
1. No Hope In Sight (4:50)
2. Terminal 04:27)
3. An Eternity of Lies (5:56)
4. Punishment Through Time (5:12)
5. Beneath Broken Earth (6:08)
6. Sacrifice the Flame (4:40)
7. Victim of the Past (4:27)
8. Flesh From Bone (4:18)
9. Cry Out (4:29)
10. Return to the Sun (5:43)
Una vez más, terminó la espera. Otra más. La enésima. Y es que con el devenir de los años, uno termina por saber a ciencia cierta cuáles son sus bandas predilectas (las que se llevará consigo a la tumba) cuando comprueba cómo a final son tan solo dos o tres las que te siguen generando ilusión cuando están a punto de sacar disco nuevo. Los ingleses PARADISE LOST, son una de las mías. Lo reconozco: Compraría incluso un álbum de Polkas hip-hoperas si supiera sin la menor duda que en su composición ha tomado parte Greg Mackintosh. Esto es así. No en vano, y del mismo modo, también uno advierte el cómo después de todo ha adquirido cierto criterio durante la travesía. Sí, criterio. Eso que te permite ver (y aceptar) como cuando finalmente una de TUS BANDAS vuelve a sus raíces, los resultados pueden terminar no siendo tan aplastantes o espectaculares como cuando ese retorno andaba algo más rezagado o si queréis en el tránsito hacia su culmen. Y es que este último de vástago de los de Halifax me ha decepcionado. Y esto también es así. No voy a andarme con rodeos. De la última retahíla de obras de los paliduchos británicos, “The Plague Within” se me antoja, creo que sin ninguna duda, como el menos convincente de todos.
Ahora bien. De ahí, a sentenciar que el disco no es bueno, mediaría un abismo. Porque concluyentemente, este último compendio de los de Holmes es uno que incluye sus buenos temas, además de una generosa traca de clase media potente. No obstante, ciertos factores señalan con el dedo al que termina siendo un conglomerado que queda lejos de lo esperado, al menos por mi parte, en tanto en cuanto uno de sus temas más extensos acaba siendo a mi modo de ver el peor. Que el mejor de todos no suena para nada a PARADISE LOST. Y fundamentalmente, que ni por asomo se incluye en él un solo misil tierra aire como los que nos regaló hace ya tres años su colosal predecesor, “Tragic Idol”.
En este sentido, cabe igualmente apuntar el cómo al fin con “The Plague Within” termina cristalizando algo que personalmente venía reclamando hace ya tiempo, y que no es otra cosa que un tema de apertura grandioso y digno de semejante honor, cuando quizás (y utilizo este término a falta de otro mejor) ese fue precisamente el Talón de Aquiles de su entrega anterior, ya que “Solitary One” no me convenció del todo. Sin embargo, a “No Hope In Sight” sí la veo resuelta y con liderazgo. He aquí otra de las razones que finalmente me han inclinado a contemplar al disco como una “decepción”. Precisamente porque fue el primer corte que se filtró, pareciéndome ya de primeras muy bueno. Y quiero decir con esto, que ya las expectativas eran muy altas tras su excelente penúltimo trabajo, pero si es que éste último iba a arrancar de tamaña guisa ¿Qué no iba a depararnos el resto del álbum? Lo dicho. Un fenomenal cañonazo de salida que en directo no dudo uno solo instante que va a funcionar.
No obstante, y como ya empecé a sospechar más pronto que tarde, la vuelta de Holmes a sus registros más guturales, lo mismo no iba a cuajar del todo si es que todos los demás no hacían lo propio en su particular cuadrícula del tablero. Y buena prueba de ello la tenemos en “Terminal”, corte conciso y de pocas pretensiones, donde el conjunto camina al unísono, consiguiendo buenos resultados, aunque tampoco sean nada del otro jueves. Sin embargo, aquello que señalaba al principio de este párrafo, se hace del todo palpable en la siguiente, “An Eternity of Lies” donde una absurda heterogeneidad termina por asfixiar hasta la muerte al que sin una sola contemplación condeno ya como el peor tema de todo el disco. En primer lugar, por ser excesivamente largo para lo que al fin y al cabo es. En segundo, porque cuando un tema no es de por sí potente, lo hace todavía menos convincente (e incluso ridículo) cuando lo aderezas con voces guturales. Y finalmente, porque es que el tema un infumable y punto. Cuando en un disco, el que sea, tienes ya que pasar una canción, algo se quiebra y propicia que tú química con el mismo ya no vaya a funcionar jamás.
