Power - Justice of Fire

No son pocas las veces que me sorprende la increíble vastedad del mundo del Metal, y, cómo no, del Rock en general. Siempre que parece que lo hemos visto todo, al final descubres, de algún modo u otro, alguna banda, algún disco inédito, alguna rareza escondida tras los albores de nuestra música, algún resquicio inhóspito que nos insta a recrear y re-disfrutar una y otra vez de nuestro querido mundillo. Siempre hay, entre la inmensa foresta, infinita fauna por descubrir.

Aquí hablaremos de una de esas rarezas. Os presento a Power, banda que vio su nacimiento en Nueva Jersey, Estados Unidos, alrededor de 1992. Del grupo, tristemente, se sabe bastante poco. Conocemos que su última alineación conocida estuvo formada por el batería Craig Buchman, Daniel L. Dalley (fundador) como guitarrista y bajista, y el cantante Tom Ragusa, aunque, previamente estuvieron Alan Tecchio como vocalista y Mike Watt a la percusión. Así, estos dos últimos caracteres, junto a Daniel L. Dalley conforman la formación con la que se llegó a grabar su primer y único disco conocido, “Justice of Fire”.

Pocos años después de 1996 (año en que este disco fue editado), en una fecha desconocida, el proyecto Power vio su fin. Pocos datos conocemos acerca de sus integrantes, tanto previos como últimos. Por ejemplo, el vocalista Alan Tecchio ha formado parte de un buen número de bandas, como Hades o Autumn Hour.

Una pena que la banda no fuera a más, pues, en el humilde (pero portentoso) material que aquí nos ocupa, veremos que estos chavales realizaron un trabajo exquisito y dulce para los oídos.

El álbum nos induce con la tormentosa introducción "Prelude to Apocalypse", que envuelve nuestra estancia en un paradigma oscuro, acechador y templado. Enseguida las guitarras se disponen a atacar en "Hands Over Time", Heavy/Speed Metal raudo y poderoso, con mucho toque Power Melódico progresivo marcado en el tono vocal de Tecchio (voceras fenomenal, por cierto), sobre todo en el estribillo.
Dejamos la ígnea velocidad aparte en la cañera "Firewalk", cuyo comienzo engancha enseguida con esa esencia coral majestuosa, muy de los Stratovarius de la primera mitad de los 90’. Cuantiosos solos, tono oscuro y engravecido y un Dalley que se prepara para la embestida con su doblete de cuerdas se darán en este track, infalible.

La banda no desentona ni lo más mínimo en "Rising Son (Through the Eyes of God)", uno de los temas en que se queda plasmado con mayor fuerza la temática religiosa-cristiana que practica la banda. Se trata de un poderoso tema en el que el grupo se desenvuelve a gusto mediante estupendos instrumentales, aunque tampoco habrá de faltar un Tecchio de enorme interpretación, muy retrotraído a su coetáneo Rusell Allen.
Continuando la senda, y tras el sinuoso, tenebrista y sinfónico interludio "An Evil Presence", llega el turno de "Deceiver of Truth", de una temática similar a “Firewalk”, pero con mayor insistencia en el doble bombo de Watt y el estupendo shredding de Dalley. También es uno de los momentos vocales más agudos y complejos de Tecchio.

Asimismo, "The Vision" es un tema impregnado de una esotérica belleza suscitada por las guitarras acústicas que envuelven la voz de Tecchio, aunque siempre presentes las fuertes melodías de corte oriental.
Pero la cúspide de la cumbre se encuentra en la homónima octava pista del plástico, "Justice of Fire", un sinfín de rompedores riffs, solos estelares de guitarra, tono coral ambiental totalmente tolkkiano, ingrediente melódico de todo tipo de características (estupendo, justo, en la medianía del quinto minuto, con mucha degustez y sabor de los Helloween más clásicos).
El enmarcado de la obra tiene su fin con la preciosa "Eternally", una bella pieza instrumental de corte y aire clásicos, con una imperante melodía que nos hechiza al instante, despachándose, Dalley, a gusto con sus últimas tronadas de guitarra, justo antes de que la música se adentre en la oscuridad.

Nunca es tarde para desempolvar una vieja joya olvidada, “Justice of Fire”, que alberga en su interior un añejo y excelente conjunto de superlativas composiciones. Habría sido interesante saber qué habría pasado de haber seguido con vida este proyecto que es Power, seguramente sería mucho más conocido de lo que realmente es esta fundación metálica de Dalley.
Siempre quedará en la memoria (de cuantos más mejor) este “Justice of Fire”, una auténtica pieza de coleccionista para el amante del buen Heavy/Power/Speed Metal de excelente factura y elaboradísima composición. Oferta difícil de rechazar la de estos estadounidenses.

Cuatro cuernos medios como veredicto final, 8.5/10 para un disco disfrutable al máximo. La esencia del buen Power está aquí, sin ir más lejos, flameante y construido con pasión y mucho gusto.

Imposible e inconcebible el ignorar propuestas como esta.