
1. Breathe Grease (01:49)
2. Enjoy the Night (00:49)
3. Dingy Situations (01:39)
4. Shrednecks (02:16)
5. Poison the Preacher (02:01)
6. Bourbon Discipline (02:31)
7. Parole Violators (02:30)
8. Slime and Punishment (02:22)
9. Amateur Sketch (01:45)
10. Excessive Celebration (01:29)
11. Low Tolerance (02:21)
12. Under the Waste Command (01:51)
13. Death Proof (02:52)
14. Think Fast (02:30)
Lo de Municipal Waste fue un no parar, una fuente inagotable de toxicidad thrasher que, desde la edición de Waste ‘Em All hasta The Fatal Feast (Waste in Space), no descansó lo más mínimo a la hora de promover la llamada del caos que tan deliciosamente bebe de S.O.D. o D.R.I, produciendo un total de cinco álbumes entre los que se encuentran algunos tan aclamados dentro del Thrash del presente milenio como son Hazardous Mutation o The Art of Partying.
Entonces llegaría el disco del 2012, el ya mencionado The Fatal Feast, que puso en parada la racha de la banda, suponiendo una bajada de calidad compositiva brutal en su discografía y que marcó, para colmo, una etapa de parón productivo (algo inesperado teniendo en cuenta el pasado) y menos oportunidades de ver a la banda tocar en vivo. Tal vez todo esto tenga que ver con la carga de mantener otro de los proyectos de Tony Foresta, Iron Reagan, pero vaya lata: sacas un disco malo y desapareces de la faz del mundillo durante un buen tiempo.
Cinco años han pasado desde entonces, pero el veneno vuelve a fluir por las venas de unos Municipal Waste que cuentan con un nuevo y segundo guitarrista (Nick Poulos) y con la novedosa y esperada edición de su sexto álbum de estudio, Slime and Punishment.
Portada que pinta de miedo y nos invita por sí sola a echar una ojeada, a la que aunamos que la producción ha sido dirigida por Bill Metoyer (entre cuyo currículum figura un largo historial que cubre trabajos de enormes nombres del Metal, como Dark Angel, Slayer, Cirith Ungol, Sacred Reich o Cattle Decapitation). Solo queda una cosa por nombrar, y es que aquí nos toparemos con unos Municipal Waste completamente reformados, fieles al ciento por ciento a su estilo Crossover Thrash cortante y violento.
El disco logra alcanzar nivelón desde los primeros momentos, Breathe Grease irrumpe anunciando el regreso del grupo de la mejor forma, continuando con un Enjoy the Night fiero y respaldando a un Land Phil agudamente acertado con el bajo (que suena de escándalo en todo el disco, por cierto), manteniendo Tony Foresta un tono desgarrador en todo momento, sin pretensiones y directo al grano, como debe ser.
Entre temas a destacar podemos hablar un poco de Death Proof, que adquiere mucha tónica de Thrash clásico en sus riffs, o Poison the Preacher, un veloz ataque que corre despavorido por el doble bombo; Bourbon Discipline, a la que se adhiere un acervo compositivo apoteósico; Under the Waste Command, un instrumental contundente y agresivo; el single Amateur Sketch, Municipal Waste en estado puro, cabreados y listos para no dar tregua; o Low Tolerance, un track melódico pero de guitarras crueles y atronador e infernal ritmo.
Como viene sucediendo en la última etapa de la banda, Slime and Punishment tiene mucho más de Thrash que de Punk o Hardcore, y, aunque la suciedad de antaño vuelve en canciones como Shrednecks o Excessive Celebration (ésta última en concreto es verdaderamente brutal), otras, en cambio, parecen quedarse algo atrás, como Parole Violetors (tema que no me dice mucho) o la homónima que decepciona finalmente. Sea como sea, el track final, Think Fast (muy completa instrumental y estructuralmente hablando), nos deja con la sensación de haber pasado un estupendo rato de Thrash y caña mugrienta y obscena, digno de cualquier pub punkarra, por mucho que hayan comercializado sus producciones.
Slime and Punishment no es un disco que haya nacido para innovar en su género, y deja entrever bastante reciclaje de esquemas de aquellos discos que hicieron grandes a Municipal Waste dentro de las oleadas juveniles del Thrash, pero todo queda suplido con el martillazo que supone a nivel sonoro y que, a pesar de guardar sus distancias respecto a las primeras obras del grupo, resulta un verdadero retorno de esos muchachos al ruedo del infierno y el desmadre, lo cual –creedme- queda plasmado en cada track del LP.
No será uno de los discos del año en su estilo, pero está claro que, si te gusta Municipal Waste y, en general, el buen Thrash, no te lo puedes perder.
Tres cuernos medios (7/10) para la sexta arremetida de estos desperdicios sociales. Con discos así, ¡bienvenidos sean una y otra vez!
Ryan Waste / Guitarra, coros
Tony Foresta / Voz
Land Phil / Bajo, coros
Dave Witte / Batería
Nick Poulos / Guitarra