metal, que sé que es para lo que vienen muchos de ustedes.

Extendiendo lo que dije en el último párrafo, una característica principal de Shadow Gallery (al menos en esta obra) es su habilidad para erigir piezas extensas y complejas, pero siempre siendo musicalmente sanas y fluyendo con una naturalidad que, a ciencia cierta, es muy difícil de lograr. Darktown es eso mismo: una canción extensa, de casi diez minutos de cronometraje, pero que se mueve con un desparpajo y una grandilocuencia que uno no puede evitar ceder a su elegancia. Reconozco que quizás un fan de tendencias musicales más agresivas no simpatice al instante con este álbum (y el grupo) pero uno, que ya ha realizado su proceso de inmersión a bandas de esta naturaleza, no puede evitar sentirse atraído por el fenomenal trabajo en la guitarra de Brendt Allman: el tipo se vale de TODO en el álbum y hace gala de una infinidad de recursos durante el mismo. Lo mismo hay que decir de Chris Ingles, quien es otra de las estrellas del show y, a mi criterio, junto de los primeros precursores, junto a Jens Johansson y Kevin Moore, en devolverle al teclado un rol realmente protagónico en el Rock/Metal. Sólo escuchen el pasaje instrumental al final de la canción donde Allman, Ingles y Ben Timely, el baterista invitado, se baten a duelo y se lucen completamente. Notable.

Mystified es más tenue y tranquila y así se nos dibuja desde su arranque; es una canción donde se demuestra ese toque tan neoclásico, tan “medieval”, que demostraría Michael Romeo con sus colegas de Symphony X o los fineses de Stratovarius en sus baladas. Barker se aprovecha de su falsete y también hace uso de las harmonías con las voces de fondo, que va a ser una constante en todo el trabajo, como tal vez ya habrán percibido; reitero que tal vez sea el aspecto que más costará en aceptar de la obra. Su cierre va ganando intensidad y finiquita con una clase, un porte, que es bastante gozador. Éste es un grupo minimalista y que se disfruta en los detalles, por más ínfimos que éstos puedan llegar a ser: ésa es la belleza de Shadow Gallery; ésa es la belleza de Mystified.

El siguiente tema apesta a Yngwie de los 80s entrelazado con el Metal Progresivo más arquetipo de la época; Questions At Hand puede que sea la composición más user-friendly de todo el asunto y la que sirva para adentrar a alguien que desee escucharlos. Es la canción con la estructura más clara y donde Allman se basa en riffs más típicos y afilados, Barker se despacha algunos agudos a lo Halford versión hippie y Timely –quien algunas malas lenguas dicen que es en realidad una máquina, pero nunca se ha confirmado el rumor- para generar un tema que en su segunda parte se vuelve místico, mágico y levemente barroco. The Final Hour prosigue donde se quedó Questions At Hand y he de decir que es la canción que menos me atrae del álbum; es la pieza que menos me dice de todo el invento y aunque hay un buen esfuerzo instrumental –vamos, como en todo el álbum-, no termina de convencerme. Repito: ése soy yo y siempre invito a los lectores a que oigan la canción para crear sus propias opiniones. Que al final uno está haciendo esto por pasión y los sueldos multimillonarios que nos dan por ser reseñistas.

Como si llegáramos a una suerte de paroxismo musical, Say Goodbye To The Morning, con su andar majestuoso y cuasi sinfónico, sacude nuestras fundaciones tras la última canción y es que es una de las composiciones más enrevesadas y vistosas de todo el álbum. Aquí creo que la banda da en la tecla con su fórmula y todos sus ejecutantes se lucen; hay pasajes donde cada uno de ellos deja entrever su capacidad. Grupos los ha habido mejores, más certeros y más capaces; pero hay que reconocerles algo a los de Shadow Gallery: supieron tomar el espíritu de los titanes Progresivos de los 70s, amalgamarlo con las influencias que ellos apreciaban de los 80s y crear una propuesta que, aunque sería desarrollada quizá de mejor manera por agrupaciones más importantes, sabe entretener y que da cabida para la experimentación. Éste es un álbum atrevido para los estándares de la época en la que fue desarrollado (1992); pocas bandas hacían canciones como éstas por esos años.

Y el gran final, citando a Blackie Lawless en The Crimson Idol (del mismo año que este trabajo, por cierto), está aquí. La bomba atómica sonora que nos tenían preparada para despedirse de nosotros y dejarnos, en un súbito ataque de inspiración musical, anonadados. Porque es imposible que un grupo que se precie de ser Progresivo haga un álbum sin esa composición extensa, compleja y hasta desafiante para que uno escuche, piense, internalice y sienta que ha vivido algo irrepetible. The Queen of the City of Ice es todo lo que pueden esperar de un tema de esta índole y más: tonalidades épicas; melodías que te arropan y que son cambiantes; músicos en plan “mostremos quién es el puto amo”; todo eso perfectamente mixturado para elevar a esta canción a planos superiores. Ya con su introducción, que casi susurra la frialdad de su título, te sumerge en su esencia y en su ambiente; es una canción que hay que saborear y apreciar poco a poco, sin apuros. Escuchen y disfruten esa pieza por lo que es: un viaje musical diseñado para su divertimento.

Valorado, reseñado e internalizado tras sus respectivas escuchas (o al menos eso espero que hayan hecho, niños), hay que llegar a la conclusión: ¿Es el debut homónimo de Shadow Gallery un buen álbum? Yo creo que sí y ahí podríamos quedar, pero sé que quieren un poco de argumentación, ¿verdad? ¿No? Bueno, de todas maneras me gusta escucharme, así que aquí va: Shadow Gallery es un trabajo serio, vasto en detalles, hecho por un grupo de músicos top y que a pesar de su virtuosismo no es renuente a la melodía, el gancho o al ser accesible cuando el momento lo amerite. Aunque también es cierto que toma su tiempo para valorar en su entereza, creo que se darán cuenta que no será tan largo como se imaginan; hay álbumes que a uno servidor le tomó años en valorar (no diré nombres, pero los que ya me conocen por aquí se pueden hacer una idea).

En conclusión: grandes canciones y grandes músicos. Gran álbum. Listo. Ahora, si me disculpan, me iré de esta isla y me pueden encontrar en el bar de El Portal: pueden venir a conversar, pero para beber hay que tener carnet. Hagan su fila.

Cuatro cuernos (bajos, pueden ser tres altos, dependiendo de mi humor) para el debut homónimo de Shadow Gallery. Que Lemmy bendiga a la La Isla de los Álbumes Singulares. ¿Dónde estaríamos sin esos trabajos?

• Carl Cadden-James − Bajo, voces de fondo, flauta, bajo (freetless)
• Brendt Allman – Guitarra acústica, guitarra eléctrica, voces de fondo
• Chris Ingles – Teclado, piano
• Mike Baker – Vocales
Invitados:
• Gary Sloyer – Efectos
• Ken Sloyer – Narración en tema 7
• Rich Lewis McCorkel – Narración
• Ben Timely – Batería, percusión
• John Cooney – Batería adicional
• Lianne Himmelwright – Voces de fondo

Sello
Magna Carta Records