Rage - Wings Of Rage

Enviado por BurnRain el Mié, 01/04/2020 - 17:32
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1. True
2. Let Them Rest In Peace
3. Chasing The Twilight Zone
4. Tomorrow
5. Wings Of Rage
6. Shadow Over Deadland (The Twilight Transition)
7. A Nameless Grave
8. Don’t Let Me Down
9. Shine A Light
10. HTTS 2.0
11. Blame It On The Truth
12. For Those Who Wish To Die

Peavy Wagner vuelve a carga en 2020. Año de pandemia, coronavirus y aislamiento. No importa porque contra viento y marea este aguerrido teutón sigue fiel a su estilo y saca un puñado de canciones para regocijo de sus fans.

“Wings of Rage” es un disco muy Rage, un compendio de temas que huelen a lo hecho por la banda a lo largo de su trayectoria, manteniendo la intensidad con una formación renovada en 2015 con el guitarrista Marcos Rodríguez y el batería Vassilios “Lucky” Maniatopoulos con los que Peavy se ha conjurado en anteriores trabajos como “The Devil Strikes Again” y “Seasons Of The Black”.

Su gran acierto es seguir sonando a Rage, entrando en un inevitable autoplagio pero dotándolo de un sonido renovado e intensidad. Es un disco muy completo que seguirán disfrutando sus incondicionales.

La terna arranca con "True", un tipical Rage. Poderoso, heavy, rápido, bien dotado instrumentalmente de riffs, solos, baquetazos…te hará viajar a finales de los 80 principios de los 90.

"Let Them Rest In Peace" es más thraser, groove, con un estribillo más modernete, con unos “uoohhh” que tal vez no sean muy afortunados. Es un giño contundente a un metal más juvenil. Bien hecho pero que no comparto del todo.

"Chasing The Twilight Zone" es más completa, con toques heavies, thrash y todo muy bien marcado. Con el trío brillando y dejando muy buenas sensaciones.

“Tomorrow” es más power con un estribillo muy facilón, que sigue speedica pero mostrando esa faceta compartida por los compañeros Helloween, Running Wild y cía y tributando al heavy teutón.

Con “Wings Of Rage” degustamos unos de esos temas que han hecho a Rage lo que son, fusionando el power melódico con thrash encontrando un equilibrio muy complicado de conseguir. La guitarra de Marcos está notable en los riffs, en la contundencia y también aportando melodías. Precisa en los solos y generosa acompañando a la voz de Peavy.

Una nueva cara de Rage llega con la intro “Shadow Over Deadland (The Twilight Transition)” que da paso a lo orquestal a través de “A Nameless Grave” que es un medio tiempo poderoso, oscuro, terrorífico y a la vez más cinematográfico con un solo muy luminoso y cálido. Destaca el buen trabajo de Peavy a las voces.

El tema más flojo me parece “Don’t Let Me Down”, donde siguen destacando las guitarras de Marcos aunque no logran remontar el tema.

Siguiendo la faceta sinfónica, “Shine a Light”. Balada con trasfondo orquestal donde destaca a la voz Peavy, o más bien sorprende dejando de lado los gritos y los ladridos para meterse bien en el papel luciendo etiqueta. Una muestra del fondo de armario de un disco bien completo en estilos.

La versión con anabolizantes de Higher Than The Sky, rebautizada como HTTS 2.0, te deja flipando cómo lo han subido de revoluciones y tiene una musculación muy ostentosa. Arriesgado para un clásico que se tiene grabado a fuego la versión original. ¿Necesaria? Desde luego hay síntomas de agotamiento a estas alturas del plástico.

“Blame It On The Truth” es cañera donde hay que destacar el gran trabajo a los parches de Maniatopoulos (como en el resto de temas) aunque también será un tema bastante olvidable por lo demás.

El cierre con "For Those Who Wish To Die" deja el disco en un punto bien alto. Tiene la intensidad Rage, apesta a heavy y a férrea tozudez germana.

Es cierto que después de tantos años y, sobre todo, tantos discos, da la sensación que todo lo han hecho ya y tienen que vivir de las rentas. En lo creativo principalmente. Las grandes bandas con esta extensión en sus carreras no pueden evitar caer en el autoplagio y más si sacan un disco casi al año. Alguna pequeña novedad no habría estado de más y, por supuesto, con 8 temas habría sido mejor.

Todo es muy correcto, muy bien hecho pero suena a lo ya oído por ellos anteriormente siempre con menos brillo y con menos inspiración. Hay buenos temas, buena factura pero el disco se hace largo. Es el mejor plástico de los hechos por esta formación pero por debajo de sus mejores trabajos que son muchos a lo largo de los 90 y década del 2000. Los fans lo disfrutarán y los no tan fans le sacarán algún pero. Un buen y entretenido disco al fin y al cabo.

Peavy Wagner: Voces, Bajo
Marcos Rodriguez: Guitarras
Vassilios "Lucky" Maniatopoulos: Batería

Sello
Steamhammer