
1. Toca Madera
2. Arriba
3. Número Negro
4. Síndrome
5. Tú mismo
6. Dios del Rock
7. Caña
8. Danza de la Muerte
9. Reina Callejera
10. Instrumental
Es, al lado de los primeros discos de Barón Rojo, Obús, Ángeles del Infierno y el “Reencarnación” de Santa, el disco más famoso del Heavy Metal español de los años 80. Sus tres fundadores, Carlos Pina, Fernando Díaz-Valdés y Rafael Ramos, eran cualquier cosa menos unos novatos, y el guitarrista Jesús Díaz, alias “Suso”, incorporado en los tiempos del anterior “Sálvese quien Pueda” (1983), supuso una inyección de imagen, energía, talento y calidad en el cuarteto madrileño.
La competencia era grande en el panorama español, la audiencia exigente, y si en el exterior disfrutaban con Mathias Jabs, Ronnie Dio, Gary Moore y Jon Lord, nosotros contábamos con Jero, Miguel Ángel Collado, Salvador Domínguez, los hermanos De Castro, el vocalista Juan Gallardo, frontmen tan carismáticos como Sherpa, Fortu y Molina, unos animales escénicos como BellaBestia… A Panzer les faltaba editar ese disco que les colocara en la primera fila, que les hiciera abandonar la incómoda posición de segundones en que quedaban unos Goliath, unos Tritón, o los barceloneses Tigres de Metal.
Y ese trabajo llegó con “Toca Madera”. Por diversas cuestiones, Panzer parecían aglutinar todos los elementos que hacían del Metal patrio algo un poco rancio a los ojos de los anglosajones, y que impedía que nuestras bandas alcanzaran la proyección internacional que sí encontraban grupos de otros países de Europa, y para su tercer álbum, Pina, Rafa, Fernando y Suso consiguieron emplear esos elementos a su favor, hacer de ellos su seña de identidad, y presentarlos como un plus de atractivo a las nuevas canciones, pensadas para impactar y ser recordadas, curiosamente sin hacer nada especial, sólo buen Heavy Rock con el punto idóneo de vacile, la actitud propia de los rockeros, y un deje de macarras elegantes, que hizo de la propuesta de un chaval veinteañero –que al poco de terminar la grabación se tuvo que ir a hacer la mili-, y tres tíos feos como ellos solos, menos fotogénicos que El Drogas o Los Suaves, uno de los momentos más interesantes e inolvidables por quienes vivimos a fondo toda aquella escena a la que nos hemos referido un montón de veces.
Para la portada, recurrieron a la Abuela Ángeles, una octogenaria rockera muy popular en los eventos metálicos del foro aquellos días, Dios la Bendiga, y en la contraportada posaron como corresponde a unos galanes, rodeados de bellas damas con aspecto de meretrices de Whitechapel, el distrito londinense donde actuaba Jack the Ripper, y sus apariciones públicas solían ser delirantes.
En una época en que Twisted Sister posaban ante una pared decorada con impresionantes graffitis de pandilleros, ellos se acodaban en un muro de cualquier calle en la periferia de Madrid, y dejaban entrever una pintada en la que simplemente se leía “Puta”. Y aunque en muchos de sus temas se ponían Satánicos –Carlos Pina fue siempre un gran cantante y un muy buen letrista-, yo siempre los vi como el grupo perfecto para desfasar escuchando rock and roll callejero mientras te hartabas a botellines de mahou o San Miguel durante hora y media en sus conciertos.
“Toca Madera”, la canción, es su pieza más famosa, y fue escuchada en todos los hogares de aquella España de Sabrina, Pajares, Esteso y el “Un, Dos, Tres”. Es una de esas canciones que nunca me cansaré de oír, irresistible Heavy cañí sin excesivas pretensiones, curiosamente contaba con efectos de sonido que evidencian lo ambicioso de la producción: Cada vez que cantan el “Toca Maaaadera…”, se escucha un enigmático golpecito ¿Es el Anticristo llamando a la puerta del estudio, o el batería Rafa tamborileando con su pulgar sobre un taco de madera? Lo dejo para tratar en la sección “Fenómenos Paranormales” que tenemos en el foro.
“Arriba”, “Síndrome”, “Número Negro”, “Reina Callejera”, y “Caña” –la mejor junto al title track, en el enlace dejo vídeo clip, cuenta con un solo de Suso monumental-, eran los temas más heavys y rápidos, pura esencia Panzer, que dieron muchísimo juego en los directos, terreno en el que Panzer destacó siempre sobre otros colegas que tal vez disponían de un cancionero mejor.
“Dios del Rock” era el temazo épico, con otro gran estribillo, y el título “inspirado” en el “And on the 8th Day” que cerraba el “Lick it Up” de KISS ¿No os digo que eran más chulos que nadie? King Diamond se pintó la cara de un modo que desagradó a Gene Simmons, y al pobre le cayó una demanda millonaria, y nuestros cuatro tahúres birlaron un título al Dios del Trueno y se quedaron tan frescos.
“Danza de la Muerte” es el intento por sonar fúnebres, es otro buen tema, pero ya os digo que para mi Panzer son los adorables fanfarrones de “Reina Callejera”, y la balada “Tú Mismo”, y el instrumental “Instrumental” –se llama así, vaya, siento la redundancia-, completan el álbum. Era muy normal que nuestras bandas se inspiraran en lo que se hacía fuera, y todos los discos jevis que se preciaran disponían de su balada. “Tú mismo” es buena, pero tal vez la anterior “Junto a ti” sea mejor, y ha quedado como el mejor de sus temas lentos.
Y en cuanto a la instrumental, los Barones lo habían hecho con “Efluvios” y “El Barón vuela sobre Inglaterra”, y Obús con “FM”, uno de los temas del disco “El Que Más”. Es una vibrante muestra de lo apañados que eran Panzer como músicos, el bajista Fernando, en concreto, se luce con unos momentos en que casi podemos oírle hacer “tapping” sobre las cuatro cuerdas.
Me encantaron entonces y me encantan ahora. Hicieron muchas cosas bien, y es un placer recordarles. Sólo sacaron dos discos más, “Caballeros de Sangre” en el 86, y el directo “Sábado Negro” en el 87, pero siempre estarán unidos en nuestro recuerdo a todos los grandes momentos del Heavy Metal hispano, que no fueron pocos.
Ahí los dejamos, on stage en el no menos histórico Tocata, que te daba unas enormes alegrías cada siete días programando diez minutos de la música que nos volvía locos. Era lo único que había.
Carlos Pina: Voz
Jesús Diaz “Suso”: Guitarra
Fernando Díaz-Valdés: Bajo
Rafael Ramos: Batería