Saligia - Vesaevus

Enviado por MetalPriest el Lun, 18/10/2021 - 20:05
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1. Ashes
2. Malach Ahzari
3. Poison Wine
4. The Feather of Ma'at
5. Draining the Well
6. A Nuisance
7. Vesaevus

Continuamos con la escena de Trondheim. Y hoy le toca a una de las agrupaciones que lleva aportando material con más regularidad de toda aquella camada.

Fundados entre 2006 y 2007 (momento mágico para el Nidrosian Black Metal), Saligia demostraron ser unos notables corredores de fondo, ya que hasta la fecha sacaron tres demos, tres álbumes de estudio y un EP. Por otra parte, desde 2013 trabajan de la mano con Ván Records, con todo lo que eso conlleva. Gran parte de las bandas de la escena de Trondheim orbitan alrededor del sello Terratur Possessions pero… ya sabemos que a su vez Terratur hace lo propio con Ván. Desde luego al sol de hoy llama más la atención lo que trae el sello noruego que el alemán pero no se puede negar que la alianza de ambos conforma una de las más poderosas fuerzas dentro del Black Metal europeo actual.

Hablaba de corredores de fondo porque Saligia no han llegado a destacar de manera decisiva con ninguno de sus álbumes de estudio; buenos trabajos todos ellos sin duda… pero en una situación como la que nos presentó el nuevo siglo con diversas escenas floreciendo a lo largo y ancho del orbe, lo “bueno” o lo “notable” rara vez basta para descollar por sobre los demás. Este es el caso de Saligia en alguna medida. No pretendo quitarle importancia a la obra de Ahzari (ex-Fordervet, Beyond Man, Tragediens Trone), de hecho me parece uno de los músicos que más ha hecho por la escena nidrosiana junto a Luctus, HBM Azazil, ⷚ o Steingrim Torson. Lo que sucede quizás es que su timbre de voz no está hecho para el paladar de todos… y lo mismo podría decirse de la esencia de Saligia por lo general.

Como el resto de la escuela de Trondheim, la banda de Ahzari tomó como hoja de ruta el De Mysteriis Dom Sathanas de Mayhem, pero a su vez fueron aplicando otras influencias de diverso pelaje que se mueve ya no solo dentro y fuera de su propia escena geográfica o incluso nacional, sino también fuera del Black Metal. En el caso concreto de Vesaevus (2019), y esto es algo que se puede encontrar también en el previo Fønix (2015), se advierten unas maneras, unas musicalidades que nos remiten al Heavy Metal británico más oscuro, siniestro y retorcido. Hablo pensando especialmente bandas como Satan. Pero a su vez, Saligia crea un sonido con identidad propia, que tal vez no sea precisamente la segunda venida de Euronymous a la Tierra pero que sí puede resultar distintivo, identificable y mágico.

Desde luego, esta gente fue madurando de lanzamiento en lanzamiento. Si bien su idea más primitiva estaba relacionada con los siete pecados capitales (de ahí proviene el nombre de la banda: Superbia, Avaritia, Luxuria, Invidia, Gula, Ira, Acedia), la cosa fue evolucionando por derroteros algo más elaborados, relacionados con la muerte, el cambio y la evolución del nihilismo a lo “ilimitado” (supongo que en referencia al “Übermensch” de Nietzsche, no sé). La cosa es que… si bien en su anterior Fønix ya estaban demostrando una mejora bastante evidente respecto a Sic Transit Gloria Mundi (2011), en este Vesaevus atinan un poquito más si es posible y nos ofrecen un lanzamiento más maduro, versátil, llevadero y asequible. Cuarenta y pocos minutos de un Black Metal retorcido, clásico, herrumbroso mas a su vez limpio, memorizable y catchy.

Si bien en Fønix arrancaban de una manera un tanto torticera con aquel “In the begi-i-i-i-inning there was life and death…” a salto de mata, en Vaseavus el asunto abre con un órgano y unas siniestras notas de guitarra que preparan un poco más el terreno para la lírica de Ahzari. “I seek for no forgiveness…”. Ashes es uno de esos despegues para un álbum que realmente se pueden calificar de sublimes; dedicándole dos minutos y pico a la opening para ir creando ambiente para, finalmente, a partir de ahí liberar la descarga. Decidme si esas guitarras que aparecen a partir del minuto 2:15 no os recuerdan a las de Tippins y Ramsey. Blackerizados, sí… pero ahí hay un parecido la mar de evidente.

A partir de aquí todo toma un ritmo demencial con Malach Ahzari (tremendos sus minutos cuatro y cinco) o el vaivén de Poison Wine con sus arpegios tan ortodoxos y ese piano sazonando la pieza para luego estallar cuan tormenta. Saligia saben jugar con los ritmos. Tanto les da arrancar disparados o a paso fúnebre, que sabrán dar desarrollo a sus canciones sin forzar la situación en lo más mínimo. Sobre The Feather Of Ma'at (La Pluma de Ma’at) conviene recordar un detalle: Ma’at es una diosa egipcia que, como una especie de San Pedro a las puertas del Cielo, hace una criba a la entrada del paraíso. Si el muerto ha sido justo y honrado en su vida, su alma o corazón pesará igual que la pluma de avestruz de Ma’at en la balanza y este podrá acceder a la vida eterna, si resulta pesar más que esta pluma… entonces Ammit (una criatura con cabeza de cocodrilo, la parte delantera de león y trasera de hipopótamo) devorará al muerto y fin de la historia. Vesaevus transcurre de manera tremenda hasta su desenlace con la canción que da nombre al álbum, la cual aporta el broche final al LP con una de sus composiciones más emotivas, poderosas e intensas del lanzamiento.

La portada, obra de la artista lituana Izzy (One Tail, One Head, Fides Inversa, Beyod Man), es uno de los factores que en primera instancia pueden llamar más la atención por su precioso diseño. Pero claro: eso es tan solo la punta del iceberg, porque luego viene lo que viene… aquello de lo que hemos estado hablando aquí. La producción y mezcla corrió a cargo del propio Ahzari (al igual que prácticamente todo lo demás a excepción de la percusión), y el proceso de grabación fue realizado en el transcurso de nueve meses, lo cual es indicador del nivel de dedicación empleado para este lanzamiento. Todo se ha pulido y perfeccionado hasta el límite.

De lo más destacable que nos ofreció el Nidrosian Black Metal en los últimos coletazos de la década pasada junto con el tremendo Ebony Tower. Un 8,5.

Ahzari : voz, guitarras, bajo, letras, producción, mezcla y diseño.
V. : batería.

Músicos de Estudio:

Monica Ramfjord: voz adicional en track 7.
Skard: voz adicional en track 1 y letras en track 5.

Sello
Ván Records