
1."Wardance"
2."Black Sheep"
3."Rock & Roll"
4."The One That Got Away"
5."Kiss & Say Goodbye" (Live)
6."Fly Paper" (Live)
7."We Can't Lose" (Live)
8."Wardance" (Live)
Ray Gillen no tuvo suerte, con su buena presencia y el potencial que tenía en las cuerdas vocales sorprende que el mejor momento de su carrera fuera BADLANDS banda que se desinfló con bastante avidez. Su gran oportunidad llegó años antes de la mano de Tony Iommi que lo reclutó para unos particulares BLACK SABBATH cuando Glenn Hughes perdió la voz (y casi todo fruto del colocón) y tuvo que dejar la gira del Seventh Star. Pero no cuajó su relación y después de comenzar las grabaciones del Eternal Idol se largó o le largaron (no esta muy claro) y fue sustituido por Tony Martin.
Su trágico final a consecuencia del Sida siendo tan joven le dio rápidamente el estatus de icono del género a pesar de su corta carrera discográfica y por otro lado carente de grandes momentos por no haber encontrado grandes socios o cuando los encontró no le duraron en exceso. Sea como fuere hay que reconocer que era un cantante de primera, con mucha clase y amplio registro.
Quedarán para el recuerdo los discos de BADLANDS (sobretodo el primogénito), la colaboración en el proyecto PHENOMENA y la grabación del Eternal Idol aunque no acabase siendo la oficial. Por el camino y sin completarse los proyectos de Blue Murder con John Sykes, Cockfight con Randy Castillo o SUN RED SUN de Bobby Rondinelli se vió truncado por su enfermedad. Con el mismo Rondinelli lo intentó en 1985 con Wardance. Trabajo que presento hoy y que no salió a la luz hasta 1996 después de la muerte de Ray. Significativo que en aquella época no se consideró que la banda tuviera la suficiente calidad para salir a competir con tanto tigre. O tal vez no estar muy en la onda de lo que se llevaba entonces.
Lo cierto es que Wardance es un intento de hard heavy con tintes AOR para gustar al respetable americano. Recordar que VAN HALEN la lio justo un poquito antes con su álbum 1984, su éxito "Jump" y el uso de sintetizadores. Los hermanos Van Halen inspiraron a los hermanos Rondinelli, Bobby a los parches dirigiendo el cotarro y Teddy a las seis cuerdas teniendo mucho protagonismo. Pretendieron dar un aire de modernidad a su auténtico estilo de hard rock de pura cepa, el que se desmelenó en los 70.
Gran parte de esas intenciones y contradicciones se ven en el primer corte “War Dance” con un riff persistente y algunos punteos adornándo del hermano Teddy, los apoyos algo tímidos de los teclados y el sintetizador de Corey Davidson dando toques de “modernidad” para lo que se llevaba en los 80. La base rítmica es muy sólida con Bobby Rondinelli y James LoMenzo (que luego estuvo en WHITE LION), van a piñón fijo sin grandes estridencias, muy en su sitio. Pero el auténtico protagonista esta al micro, Ray Gillen, sonando potente y melódico. Una voz ideal para el estilo, imposible que pase desapercibido.
El segundo corte, “Black Sheep”, es más clásico y se nota que todos están algo más cómodos. Se aprecia el paso de Bobby por RAINBOW en “Difficult to Cure” y “Straight Between the Eyes”, dejando mucho de lo aprendido junto al maestro Blackmore en la composición del tema, el corte está bien cerrado, bien interpretado, con buenos solos a las teclas y a las seis cuerdas. Se nota que Iommi escogió muy buena voz para sus Black Sabbath. Un derroche de facultades al micro del neoyorquino. Un cruce entre Dio y Joe Lynn Turner.
Con “Rock & Roll” bajamos la revoluciones y la canción se desarrolla tirando por el medio tiempo sentimentaloide, bien llevado con un juego a dos voces, no especificando quién o quiénes son los que aportan al micro además de Ray. Tema donde la melodía vocal está por encima de la potencia y de la velocidad.
Con un marcado estilo a los Rainbow de la época Joe Lynn Turner o a los WHITESNAKE de mediados de los 80, “The One That Got Away”, es otro corte para el lucimiento y demostración de grandes facultades de Ray Gillen. Canción con melodías para encandilar, coros gancheros y un poso a blues rock maquillado con los teclados. Un buen tema.
La parte en estudio de disco acaba aquí y ahora llegan otros cuatro temas en directo con un sonido no del todo bueno. La sensación es que este directo no estaba destinado a ser recogido en un disco sino mas bien era un paso previo a la elaboración del disco en estudio.
El primer corte de este directo es “Kiss & Say Goodbye” tema que va en la misma onda de “War Dance” tratando de entrar en el hard melódico y comercial del ecuador de los 80. Y que tiene la intención de encandilar pero se queda en el esfuerzo no llegando a buen puerto. Como el resto de temas de esta parte en vivo, hay una tendencia a alargarlos con improvisación instrumental sobre todo en las guitarras. Muy al estilo de las grandes bandas de hard rock de los setenta.
“Fly Paper” es un tema cantado por Teddy Rondinelli combinando la voz con las seis cuerdas, con mucho sentimiento y a veces un poco atropellado en la labor vocal. Tema con muchos cambios de estado y de ritmo, extensa parte solista a las seis cuerdas, que recordará a LED ZEPPELIN o a los maestros GARY MOORE y HENDRIX. Se busca la intensidad en el directo, en ese concepto de vaciarse que los grandes padres del Hard Rock hacían. El tema es una ruleta rusa con cosas buenas y otras más discretas que se marcha hasta casi los 14 minutos.
Afortunadamente Ray Gillen regresa a comandar las voces en “We Can’t Lose”, demostrando que el gran atractivo de este plástico es oírle desplegar su arte respaldado por una buena banda aunque a los temas les falten inspiración y algo de chispa.
El disco se despide con la versión en directo de “War Dance” más intensa y extensa que la de estudio, mejorándola y demostrando que Rondinelli tenía buenos músicos.
Wardance es una recopilación de los temas de estudio y en directo de la banda de Bobby Rondinelli. Recordemos que Bobby ha tocado en un montón de legendarias bandas de hard rock (Rainbow, Blue Öyster Cult, Axel Rudi Pell, Black Sabbath, Riot, Doro, Quiet Riot) pero su banda no generó expectativas en 1985. Ese año había un nivel de órdago en el hard y en el heavy, además su estilo añejo no cayó muy bien en la discográfica. Con la muerte de Ray Gillen en 1993 despertó el interés por sus grabaciones y salió a la luz este disquito a falta de pulir que con un productor avispado podría tener un nivel notable pero se queda en el aprobado y una demostración del gran potencial del frontman de New York que desgraciadamente se fue muy pronto. Un auténtico gustazo escucharle.
Bobby Rondinelli: batería
Teddy Rondinelli: guitarras y voz principal en corte 6
James LoMenzo: bajo
Ray Gillen (R.I.P. 1993): voces
Cory Davidson: teclados