Pentagram - Pentagram

Enviado por Spaggiari el Mié, 16/07/2014 - 06:04
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1. Relentless
2. Sign of the Wolf (Pentagram)
3. All Your Sins
4. Run My Course
5. Death Row
6. Dying World
7. The Ghoul
8. You're Lost, I'm Free
9. The Deist
10. Sinister
11. 20 Buck Spin

Sin más dilaciones: ¡Pentagram! Símbolo, imagen, verbo y credo del Doom, duela a quién duela, señores. Banda que se influenció sobre las tablas rasas del Stoner Rock de los 70's, ejemplos básicos son Supernaut, Sir Lord Baltimore, Randy Holden, Cactus, Necromandus, Bang, Dust, Blue Cheer, Budgie… y principalmente, Black Sabbath. De esas principales influencias directrices sin más nace Bedemon, Pro-Pentagram a comienzos de los años 70's, es decir que hasta este punto ninguna banda conocida hoy como Doom a excepción de Sabbath tocaba dichos senderos. La propuesta era muy sarnosa y oscura para su tiempo, por ello nunca hubo un masivo reconocimiento que les diese justa apreciación.

La cosa es dura, y muy difícil de explicar, ya que Pentagram (En ese entonces Macabre-Death Row) nunca quiso definir su estilo, y los edulcorantes sellos discográficos no preciaban su sonido porque la notable influencia desértica-under no estaba siendo bien vista en aquel entonces. Lo que la música necesitaba era Prog y más Prog. Muchos aplazamientos tendieron que efectuarse a la llegado de un Record serio, los abusos de Liebling y la falta de comunicación entre los miembros, hacían la empresa cada más imposible y lejana. En resumen, Bedemon-Macabre-Death Row y todos los primeros intentos, fracasaron comercialmente no siendo el caso de algunos demos que se anquilosaron de tanto en tanto. Aunque muchas veces en los 70's también optaron por llamarse como ahora los conocemos, únicamente dejando consigo unos demos de excelente mano de obra.

Con la llegada de los 80's, la oportunidad se hizo inefable, y cruzar la vertiente junto con la madurez ya empleada, era decisivo para el primer sello discográfico; la primera prueba de talento. Pero eso llegó hasta 5 años después, donde finalmente sale Pentagram Bajo la tutela del maestro Griffin, Joe, Martin y el escénico y peculiar Bobby. La portada clásica no pasó a la historia y fácilmente fue olvidada, no es hasta la llegada de su versión alternativa, la cual se acoplaría en definitiva con el vestuario de Pentagram: un pentagrama con casi ningún rasgo que lo diferenciase del debut de Venom, “Welcome To Hell”

La mayor parte de las canciones de este trabajo, que hoy atañe, fueron escritas y compuestas en los 70's y por ello no es de extrañar que su andadura en cuanto a sonido aún sea muy Stoner, muy ácida y nada con relación a Candlemass, Saint Vitus y Trouble, que estaban formando un agrío cariz en sus composiciones.

Pentagram tuvo la suerte de tener un ligamento más profundo y una estirpe más lejana del sólo mentado “Doom Metal” Porque Victor y los suyos jugaron con la materia inerte para dar vida mediante patrones holgados a una música sencillamente tétrica. Eso a partir de sus letras con una temática principal hacía la muerte y sus implicaciones. Es decir, sin Pentagram muy difícilmente tuviéramos una rama del metal más oscura, que sentaría adustas bases y cátedras.

Hoy es retribuirle un poco de lo que nos dio a sabiendas que su nacimiento era más que obligatorio para el género, y que la mayoría de bandas tienen como principal influencia a los de Bobby. Pero siendo sinceros, la banda nunca ha contado con una larga discografía que pueda respaldar de alguna manera lo que digo, sin embargo, ese sería el factor cuantitativo, pero en cuestiones de calidad, de un percal fino y obstinado, Pentagram se lleva el pergamino de “Master Of Doom”, así de claro. Eso nos hace revivir uno de los mejores trabajos del género, ya que estamos ante el primitivismo más ingenioso y la cuerda halada desde las tierras setenteras, para mostrarnos una gruesa, y muy gruesa reformación e iniciación.

Pero las cosas son así, no podemos voltear la página y reverenciar lo que muchos no apreciaron, y por consiguiente, dejaron en aras del olvido. Definamos ya, de una buena vez: Banda de Doom clásico, raíces Stoner, deambulados ácidos, secciones rítmicas necias y a la vez impregnadas de un sentimiento atroz e incalculable. No tengo idea, más allá de lo que hay por allí, de cuantas penurias hayan pasado estos tipos, pero su literatura es pesimista, desilusionadora, con un serio vaho existencial de perdición y mísera, aunque siempre con una llama, inconscientemente de esperanza innata.

Lo mejor es que su aparición no fue como un Sabbath 2 ó de las anteriores ya citadas en versión 2.0. Qué maravilla, ¿no? Un Side A perfecto, con clasicazos como preceptos y entelequias de obscura impenetrabilidad del testamento Doom: Death Row (Corredor de la muerte) implacable, sincrónica, himno y bandera del álbum; All Your Sins, única, iconográfica, mordiente, diluida, tónica y espectral; The Ghoul, una de mis favoritas, por su atmósfera atrapante y obscena; Relentless (Pentagram) podría ser el emblema de la gema, el zenit del álbum, con la herencia patriarcal heredado a Victor Griffin, de un Dios, llamado a veces Tony Iommi; Run My Course y Sinister siguen la pista, pero juegan más con experimentar con el sonido 70's, entre cambios de ritmos y timbres allanadores… y lo demás del Lado B, es una suerte de habilidad, de estribillos azarosos, de timbales y tarolas dinámicas, de un bajo al margen… Ufff, indudablemente es música ya tocada en años anteriores, pero nunca tocada de esta manera!

Siempre seguiré escuchando este álbum que encierra un misterio, un enigmático secreto, un pequeño haz de luz, y una agigantada virtud que se llamada: Relentless.

¡9.5, Cinco cuernos máximos para Pentagram!

Bobby Liebling: Voz
Victor Griffin: Guitarra
Joe Hasselvander: Batería
Martin Swaney: Bajo

Sello
Metal Blade Records