Sigue “Punishment Through Time”. Un corte a medio tiempo y del todo monocromo, que hubiera colado, embutido, dentro de “Shades of God” sin el menor de los problemas. Pocas emociones, la verdad. Eso sí, es sin la menor duda la antesala al highlight del disco, “Beneath Broken Earth”. Ahora bien, estaríamos hablando de un highlight, cuanto menos controvertido. Ya que como apuntaba al principio de la crónica, no reviste por ni tan solo un segundo una sola de las trademarks más características de los de Halifax, excepto por el punteo de Mackintosh en su sección intermedia. Contrariamente, por eso, responde mucho antes a lo que a principios de los 90’s hacían ya sus más directos perseguidores por la corona del género, MY DYING BRIDE y ANATHEMA. Cosa curiosa, después de todo. Pero oye, es un excelente tema a fin de cuentas y sin más, dejo de buscarle más vueltas. Apesta a majestad desde su primer compás. Muy bueno.
Y me cuesta decir lo mismo de aquella que le sigue, “Sacrifice the Flame”, ya que no termina siendo más que otro medio tiempo a la deriva sin mucha más dirección. Eso sí, el riff que echa a pulular justo en (03:18) me lleva de vuelta, aunque por poco tiempo, a la tónica gris y gélida de su glorioso “Gothic”. “Victim of the Past”, tampoco me incita demasiado a la hora de echar media campana al vuelo. Es un buen tema ¿Qué duda cabe? Pero no me invita a pincharla una sola vez más tras prestarle la primera escucha. Y naturalmente que sí. Me gusta y me provoca una amplia sonrisa el que Nick vuelva por sus fueros, rugiendo como el animal que indudablemente fue hace años. Pero sinceramente, prefiero infinitamente antes un registro más amable (o si se quiere, amariconado) acompañado de la inspiración de aquél que realmente maneja los hilos en este bendito invento, antes que no esté inexplicable “sí, pero no”.
“Flesh From Bone” se erige a su vez como otro de los puntales del disco. Insisto, tampoco sin llegar a excitarme más de lo esperado; Aunque algo está claro: Es la más contundente y salvaje del pack. Muy severa y potente en su regio estribillo. Pero qué queréis que os diga… No termina de llegarme, como sin duda lo hicieron hace tres años otras menos brutales, pero con muchísima más alma. Por cierto, gran rajada de tripas de abajo hacia arriba por cuenta de Mackintosh en (02:46).
“Cry Out”, en cambio se arranca definitivamente con un riff más orientado al Rock, muy en la onda de su aproximación a los BLACK SABBATH más clásicos, presente en su obra del ’92. Tema correcto sin más. Un poco en la tónica general del conjunto. Esa que te deja pensando algo así como “Me gusta. Compro la moto sin pensarlo, pero… ¿La sacaré algún día a dar un paseo?”. La respuesta la tengo bastante clara. Y ni por esas “Return to the Sun” me hace dudar por ni tan solo un instante al respecto. El veredicto es claro y no acepta turno de réplica. No todos los días es fiesta.
No me resulta fácil el dejar a un disco de esta banda malparado, pero por otro lado tampoco siento peso alguno en la conciencia, porque creo que después de todo, tampoco lo estoy haciendo. Eso sí, mentiría como un sucio cerdo relleno si negara que no me he llevado una considerable “decepción”. Quizás por motivos incluso ajenos a “The Plague Within”. Y es que la reciente escalada de pepinos de PARADISE LOST no hacía sino presagiar un éxtasis total tras el suculento banquete que supuso “Tragic Idol” ¡Pero mira por donde que no! De hecho, aquellos con buena memoria, recodaréis como ya cerrando en la revisión de su anterior entrega, aventuré que sería prácticamente imposible ya no superar, sino emular la gesta de 2012, dándome el tiempo la razón (o no, porque al fin y al cabo esta es tan solo mi opinión), pero tampoco está la cosa como para reprochar nada a nadie. El anuncio a los medios de que Holmes iba a volver a las andadas, añadía un punto más de agonía a la movida ¿Van a volver ya del todo PARADISE LOST? La respuesta, aunque no es tajantemente negativa, todavía arroja luces y sombras. Ya si eso, para la próxima no me pido un “Gothic” Parte II, como hice ahora tres años, sino otro “Tragic Idol”. Ya que siendo uno realista, a menudo se siente menos el dolor cuando impactas con las narices contra el suelo.
Con el corazón en la mano: Éste es un buen disco, pero no busquéis nada más. Lo único excelente es su portada.
Valoración: 7.4
Nick Holmes: Voz
Gregory Mackintosh: Guitarra
Aaron Aedy: Guitarra
Stephen Edmondson: Bajo
Adrian Erlandsson: Percusiones