Sepultura - Chaos A.D.

Al final, lo que molaba de los Sepultura en los noventa eran las versiones que se marcaban. ¡Policia de Tita´s! ¡Orgasmatron de Motörhead! ¡Aquellos bootlegs italianos tan repletos de ellas!Qué tiempos...

Será por eso que mi canción favorita del Chaos AD, (y de toda su carrera, si nos ponemos)sea The hunt, de New Model Army. Rebuscadillos los colegas, sí, pero merece la pena. Y esta vez la versión en estudio, nada de bootlegs.

El caso es que en su día, cuando el tema se compuso, incluía melodía de voz, pero Max Cavalera no solía cantar, sino que emitía su gruñido-rapeo tan contundente y característico. Así, el resultado en el The hunt sepulturero fue de lo más curioso: gruñido-rapeo-entonado. Toma ya.
Aparte, sustituyeron el barullo original de guitarras limpias por una cera como dios manda, poniendo a la original un poco en evidencia en ese sentido. Eso sí, conservando la magistral combinación de acordes. Lo mejor de cada casa; un temazo, vaya. Lástima que luego no hubiera huevos a tocarla en directo; o más bien a cantarla.

Y lástima que no es oro todo lo que reluce, y que el álbum también tenga morralla para aburrir. Nomad, Clenched fist, o Amen son especialmente lentas y bastorras, y otras tienen cachos que se las traen, incluso los hits. Y es que fuimos no pocos los que sentimos decepción con el tipo de sepulturismo que se inauguraba en aquella época, porque nos los habían cambiado. Las letras antaño nihilistas-satánicas tan entrañables pasaban a ser una especie de crítica social mucho más sosa; la reducción de velocidad mencionada, hasta parecer una burla de sí mismos; las guitarras y batería que cada vez pasaban por menos sitios...
En fin, que preferíamos nuestro thrash correoso de toda la vida, a los nuevos derroteros pseudo-industriales.

De todas formas, el disco tiene más puntazos que la enarrada versión, como la hardcoriana Biotech is Godzilla, o Refuse/ resist; y sonaba de la hostia, al menos para la época. Pero poco más.

Quizá es uno de esos discos que uno escucha hasta el empacho, y un día se pregunta el por qué. Que hubieran sacado uno de versiones, leñe.

Les doy un seis, y gracias.