
1.“Anybody's Daughter” - 05:06
2.“Tangled” - 04:33
3.“Save Me” - 04:59
4.“Destroyed in Delight” - 05:24
5.“Succumb to Splendour” - 04:34
6.“Witigo” - 04:03
7.“Savage Love” - 04:16
8.“Whisper” - 05:17
Si tuviera que elegir cual es mi libro favorito de mi admirado William Shakespeare lo tendría difícil, porque el bardo de Avon escribió auténticas obras maestras. Estoy entre la tragedia de “El Rey Lear”, la magnífica “Otelo” (con su trama sobre celos enfermizos, envidia y traición) “Macbeth”, la más sanguinaria de todas y por supuesto, “Hamlet” , donde aquel príncipe danés adolescente luchaba contra la hipocresía y las injusticias cometidas contra su padre, asesinado a traición por su tío para ocupar su trono. Tan afanado en vengar su muerte estaba el muchacho que despreció y dejó de lado a su prometida, la pobre Ofelia, quien se convirtió en todo un ícono cultural, inspirando pinturas, películas, obras literarias… y hasta bandas de metal sinfónico.
Ophelia Falling son oriundos de Vancouver, Canadá; “Destroyed In Delight” es su primer álbum, lo lanzaron en el 2020 de manera independiente. Considero que los reseñistas, además de traer a los grandes nombres y exponentes de un género, tenemos que darle lugar a la escena underground, a las bandas prometedoras que dan sus primeros pasos. Así como traje a Boudika y Escapist, hoy traigo a éste grupo canadiense que comienza su camino en el ambiente del symphonic metal, como dato agrego que participaron de la “batalla de bandas emergentes” del famoso festival Wacken Open Air, la Meca del heavy metal.
Este grupo tiene un nombre shakespeariano a más no poder, inspirado por la famosa Ofelia, la novia de Hamlet, príncipe de Dinamarca, que se suicidó ahogándose en el río tras su abandono. Ofelia fue reversionada en otras obras literarias (véase la Gretchen del Fausto de Goethe), pinturas, adaptaciones cinematográficas…es todo un personaje representativo de la alta cultura, como lo son todos los míticos protagonistas de las obras de William Shakespeare, el cisne de Avon. En éste caso, ella inspiró el nombre de una banda de metal.
El primer tema de “Destroyed In Delight” es “Anybody’s Daughter”, power metal sinfónico de guitarras veloces y destaca el canto lirico de Chelsea Rose, la vocalista. Me recuerda un poco a los singles de Nightwish. La letra, obviamente, trata sobre la muerte de Ofelia en el rio, tal como yo lo suponía, confirmando mi teoría de la inspiración literaria.
Por otra parte, “Tangled” es un tema pesado de ambiente gótico, la cantante es muy buena y similar a Floor Jansen en la versatilidad, no la veo como una imitadora de Tarja y eso es algo positivo. Tiene personalidad y eso es importante en un grupo de este estilo. Sino tiene registro de mezzosoprano, pasa raspando, porque su voz es demasiado grave para una soprano.
“Save Me” y “Destroyed In Delight” tienen algunas influencias de Epica, por el protagonismo de los teclados y la batería a doble bombo a toda velocidad. Suenan pesados, pero sin perder la esencia sinfónica. También destacaría “Savage Love” recupera la energía del power metal sinfónico de los primeros Nightwish, el tema más original del álbum, con unos buenos agudos de parte de la canadiense, que me recuerda la forma teatral y expresiva de Dianne Van Giersbergen.
La última canción es “Whisper”, una balada al piano que parece un lamento elegíaco, especialmente en el ambiente sombrío que le otorgan los teclados. La voz de ella canta en un tono lleno de tristeza y melancolía, cual de réquiem fúnebre se tratara. Es de las canciones más destacadas y mejor logradas del LP, por los agudos espectaculares que se marca la señora Rose, además de los detalles del solo de guitarra y los arreglos del piano son fantásticos.
Considero que “Destroyed In Delight” es un debut muy sólido de una banda prometedora, ojalá alcancen el éxito y el reconocimiento que se merecen. Las canciones están bien elaboradas y cuentan con una vocalista competente y con personalidad. Me parece muy valiente de parte de ésta gente tocar un género musical que no es muy popular en América, mucho menos cerca de Estados Unidos, teniendo en cuenta que la cuna del metal sinfónico está en Escandinavia y Holanda. Mi puntuación es de 7/10, 3 cuernos para los canadienses shakesperianos Ophelia Falling. Estaré atenta a sus próximos lanzamientos y ojalá vengan muchos discos más.
Chelsea Rose – Voz principal
Sylvain Maltais - Bajo
Mark Anthony Richardson – Guitarra y voz
Jamie Meyer – Teclados, programación y voz