Protector - Reanimated Homunculus

Hablar de Thrash Metal alemán, por regla general, y sin indagar demasiado, es hablar de Sodom, Kreator y Destruction (y de Tankard a lo sumo).

... pero el que ya lleva años con el culo pelado, con los codos al rojo, estudiando la escena, viviéndola, sabe del poder de las leyendas Protector (del calibre de unos Holy Moses o unos Deathrow), unos cafres de cuidado, nacidos en la era del máximo dominio del Thrash sobre la humanidad.

Discos con auténtica naturaleza pegona, potentorrones, alocados, mazos hecho disco, pero que no acabaron cuajando en una escena mega-saturada de discos cañeros.

Protector se contentan con la etiqueta "de culto", que viene a decir que venden poco... pero que molan más que la Coca-Coca después de una maratón de hora y media.

Y ahora te lo van a demostrar...

Un trabajo bestial, muy Thrash y muy Death, muy enfocado en hacer daño, en hacerte saltar los dientes a la primera de cambio, es lo que la banda nos vende con "Reanimated Homunculus".

El vocalista Martin Missy, único miembro original, retoma la cruzada veinte años después del último larga duración del grupo (trabajo en el que no llegó a colaborar), se rodea de colegas fieros y planta la bandera del auténtico Thrash Metal ante los atónitos parroquianos, quienes, y desde hace largo tiempo ya, se han olvidado del letal sonidazo de Protector.

Hora de recuperar viejas costumbres...

"Sons of Kain", temita maníaco y tortuoso, guiado por una voz masacradora y gutural, esquizofrénica totalmente, abre el rollo con la potencia de mil demonios. Locura y riffeo a toda mecha, con sus cambios de tempo curradotes, su justa suciedad y su innegable talento para asustar, amén de una batería que no da respiro, que no quiere testigos. Producción ideal para la premisa de los mendas. Sonido a pura y durita old school, macho.

"Deranged Nymphomania", "Holiday in Hell" (tremebunda) y " Reanimated Homunculus ", que no dan respiro, que se disfrutan mortalmente, decapitan dioses, destruyen héroes y se quedan con la chica. Culto eterno, joder. Regresando a la primera división de la caña brava. Magnífico movidón, sonidazo perforante y actitud intachable.

La sorpresiva "Birth of a Nation", "Lycopolis" (inmensa, en la que no cabe sitio para la piedad, en la que todo va a toda castaña), "Road Rage" (Havok en plan más cafre), "Antiman" (con tanto de Anthrax o de Exodus como de Slayer, y que tiende a relajarse en sus últimos compases) y "The End" (apisonadora speedico-deather, épica y cruda), mañosas y opresivas, rítmicamente intocables, perfectamente pulidas, sin nada que les sobre o falte, toman posiciones para, y de una vez por todas, tomar el fuerte. Conquista total y certera, oye.

"Calle Brutal", desparramante, caníbal, deather-punkarrona y corero-demente, revienta la pus y nos tinta de blanco semen. A saco. Leña asesina y punto. Cerrando con botón rojo. Una bromeja salvajota y cavernícola. Un cierre a la altura de la destrucción a la que hemos sido sometidos.

Speed, Death, Thrash cabrón y intensidad a raudales. De lo mejorcito en el reino Thrash 2013. Descarao.

Protector se han salido. Thrash quema-cráneos a tu servicio.

4 cuernos (altos) para "Reanimated Homunculus".