
1. Leather Boyz With Electric Toys (5:01)
2. Rock & Roll (Is Gonna Set the Night on Fire) (3:21)
3. Wild Angels (5:11)
4. 48 Hours (3:06)
5. Toast of the Town (3:21)
6. Rock and Roll Outlaws (2:41)
7. Only the Young (3:51
8. The Last Kiss (2:51)
9. Your Mama Won't Know (3:51)
10. I Wanna Be With You (4:01)
Los 80 tuvieron algo de excesivo y hasta ridículo, no me duelen prendas en reconocerlo. En muchos casos tuve que abrirme paso entre toneladas de rimmel, gloss y laca para conseguir apreciar el verdadero valor de algunas bandas y puede que éste haya sido uno de los más complicados. Desde la portada hasta sus llamativos atuendos, Pretty Boy Floyd son la viva imagen del exceso. Casi más conocidos por el pitorreo generado por el nombre de otra conocida banda de californiana, que por sus propios méritos musicales, yo mismo utilizaba a menudo el videoclip de Rock & Roll (Is Gonna Set the Night on Fire) para echarme unas risas en noches de borrachera entre colegas. Prometo que alguno, en plena vorágine etílica, confesaba ponerse bastante “palote” con los andróginos contoneos de Steve “Sex" Summers en dicho vídeo. No dudo de su éxito entre el público femenino, pero potencial no le faltaba para conseguirlo también entre el masculino, las cosas como son.
En esas, que aquel joven prejuicioso que era yo hace 20 años no podía tomarse en serio a una banda con estas pintas. Quién me iba a decir que, años después, escucharía concienzudamente muchas de aquellas bandas que amenizaban mis noches universitarias como si de un gag cómico se tratara. Con el tiempo me vi, ya no sólo escuchándolas como un simple acompañamiento para una botella de whisky (la combinación sigue funcionando a la perfección), si no disfrutando y comprando con avidez todo LP de buen hard y glam que se cruzaba en mi camino. Y en esas que hasta llegué a reconciliarme con estos Pretty Boy Floyd que tan risibles me resultaban década y media antes.
El tema título arranca como si de unos Mötley Crüe hasta arriba de coca se tratase y de paso roza el homenaje a los autores de Live Wire en su tramo central. Una especie de mezcla entre Smokin' in the Boys Room y Nothin’ but a Good Time, pero a toda hostia, deja bien claro que no hay nada más en el horizonte de Pretty Boy Floyd que la diversión más desenfrenada. Levanta un poco el pie del acelerador la mencionada Rock & Roll (Is Gonna Set the Night on Fire), lo más parecido a un hit que tuvieron, pero sigue siendo ese mismo glam metal excesivo y desmadrado del tema de apertura. No son tantos los temas que me transmiten este nivel de buen rollismo y ganas de cachondeo en el mundo del rock, lo juro. La cosa promete, es este un inicio realmente potente y adictivo.
Por desgracia, no acabará siendo del todo así. Si Leather Boyz With Electric Toyz siguiese a este ritmo estaríamos ante uno de los discos de rock más divertidos de la historia, pero era complicado mantener esa intensidad durante todo el plástico y Pretty Boy Floyd no lo van a conseguir. Wild Angels es su primera incursión en el terreno del baladeo y, sin naufragar por completo, empieza a apuntar que estos cuatro chicos de cardados imposibles no van a ser capaces de aguantar el tirón. 48 Hours y Toast of the Town siguen en la onda festiva inicial, con mucha influencia de los Crüe (la segunda hasta es un descarte de Too Fast for Love, haceos una idea) y sin variar la fórmula, consiguen acabar la cara A con bastante dignidad. Me lo estoy pasando bien, la juerga sigue animada, pero empieza a decaer sensiblemente.
Al darle la vuelta al plástico y sonar Rock and Roll Outlaws me empiezo a temer que los Floyd pueden ser uno de esos “ponys de un solo truco" (no sé si esa frase tiene mucho sentido en español, pero creo que se capta la idea). De nuevo otro tema divertido, parrandero y coreable, nada que no hubiésemos escuchado ya en la primera mitad, pero no consigue variar esa sensación de que el disco no va envejeciendo bien. Y casi me arrepiento de pensar así cuando unas Only the Young y The Last Kiss se la juegan aventurándose en unos terrenos más melódicos e inofensivos que confirman mi sensación de que Leather Boyz With Electric Toyz va cuesta abajo y acabará siendo uno de esos LP's con una muy buena cara A y una B bastante más floja. Ni siquiera una voluntariosa Your Mama Won't Know, seguida de una balada glam de manual como I Wanna Be With You, muy Poison, conseguirán levantar el ánimo por completo en el tramo final del álbum.
Toda la oscuridad que pueda tener esta banda, se limita a esas prendas de cuero que tan orgullosamente lucen. A partir de ahí, puro despiporre. Si hubiesen conseguido mantener el nivel del comienzo durante todo el trabajo, estaríamos ante un auténtico discazo, pero la cosa se les fue de las manos y no consiguen mantenerme a tono durante unos breves 36 minutos que se les acaban haciendo un poquito largos.
Leather Boys with Electric Toys es un buen disco para salir de marcha, sin más pretensión que la de hacer pasar un buen rato. Y poco más. Si eres capaz de aceptar eso, puedes llegar a disfrutarlo bastante. Si buscas otras profundidades en la música y no te llega con un poco de diversión intrascendente, pasa a otra cosa. No le daría más de tres cuernos pero, oye, tampoco está nada mal y hay un par de pistas que son oro puro.
6,5/10
- Steve "Sex" Summers: voces
- Kristy "Krash" Majors: guitarras
- Vinnie Chas: bajo (d.e.p. 2010)
- Kari "The Mouth" Kane: batería