
1. Road Warriors
2. Crematory
3. Sarcastic Reborn
4. Thrash Tonight
5. Love At First Sight
6. The Krüger Story
7. Fate
8. Runaway
Thrash eslovenio, nene. Patadón, y del que deja marca, en la cojonera.
Movida altamente influenciada por Slayer, Exodus o Testament, y por su contrapartida teutona (Sodom y sus discipulos). Un deleite para el amante del buen follón. Mendas que se lo llegaron a currar en directo junto a titanes del calibre de Motörhead, Sepultura o Kreator. Imagina.
Nunca pasaron del universo underground, no son nadie para el seguidor férreo de Metallica o Megadeth. Pero no engañes, colega: Sarcasm son la polla y su debut, "Crematory", una vacilada de nivel. Grotesca, sucia, maleducada...pero pegadora a rabiar, irosa, tremebundamente cabrona.
La mascota del grupete, un demoníaco sosías del Eddie maidenesco, y que ha decapitado al mismísimo Freddy Krueger (¡Y con su propio guante!), nos recibe. Satanismo de saldo, mucha maldad, rifferío insano y diversión locuela. La ilustración, poco esmerada, fanzinera a muerte, destila encanto. La movida me huele bien.
Y, ahora, a vibrar con buen Thrash-Speed.
Una intro, a lo "Halloween 3", y ya se nos lanza encima "Road Warriors", el primer himno. Heavy-Speed-Thrash crudote, saltarín, con bastante espíritu de los Sodom más punkies y adrenalíticos. Y, claro, si a todo ello le sumamos una base rítmica densa, unos coretes anthraxiano-hardcoristas, un solista currante y un vocalista rasposo-mamón, un tio que, aún limitado, sangra por el grupete, no puede haber queja.
Seguimos para bingo: "Crematory" (similar a "Road Warriors", conteniendo el mismo tipo de naturaleza crudo-riffera, hardcoristo-épica), "Sarcastic Reborn" (instrumental cojonudote, adictivo, muy de la era, venomisto-bay arenista), "Thrash Tonight" (puro headbangind) y "Love at First Sight" (una baladita que descoloca, más que nada por el poso salvajote del resto del disco, pero que, poca coña, mola). Cuatro temas que dejan constancia de la fuerza, de la potencia, de la banda. No inventan nada, pero ese tono que utilizan, ese poso garajero, sumado a unas pelotas de toro, se disfruta como lo que más.
Un bajo cavernícola abre "The Krüger Story", track vacilón que vuelve al reino Thrash y directo, al feudo del dolor y el arrase. Lääz Rockit en plan zombies, podridos, sin la mínima educación, pero con solazos y cabalgar made in Power teutón. Una suma de energías de primera calidad. Y con un tufillo a callejero, a meados, a entrepierna sudada, que tira de espaldas. Escuela pública, familia desestructurada, drogo-dependientes, eslovenios, en paro (músicos, que equivale a lo mismo), enfurruñados, adictos a crear dolor...unos perlas, vamos. Pero acojonantemente certeros, cargados, y en dosis elevadas, de carisma, de furor guitarrero, de fuerza. Seis temitas, seis costillas rotas...pero sonrisa de oreja a oreja.
Turno de la impagable "Fate", que nace como salmón y se acaba convirtiendo en tiburón, subyuga. Intensidad, calidad, personalidad y oscuridad. Otro cojonudísimo híbrido Power-Thrash. Mi tema predilecto de la banda. Un himnazo. Un cañonazo mega-molón.
"Runaway", que cierra disco, y que no es una cover de los Bon Jovi, viene a matarnos. Hemos aguantado martillazos, dentelladas, disparos y ataques de sierra caradecuerescas. Joder, hasta el puto Freddy se ha pasado por el disco para darnos un buen zarpazo pesadillesco. Pero nada podemos hacer contra el bloque metálico que se aproxima. Una montaña, y cayendo (y a dos metros de nosotros). Estamos jodidos. Aplastantes perros riffero-carnívoros que, normal, finiquitan el trabajo no dejando testigos. Profesionales.
4 cuernos (bajos) para "Crematory". Thrash-Power-Speed recomendable al 100%.
Malas maneras y ojo de lince. Buena combinación para ser músico-asesino. Trabajazo encantador.
Osim Čehić: Voz
Aleš Blaznik: Guitarra
Matjaž Hudobivnik - Hudoba: Guitarra
Sandi Dolinar: Bajo
Matjaž Kacin: Batería