Rage - Lingua Mortis

Enviado por Hawkmoon el Mar, 14/02/2012 - 22:08
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1. In a Nameless Time
2. Alive But Dead
3. Medley
4. All This Time
5. Alive but Dead (orchestral version)

Que la música clásica y el Heavy Metal son dos caras de la misma moneda es algo que ya, a estas alturas, todos deberiamos conocer.

El impacto de ambos estilos, lo que sabe regalar, lo épicos que resultan ambos mundos, lo que ofrecen al oyente...todo es magia en ambos reinos. Y, claro, era cuestión de tiempo que Rage, banda pionera, banda con los cojones de un toro pero con la visión de un águila, se pusiese manos a la obra y decidiese editar algo que fusionase ambas realidades.

El olorcillo a clásico no es novedad en el ámbito metálico. Todos sabemos del espíritu Wagneriano que pulula por las primeras obras de Manowar, de lo cercanos a Mozart o a Vivaldi que resultan los seis cuerdas de mucho combo melenudo y sacro. La música clásica puede darte de lleno en tu alma. Y la música Heavy Metal, descarado, también. Hay que ser listos y sumar dos y dos. La potencia del Metal y la grandilocuencia de la movida clásica, todo en uno, todo a por tí. Huracán elegantón. Energia educada. De eso va "Lingua Mortis", chato. Luz y sombra, brillo y tinieblas, poder y seducción.

"Peavy" es un genio. Eso no lo puede dudar ni Dios. Desde sus primeras obras, en las que el cotarro Speed dominaba la onda, hasta llegar al trabajo inmediatamente anterior al que nos ocupa, el poderoso "Black In Mind" (continuación impoluta al seminal "The Missing Link"), el derroche de fuerza, de majestuosidad, de pegada y de buenas maneras, amén de una buena demostración de destreza instrumental, siempre fue la norma a seguir. Carrerón sin taras. Ni una.

Daba igual con quién tocase "Peavy". Rage siempre entregó alta calidad. El line-up es lo de menos, oye. Mientras el vocalista, bajista y creador del invento vigile a su criatura y la mime tanto, nunca tendremos nada que temer. Influencias variopintas, que van desde la añeja N.W.O.B.H.M, al Hard, al Speed, al Power o al Thrash. Y, obvio, poso clásico. De todo se ha dado cita en el universo Rage. Y, ahora, a pocos meses de editar nuevo disco, el cañero y oscuro "End of All Days", la banda cumple con un contrato y edita, casi sin tiempo, un nuevo trabajete.

Aunque no hablamos de algo al uso, no. Rage escupen una movida ciertamente original (almenos en 1996). Una historia que recopila muchos de sus mejores momentos (melodias de tracks), y los traslada a un universo paralelo, a un mundo en el que "Peavy" no nació en el siglo veinte. No. Aquí, instaurados en la nueva realidad que nos plantea la movida, el alemán nació en pleno siglo 18. Y llevaba peluca (y una horrible peca moñas, y falsa, en la mejilla).

"Lingua Mortis", grabado a medias con la Orquesta Sinfónica de Praga, y con una estupenda portada de Peter Dell, nos sitúa en una era extraña, en un tiempo que nunca ocurrió, pero del que seremos testigos. Rage con pintas de extras en "Amadeus". Impagable. Pero tampoco les vaciles, ¿eh?. Pues tendrán pintas de moñas, pero siguen arreando unos buenos hostiones. No dejan de ser Rage, joer. Recopilatorio original. No te quepa duda. Resumen, en plan clásico, de lo que es el Heavy Metal. Roh Halford dándole por el culo (mal ejemplo) al espíritu de Vivaldi y Chopin, y pariendo una criatura heavy-clásica. Un lustro antes que Metallica, Rage ya batallaron contra tubas, oboes, violonchellos, tubas, pianos o flautas traveseras. Y ya verás lo bien que lo hicieron. Mucho mejor que Lars y esclavos.

Sin mas dilación, entramos, y de etiqueta (claro está), a sentir, a vivir, a palpar "Lingua Mortis". De etiqueta, he dicho. No puedes entrar con la camiseta del "Trapped", colega. Venga, guarda eso. Ya empieza...ta-ta-ta-taaaaaaan!!!!

"In a Nameless Time", el séptimo track de "Black In Mind", es la que da comienzo al espectáculo. Intro nacida a medias entre Chris y los percusionistas de la orquesta, que va incorporando, cómo quién no quiere la cosa, cada vez más y más elementos. Instrumentos de viento, de cuerda, atmósfera logradísima y un "Peavy" que deja claro que tiene la voz ideal para Rage. Oscura, melancólica, con garra, con personalidad, con alma. Un viaje Hollywoodiense (digno de las mejores B.S.O's de John Williams o Jerry Goldsmith), que no reniega del coraje, de la potencia, de los huevos netamente metaleros. Misterio, belleza y sentimiento. Impoluto track. 11 minutos y 19 segundos para recordar, y por tiempo.

"Alive But Dead" va a por todas. Desde el primer segundo, zas, fusión ideal entre épica y saber hacer. Me quedo con el tema, y su naturaleza mucho más maligna, de la onda 95. Pero hay que decir, en honor a la verdad, que el remake luce bien. Muy bien, acoto.

Turno de, en mi opinión, la mejor parcela de toda la obra: "Medley". Composición-puzzle, que contiene fragmentos (y qué fragmentos) de himnos como "Black In Mind", "Firestorm", "Lost in the Ice", "Sent By the Devil" o "Don't Fear the Winter", y que atrapa desde la primera escucha. Pianos que tocan melodias que antaño fueron alaridos de mástil, tubas que suplen un bajo. Mística total, un lavado de cara, una nueva visión. Emoción en estado puro. Vivir todo el track es una aventura maliciosa, viciosa, sorprendente, preciosa. Acojonante. De llorar, amigo. Pelos de punta (los del culo incluidos). Todo lo que compone "Peavy" luce de cojones. Amo en el Heavy Metal, amo en el rollete clásiquete. Menudo elemento. El tio no debe caber en sí de gozo. "Soy Wagner de Rage". Así se despierta cada mañana el cabronazo. Qué envídia, qué maestría, qué arte.

"All This Time", preciosista y light, y una versión instrumental de "Alive But Dead" (que sobraba, aunque se trata de otro acertado momento), cierran la movida pre -"End of All Days". Y con nota. Con estilo. Con clase, para dar y regalar.

Una forma especial (eso sí, algo corta) de entregar material ya reconocible. Un disco especial. Y por varios motivos. Uno, me lo parece a mí (o sea, el que reseña). Y el otro, el relevante de verdad, es por el cambio de forma que se experimentó en el combo después de la aventura "Lingua Mortis". A partir del momento, el aire clásico, el aura épica, el brillo total, ya no dejaría de formar parte del sonido de Rage. Un antes y un después.

4 cuernos (medio-altos) para "Lingua Mortis". Otro acierto (otro más) de "Peavy". Joder, un crack hasta editando recopilatorios. Y que digan que el Metal God se llama Rob Halford...

Peter "Peavy" Wagner: Voz y bajo
Sven Fischer: Guitarra
Spiros Efthimiadis: Guitarra
Chris Efthimiadis: Batería

Sello
G.U.N. Records