Night Ranger - Seven Wishes

Os invito a montarnos en un bombardero verde de la segunda guerra mundial y darnos una vuelta por un clásico del AOR de los ochenta, os apetece? Pues vamos…let’s go!!

Night Ranger editaron su tercer disco en 1985 y confirmaron las expectativas mostradas en “Midnight Madness” y “Dawn Patrol”, dos notables discos de rock melódico americano, cargados de buenos hits y calidad (Sing Me Away , Why Does Love Have To Change o Don’t Tell Me You Love Me por ejemplo).

El quinteto es de los mas completos que podemos encontrar en aquella década, al mas puro estilo quinteto NBA, les sobra calidad en cada posición. Empezando por Jack Blades en voz y bajo, pasando por dos tremendos guitarristas como son Jeff Watson y Brad Gillis (que en 1982 reclutase Ozzy para grabar su Don’t Speak at the Devil y el Madman no es tonto eligiendo hachas), Alan Fitzgerald en los teclados y para cerrar el bataca y cantante Kelly Keagy, casi nada.

“Seven Wishes” es un disco maduro, completo y portador de una clase espectacular, no hay desperdicio entre los diez cortes que completan la obra. Desde el título inicial con esos teclados señoriales y ese toque épico, hasta la acústica balada intimista que cierra Goodbye la cuernitis nos invade y no podemos hacer nada por evitarla.

Arreglos exquisitos, coros pegadizos, solos de guitarra brillantes que llevan a partes iguales melodía y virtuosismo (Jeff mas tirando de tappings, Brad de trémolo), líneas vocales muy inspiradas, teclados de nivel, todo ello y mucho mas nos trae este discazo de Night Ranger.

El equilibrio entre hard rock guitarrero y AOR mas suave es lo que nos ofrecen los americanos a lo largo y ancho del cd. Es difícil no rendirse ante piezas tan sensacionales como Faces cuyo puente y punteo me siguen entusiasmando como el primer día, la manera en que la cierran es insuperable, Four in the Morning posiblemente la mejor del disco, geniales Alan y Jack en esta, uno con los teclados y el otro en una interpretación memorable, el coro “I can’t take anymore, I can’t make anymore” se graba a fuego en nuestra mente, convirtiéndose en clásica al momento, tampoco me olvido del solo de guitarra de belleza indiscutible. Por lo visto Blades tenía insomnio y la compuso a las cuatro de la mañana, de ahí el título.

Con mas garra aparece I Need a Woman tras un inicio en el que el bajo de Blades se torna protagonista, para dar paso al resto de componentes, aquí tenemos mas presencia de las guitarras, con riffs entrecortados, el tema va cogiendo intensidad hasta la parte central que desemboca en un soberbio punteo de los de escuchar varias veces y tomar apuntes, Gillis se sale del mapa en esta ocasión, increíble dominio de la palanca y falta de vergüenza en demostrarlo, jeje..

En quinto lugar una de las joyitas del grupo, Sentimental Street nos transporta en volandas de la mano de Kelly Keagy al mundo del AOR americano ochentero, una balada intensa de coros superlativos. Nivelazo de los grandes hay aquí, con claro recuerdo a otra de sus lentas mas celebradas Sister Christian.

La mas cañera junto a Night Machine al mas puro estilo Kiss de coros revienta amplis en su parte final (del rollo I Want It Loud, Rock and Roll Hell o Heaven’s on Fire y con colaboración en ellos de Tommy Lee de Mötley), es la rápida y matadora This Boy Needs To Rock, el riff es alucinante, el trabajo en las seis cuerdas formidable, con duelo de solos de otra galaxia, como canta Jack dándolo todo, un hit total del grupo y del estilo. Sobresaliente y adictiva, no puedo quitarme el estribillo del seso y gritar “¡¡tonight, tonight, tonight, I need to rock!!!

Mas sencillita pero agradable de escuchar tenemos I Will Follow You que posiblemente sea la menos redonda, ojo, no digo que sea mala, parece por debajo del resto, menos currada tal vez, los coros eso sí, son marca de la casa. Curiosamente sueltan uno de los mejores riffs del disco en 3.10 acelerando el ritmo de la batería, pero que no es desarrollado y queda en mera anécdota.

Futurista precuela de su tema The Secret of My Success que sacarían en su siguiente “Big Life” tenemos Interstate Love Affair con grandes teclados y un toque a Queen en su Radio Ga-Ga, los coros están realmente conseguidos y la parte final es oro puro con las guitarras punteando por doquier, muy buena canción.

Tras dejarnos los pulmones gritando en la parte final de Night Machine otro hit en potencia de sólida estructura guitarrera, llega la calma y la paz con la tierna Goodbye que ya muestra pruebas de lo que sería años mas tarde Damn Yankees, ese tipo de lenta acústica cargada de nostalgia y buen hacer, de puro sentimiento. Genial canción, special for lovers (como diría el gran Carlos Pina).

Resumiendo, un trabajo básico, para mí el segundo mejor de Night Ranger (le reservo al “Man in Motion” el primer puesto), imprescindible si os gusta el hard melódico americano del bueno y por supuesto si os gustaron los dos primeros del grupo, al que doy cuatro cuernos altísimos, 8.75 Jalfords, pero que vaya, no discuto si os parece de cinco, eh…faltaría mas…

¡¡THIS BOY NEEDS TO ROCK!!!