
1. Distant Early Warning - 4:56
2. Afterimage - 5:03
3. Red Sector A - 5:09
4. The Enemy Within (Parte I de Fear) - 4:34
5. The Body Electric – 4:59
6. Kid Gloves - 4:18
7. Red Lenses - 4:43
8. Between The Wheels - 5:44
Esta es una de esas reseñas donde siento la presión de la responsabilidad que se me está concediendo. Porque esta es una de esas ocasiones donde no estamos lidiando con una mera conglomeración de canciones. No, señores. Estamos trabajando con testimonios de una visión afligida por la desgracia y la barbarie que rodea nuestro mundo. ¿Quiénes compartirían una metodología de pensamiento tan peculiar, cuando en nuestro feudo es más común tratar con la brutalidad como una herramienta de destrucción y no de introspección? Hay que congratular a un trio canadiense que simboliza para mí la integridad musical: Geddy, Alex y Neil. O como son más conocidos: Rush.
Rush simbolizan la epitome de la rebeldía en la escena rockera y metalera. Toda la rebeldía y actitud de ir contra la corriente fluye por las venas de estos tres artistas canadienses. ¿Saben por qué? No se meten con nadie, no critican a nadie, no hacen escándalos, no hacen videos ridículos y no recurren a vertientes oscuras para su música. ¿Qué es más rebelde que eso en el feudo metalero? ¡Y triunfaron así! Cuando ves a Alex, Geddy y Neil vestidos como personas normales y tocando música que millones desearíamos tocar, nos damos cuenta que estamos ante uno de los miembros más altos del Pabellón de Dioses Metaleros. Rush no solo son el ente Progresivo por excelencia (en fama, porque en calidad solo son superados por mis Dream Theater, los discípulos más aventajados de estos maestros) sino también un testimonio de integridad musical, siendo capaces de transmutar su sonido con el pasar de las décadas sin perder un ápice de calidad y fuelle en la escena. Rush siempre han vivido en su pequeño mundo particular, hecho a su medida y a su visión artística. Todo sin recurrir a maniobras francamente ridículas y paupérrimas de otras entidades, en especial en estos años 80s, época del álbum que nos reúne.
No se puede hablar de este grupazo sin mencionar las tres personalidades que lo conforman. Casi cuarenta años juntos…creo que ningún otro grupo ha podido mantener una alineación por tanto tiempo y mucho menos a tan buen nivel. Ya sea la voz pura y cuasi angelical de Geddy y su mágico bajo, los destellos de brillantez y talento de Alex en la guitarra o como Neil hace posible lo imposible en la batería, la banda de Canadá nos demuestra que nacieron para hacer música. Rush (y sus tres miembros) merece todo el éxito que han recibido y son una de esas afortunadas anomalías en el panorama del Heavy Metal, donde podemos vislumbrar a tres leyendas haciendo trabajo tras trabajo de calibres impensados. Cierto, hay algunos más sólidos que otros pero siempre manteniendo una ética laboral y un poder creativo envidiables. ¿Cuántas veces escuchamos la palabra “profesionalismo” en el Metal? Muy pocas veces. Pero estos señores merecen una condecoración por ser un ejemplo de profesionalismo en todo el mundo de la música.
Y aun así, hay personas que tiene la osadía de criticarlos, al igual que a muchos poderosos grupos de la vertiente Progresiva. Que si son poco pesados, que no les gusta la voz de Geddy, que sus primeros álbumes son muy largos y tienen arreglos obscuros…ya saben, las típicas quejas de un sector de inadaptados musicales que no aprecian en su entereza las proezas de estos caballeros. Caballeros del Rock, señores. Uno de esos accidentes milagrosos que cambiaron nuestra movida para siempre. Que Dio bendiga a estos genios por ser quienes son. Y que bendiga este magnífico Grace Under Pressure.
