
1."Queens of Noise" - 3:27
2."Take It or Leave It" - 3:27
3."Midnight Music" - 2:52
4."Born to Be Bad" - 4:32
5."Neon Angels on the Road to Ruin" - 3:28
6."I Love Playin' with Fire" - 3:20
7."California Paradise" - 2:55
8."Hollywood" - 2:57
9."Heartbeat" - 2:50
10."Johnny Guitar" - 7:14
Las “Reinas del Ruido”, las californianas The Runaways, lanzarían su segundo y último disco con su vocalista original Cherrie Currie en 1977, poco antes de que abandonara la formación tras la gira por Japón, debido al abuso de drogas y las peleas con el resto de las integrantes, sobre todo con Lita Ford.
“Queens of Noise” es el mejor LP de la banda y la verdad es que tras la marcha de la blonda cantante, algo de magia y encanto se perdió. Lanzarían dos álbumes más con Jett como vocalista principal, que son buenos, pero no superan a éste ni de lejos.
La versión oficial fue que se separaron por diferencias creativas entre Joan Jett y Lita Ford, sobre todo cuando ésta y Sandy West empezaron a componer canciones en el último disco, cosa que no le gustó nada a la morena, acostumbrada a tener el monopolio de la música. Además, Lita quería seguir un estilo más heavy metal, apoyada por la baterista (lo que demostró en sus discos solistas) y Joan deseaba continuar con la onda del hard rock clásico y punk.
Respecto al disco, el tema homónimo “Queens of Noise” arranca con ese riff adictivo y pegadizo, al que luego se le suma la voz de Cherie, hard rock maravilloso con un solo de guitarra espectacular de Lita Ford. Un clásico y uno de los mejores temas del grupo.
“Take It or Leave It” empieza con una batería atronadora por parte de Sandy West y contiene una sección rítmica espectacular en las guitarras. Joan Jett se encargó de las voces porque Cherie estaba enferma a la hora de grabar en el estudio. Esto enfureció a la blonda vocalista, que se sintió opacada por su compañera. Éstas peleas y guerras de egos acabarían socavando a la banda.
“Midnight Music” es una balada setentera cantada por Currie, podría haber sido una canción de David Bowie por la influencia glam, algo radiofriendly. Aun así, es una canción emotiva y bonita, de mis favoritas. Similar es el medio tiempo “Heartbeat”, lo que le habrá encantado a ella porque el británico era su ídolo y principal referente.
Seguimos con “Born To Be Bad”, otro clásico más, con Joan a las voces, comienza como una balada y después se transforma en un tema rockero, por las guitarras potentes y de volumen elevado. Aparece cierta influencia del blues.
La joya de este disco se llama “Neon Angels On The Road To Ruin”, arranca con un riff pegadizo y machacón, para tomar velocidad al más puro estilo punk. Ni hablar de las voces, la rubia vocalista está magnifica, con su timbre de voz grave y con facilidad de llegar a los agudos, no parece una adolescente, ni de lejos. Una pérdida terrible para el grupo. Cabe destacar que Lita Ford está increíble en la guitarra solista, tremendo solo se despacha acá. Se le notan las influencias de Blackmore y Iommi.
“I Love Playin’ With Fire” es otro trallazo de onda punk, pesado y guitarrero, marca de la casa a cargo de Joan Jett en el micrófono. Sigue “California Paradise”, que continúa con el rollo hard rockero de la escena angelina, ahora la interpretación de la rubia Currie le suma muchos puntos al tema, lo que se extrañará en los próximos discos. Ni hablar del trabajo a las seis cuerdas, brillantes Lita y Joan.
Entrando en los tramos finales, aparece “Hollywood” con un aura más punk y salvaje, con una Jett pletórica a las voces y una melodía muy setentera acompañada de los coros de las chicas. El último tema es el blusero de aires zeppelianos “Johnny Guitar”, compuesto por Lita Ford, en el que Cherie canta en un tono oscuro y grave. Lita se luce en la guitarra, es una maravilla en la que se muestra la génesis de su talento, que brillaría en los ochenta con su carrera solista.
Después de la salida de Cherie Currie, The Runaways no volverían a sacar un disco de semejante calidad como éste, teniendo en cuenta que Joan no era una gran vocalista en ésa época y me temo que no cautivaba al oyente como lo hacía la blonda. Según Sandy West, en la última época de la banda, fueron los excesos, las drogas, las peleas y la competencia lo que se cargó al grupo. Además, el mánager y su entorno se encargaron de tenerlas divididas y enfrentadas para sacar provecho. Una verdadera lástima, aun así, nos quedará su legado y su posterior influencia en decenas de bandas que no hubieran existido sin ellas.
Este disco es mi favorito de la banda americana, se nota una madurez compositiva de parte de Joan Jett, además de los aportes valiosos de Lita Ford, estaban en la cúspide de su éxito, lo cual sería breve porque no era fácil llevar adelante una banda de rock compuesta por adolescentes, que no estaban preparadas ni de lejos para la vida agitada en la carretera, las giras, los conciertos y la fama.
Las que no aguantaron la presión durante la gira japonesa del ‘77 fueron Cherie y Jackie Fox, la bajista, que apenas regresaron a Estados Unidos abandonaron el barco. Lamentablemente, nada volvió a ser lo mismo para The Runaways: Cherrie, debido a su problema de adicción a las drogas, nunca pudo recuperarse de los años salvajes con su primera banda y eso truncó su carrera solista y de actriz de cine.
Los sucesores de “Queen of Noise” no son malos discos, tienen algunos temas rescatables, pero no mantienen el nivel alto que habían alcanzado aquí, si bien nunca fueron un grupo virtuoso ni mucho menos, hacían hard rock clásico, de manual, con ciertas influencias del punk. “Queens of Noise” me parece su mejor álbum, sin canciones de relleno, ninguna tiene desperdicio y las chicas demostraron que, más allá de las maquinaciones de Fowley, poseían talento verdadero, considerando que eran muy jóvenes.
En la siguiente década, Joan Jett y Lita Ford alcanzarían el éxito y la notoriedad en su patria, lo que no consiguieron con su primera banda. Jett seguiría por el camino del punk rock, convirtiéndose en una leyenda, incluida hace poco en el Salón de la Fama del Rock N’ Roll, fue una inspiración para decenas de bandas punk, sobre todo las que surgieron en los ’90 alrededor de Seattle.
Por su parte, Lita Ford lograría un estatus de estrella dentro del heavy metal, solo comparado a nivel de trayectoria con el de la Metal Queen, la alemana Doro Pesch. Si bien la americana mantuvo un estilo musical diferente al de su colega, más glam metal y hard rock, la persona clave para su éxito comercial durante los ‘80 fue la conocida mánager Sharon Osbourne, una mujer muy talentosa para los negocios que logró explotar el máximo potencial de Lita, suavizando su sonido y haciendo posible que hoy podamos escuchar temazos como “Close My Eyes Forever”.
Respecto a The Runaways, a pesar de la vida breve que tuvo la banda, siempre nos quedarán sus cuatro discos como un legado imperecedero de uno de los grupos más valientes de la historia del rock. Subirse a un escenario para tocar hard rock en plena década del ’70, siendo mujeres adolescentes, era toda una proeza. Mi puntuación es de 4 cuernos para la obra maestra de The Runaways, porque aquí dieron lo mejor de sí y nos dejaron clásicos inolvidables, como “Neon Angels” , “Born To Be Bad” y “Queens Of Noise”.
Cherie Currie - Voz
Joan Jett – Guitarra rítmica, voz
Lita Ford – Guitarra líder
Jackie Fox - Bajo
Sandy West – Batería