Obús - Pega con fuerza

Pega con fuerza, el cuarto LP de Obús, era considerablemente más flojo que Prepárate, Poderoso como el trueno o El que más. Me lo compré cuando salió, y en un esfuerzo por amortizar las quinientas pelas le dediqué mis oídos como a ninguno de los anteriores. A pesar de mi insistencia no llegué a encontrar nada que no fuera palpable tras las primeras escuchas, aunque al final en cierto modo sí surgió ese vínculo eterno y especial que va más allá de la calidad de la música y por el cual un disco nos pone en contacto con una época determinada de nuestra vida. Yo tenía quince años y las fantasías con la vecina en el ascensor de No te cortes, y la idea de que una compañera de instituto tuviera una doble vida y trabajara de "señorita" por las tardes me resultaban sumamente turbadoras. Pero a excepción de la notable Te visitará la muerte, una de las más inapelables de toda la carrera de la banda, y la que fue su cara B de single La mano diestra el resto de temas cuesta mucho encontrar por donde agarrarlos. En particular, Hasta el alma empeñaré, Un par de tipos y Taxi son realmente infames, sobre un tío que se quiere comprar un Ferrari, otro que le vienen a atracar y no sabe si echar a correr y otro que está esperando un taxi y empieza a llover, respectivamente. Supongo que en más de una ocasión me habrán colado letras así grupos guiris que tengo en un altar, pero el caso de este disco es demasiado flagrante para pasarlo por alto. No es que me haya dado cuenta al volver a oirlo veinte años después, ya en su día fui consciente de que temas así hacían de Pega con fuerza el peor disco de Obús hasta la fecha. Mi reconciliación con la banda vendría con Dejarse la piel y sobre todo con el doble En directo 21/2/1987, de cuya grabación fui partícipe (soy uno de los que grita entre el público) y que disfruté enormemente, como el primer concierto de Rock al que asistía en mi vida.

En cualquier caso, la actitud de Fortu en la funda interior del disco sentado sobre el capó de un coche y dedicándonos una hermosa peineta permanece invariable más de veinte años después: entérate chaval, somos Obús, si no te gusta, que te jodan.