La banda, situada en el movimiento Synth Pop de la década, lograba un giro de tuerca a su sonido virtuoso y complejo con una unificación de complejidad y accesibilidad. Tal vez ya no harían obras maestras de más de veinte minutos pero eso no disminuía en absoluto el exquisito Santo Grial Progresivo Rockero que es el santificado sonido Rush. Con solo ver la portada, una obra de arte rica en matices y colores, produciendo una de las portadas más hermosas y puras que haya existido, sabemos que vamos a escuchar un mundo aparte, unos temas que vuelan según su propio viento y sus propias normas. Rush no son, en absoluto, un combo pesado o agresivo. Lo suyo es un sonido melódico, preciosista y puro. Esta última palabra es casi una blasfemia en el Metal pero es así: Estos canadienses poseen una estructura musical que resulta en algo entrañable, emocional y pacífico. No vas a salir enojado o sediento de sangre como el Conde Drácula pero te llegara al corazón por la sinceridad con la que estos tres caballeros hacen un manojo de clásicos de Rock puro y sin diatribas. Solo genuino sentimiento. Si agregamos que el uso de los sintetizadores está totalmente balanceado con la guitarra de Alex, sabemos que el álbum no llegará a una cumbre de saturación. La batería del siempre increíble Neil Peart tiene el característico estilo de los años 80s, donde sientes cada golpeteo, cosa que funciona a las mil maravillas con el ambiente pulido y cristalino de la banda.
Todos los sucesos que afectan la vida de millones en el planeta llegan a afectar el corazón de un individuo tan sensible como puede llegar a ser un letrista. La guerra fría, la creciente pobreza, la constante amenaza nuclear, pare de contar…todo esto afecta a alguien como Neil Peart y hace lo que mejor sabe hacer (además de ser uno de los mejores músicos que ha conocido la humanidad): escribir letras. Las liricas de Grace Under Pressure son de las mejores que ha hecho la banda, describiendo con pericia y una prosa exquisita las vicisitudes que afligen el porvenir de la humanidad. Dista de lo que hacían varios grupos de Thrash, ya que lo que estos señores hacen es enfocarse en el factor humano y como somos afectados por estos eventos, mientras que distintos fenómenos de la época como Metallica, Megadeth, entre muchos otros, se basan en el tema de la brutalidad y deshumanización del espíritu corrupto. Ambos conceptos son lucidos y atrapantes, pero el aplicado no por los canadienses no ha sido usado tan a menudo como el pregonado por las huestes de James Hetfield y Dave Mustaine, respectivamente. Ustedes saben, eso de tirar pinta de tipos rudos. Mejor que te atrapen escuchando un álbum de Sepultura que de Rush, ¿no? Puras patrañas que deberíamos erradicar del credo. Vamos a ver qué hace este súper talentoso trio con su obra ochentera, futurista y distópica. Conceptos hechos antes y después pero este está siendo ejecutado con la distinguida marca Rush. Y sabemos que eso pesa y mucho.
El primer tema en esta pequeña maravilla futurista se llama Distant Early Warning y Lifeson hacen un riff melódico, con Peart activo con la baquetas. Los teclados aparecen rápidamente en un tema lento pero que con la llegada de Geddy en las vocales, sabes que ira en ascenso. Los sintetizadores dan esa aura de sofisticación tan necesaria en el sonido pulido de la banda y el vocalista entona muy bien las brillantes de Neil. El estribillo es movido pero no desentona con la estructura de la canción. No es el mejor opener de todos los tiempos pero tampoco desmoraliza al oyente para continuar. Al contrario, es un buen tema, si gustas de la mezcla de Rock con Synth Pop (más te vale que te guste ese estilo, si quieres adentrarte en todo este trabajo)
Ya aceleran el ritmo y el nivel con Afterimage. La guitarra de Alex está ágil y los teclados acentúan la exquisita melodía con una labor remarcable. Geddy suena apasionado y vive las letras sobre la pérdida de un ser querido. La guitarra gana predominancia con el pasar del tema (siempre bajo el marco de Rush) y los teclados hacen una melodía brillante. Neil se mantiene en su propio mundo de proezas de batería particular y el bajista hace de las suyas en las vocales, con una interpretación excepcional. Un gran solo de guitarra, lleno de melodía y riqueza en talento, como es costumbre de Alex Lifeson. Un gran tema, siendo una de mis piezas predilectas de la banda y que debería ser tocada siempre.
Red Sector A me recuerda en su porte y como se erige a lo que haría el combo en 1991 con el tema título de Roll The Bones. Es casi un precursor. Fenomenal arreglo de teclados, sonando casi sinfónico y la impronta del trio de agregar elementos de Reggae a su estilo. Como todo lo que cubre este trabajo, es una pieza altamente melódica pero no carente de calidad. Aparte de la excelsa labor de los sintetizadores, destaco la voz de Geddy, que suena muy bien durante todo el trabajo.
La siguiente me hace pensar automáticamente en el trallazo The Enemy Inside de mis Dream Theater, por su nombre que es The Enemy Within. Eso sí, más diferentes no pueden llegar a ser. En lugar de un potente cañón metalero, estamos lidiando con un accesible y simplón (pero simplón en el buen sentido) corte de gran factura. Lo que si carece, lastimosamente, es de elementos que sobresalgan en la ecuación de la pieza. Digo, Neil hace unas partes de batería entretenidas pero es lo que más puedo llegar a destacar. Es un buen tema pero está falto de un cierto factor X para exaltar al oyente.
La cosa cambia bastante con el ritmo ochentero de Neil y el bajo característico de Geddy en el inicio de la magnífica The Body Electric. Aquí la producción súper pulida y composición precisa funciona con grandes resultados con la temática robótica del corte. El estribillo es una de las más grandes líneas que haya sido escrita por cualquier ser humano, tal vez una prueba fehaciente de que este trio no es de este mundo: “1001001” ¡Eso es todo! Y es una maravilla, no tengan duda de eso. El final sube un poco el nivel de intensidad, con una gran interpretación de cada uno de los miembros. Uno de los mejores temas de la banda y que me fascina cuando sale en mi computadora. No llegan a las altísimas cuotas de virtuosismo de sus primeros trabajos pero no lo necesita. Cuando se es un genio, se tiene más de un recurso.
Kid Gloves navega entre esa mezcolanza de Hard Rock, AOR y Synth Pop que estos caballeros hacen tan bien y que aquí no falla. Con energía e inquietud, el tema te mantiene interesado de principio a fin. La guitarra de Lifeson hace unas secciones atrapantes y Neil mantiene un ritmo movido para que Geddy se luzca en el estribillo, coronando una gran muestra de esfuerzo colectivo. Cada miembro es invaluable y lo hacen notar en cada trabajo. En la sección media hay un cambio de ritmo para que Alex Lifeson se luzca en su guitarra y Neil ataque con mucha pericia a su batería. Aquí notamos las raíces progresivas de Rush, arraigándose como los sempiternos cimientos de la hermosa escultura sonora que es la música de esta banda.
La siguiente ofrenda de los canadienses es Red Lenses y esta mantiene la estela de medio tempo y composición relajada. No se trata de la velocidad o pesadez, sino de la calidad. Una vez más, me gustan mucho esos teclados muy de la época y el Neil inquieto mientras Geddy canta. No diré que es una masterpiece pero posee muchos cambios de ritmo que te mantendrán escuchando. Es el corte más progresivo del álbum e irónicamente, desentona por eso mismo. Ya que este álbum, de progresivo tiene poco. Pero tiene. El final va subiendo el nivel pero nada que te vuelva loco. Una canción decente, a mi parecer.
Finalmente, llega Between The Wheels. Yo diría que es un muy buen tema, en especial por la performance vocal de Geddy y el lucimiento rutinario de Neil con las baquetas. Pero, como puede llegar a suceder en ciertos álbumes, te deja deseando un final más rimbombante, de esos que recuerdes toda tu vida. Es un corte gozador, siguiendo la estela de medio tiempo del trabajo pero no me llena por su posición en este Grace Under Pressure.
Este no es un álbum para el metalero promedio. Es más, Rush en general no lo son. Este trabajo está sembrado con las bases musicales de toda la vida por parte de los canadienses y fue inyectado con influencias de la época para un resultado final que yo, en lo personal, disfruté mucho. Es un álbum melódico, que no recurre a largas épicas o piezas de arreglos extraños pero tiene gancho y calidad. Solo que va a necesitar escucharlo con paciencia y apreciar la joyita que tienes enfrente de tu persona.
Este álbum fue altamente promocionado, contando con cuatro videos: Afterimage, Distant Early Warning, The Body Electric y The Body Electric. Disfruten.
Cuatro cuernos (bajos – medios) para Grace Under Pressure. Un trabajo injustamente menospreciado en el extenso y notable catálogo de estos caballeros del Rock.
• Geddy Lee – Vocales, bajo, sintetizadores
• Alex Lifeson – Guitarra, sintetizadores
• Neil Peart – Batería, percusión