
1. Kawazu
2. Summoning Redemption
3. Ageless, Still I Am
4. He who sleeps
5. To the Victor the Spoils
6. At One with Nothing
7. Opening of the Gates
8. Secured Limitations
9. Awakening
10. I
11. God of the Forsaken
Morbid Angel, la tremenda apisonadora sónica, y monarca del Death Metal, superó con nota la prueba de fuego que fue la sustitución del icónico bajista-vocalista, David Vincent, por Steve Tucker. El joven reemplazo, logró con su disco de 1998, "Formulas Fatal to the Flesh", establecerse como frontman potente en directo y dejó bien claro que el puesto de vocalista y bajista no podía haber ido a parar a mejores manos. Músico con experiencia, vocalista capaz y con fuerza, con dotes compositivas y con madera en un escenario. Estaba claro que Vincent le daba mucha magía al combo americano, pero también quedaba claro, que Tucker, valía para el puesto.
El acostumbrado descanso trás el tour, trajo aires renovados a la composicón del combo, ya que ahora no todo el peso compositivo iba a caer sobre los hombros de Trey Azaghtoth (el líder indiscutíble de la banda, y toda una eminencia entre los seis cuerdas, a nivel mundial), pues Steve y Erik Rutan (que volvía al estudio con Morbid Angel trás su estampa gloriosa en "Domination") iban a ponerse aún más las pilas, para demostrarle a los fans, que la nueva era Tucker iba a ser tan válida como la de los tiempos de "Altars of Madness", "Blessed are the Sick" o "Covenant". Veremos si lograrán hacernos olvidar semejantes Bíblias del género Deather...
Una portada, obra del mítico Dean Seagrave (ilustrador para bandas del talante de Vader, Entombed, Gorguts, Pestilence o los mismos Morbid Angel, con el "primogénito", "Altars of Madness"), nos enseña un mundo bizarro y oscuro, donde las edificaciones, además de poderosamente amenazantes, parecen estar vivas. Todo ello en un entorno muy Lovecraftiano (y muy Giger) y además, muy en sintonía con las movidas del Caos que tanto fascinan a la banda, y a sus seguidores. Desde luego, es una de las portadas más directas y bien realizadas en la historia de la banda, de hecho, es mi predilecta, en dura pugna con la de "Altars of Madness". La primera impresión, favorable. Entremos en el mundo mórbido de "Gateways to Annihilation", y veamos que nos depara. ¿Que ruido es ese ?
"Kawazu", la intro del disco, empieza a despuntar, cuando observamos que no es más que una rareza de talante taladrante y pésimo. Un sónido como de grillos distorsionados nos hace comenzar la pesadilla. Eso si, éstos tios podían haber pensado en poner una intro más maja, que son Morbid Angel, leches. Menos mal que no pasa de los 40 segundos, pero bueno, como acotación graciosa, la primera vez que compré el CD y escuché el tema, pensé que estaba defectuoso. Avisado quedas, es solo una intro rara, no tires el trabajo por la ventana. Pronto llegará la leña, fijo...son Morbid Angel.
Y como no, la leña se destapa, y lo hace bajo el título de "Summoning Redemption", un trallazo, con cadencias muy "Domination" y "Formulas Fatal to the Flesh", pero con una densidad límpia y atmosférica. Impecable la destreza del cyborg de Pete Sandoval, que atruena su kit de batería, como el dios del Death Metal que siempre ha sido. El tema, en su parte media, navega por ondas farragosas y pantanosas (muy en onda de sus últimos trabajos), pero no deja de ser un pedazo de tema, 100 % Morbid Angel, aunque eso sí, con una duración extensilla (7 minutos y pico) y mucho cambio de ritmo, tempos impresionantes y auras Sabbathianas, dentro del caos sonoro, y extremedamente controlado, que es la música de la banda. La voz de Tucker, toma aquí un mayor parecido con "Blessed Are the Sick" y "Domination", y el tema, en general, parece una revisitación de ese trabajo, pero con el sonido 2000. Morbid Angel siguen atronando, de puta madre.
"Ageless, Still I am", que también bordea la frontera del "Domination", pero con esa carga desnuda y feroz del segundo trabajo. Se intuye cierta sensación de revival, pero cuando lo que se revisita es algo en una línea "Blessed Are The Sick" uno no puede hacer más que congratularse por ello. La banda no suena como en 1991, no, la banda suena con esa misma frescura, con esa sonoridad insana y rítmica. De momento, el disco, me está pareciendo oro puro. Canela en rama, que dice mi abuela. Encomiable la labor de Azaghtoth y Rutan, sin duda, los dos mejores hachas que ha conocido la historia de la banda, y pensemos que lo que ha pasado por ella, no es moco de pavo.
"He Who Sleeps", que se antoja como un tema híbrido entre la atmósfera de "Caesar's Palace" y "Hatework", ambos del citado "Domination", dejan caer más piedras densas y pantanosas de alto nivel sobre nuestras cabezas. Tema sin demasiada velocidad, pero con el peligro de un toro en celo.
"To the Victor The Spoils", que añade, de nuevo, un trabajo bestial y devastador en la sección rítmica (sobretodo por parte de Sandoval), ataca sin piedad, con mucha ira y con mucho deje "Covenant". Sin duda alguna, antes de grabar éste sexto trabajo en estudio, la banda, desde luego, se escuchó, y mucho, sus primeras cuatro obras maestras. Se nota, se palpa, pero por descontado, se disfruta. Los nuevos Morbid Angel huelen al pasado, pero atruenan con un sonido ultraDeather, e igualmente acojonante. Trey, y su solo esquizofrénico, en el tema, merece un puesto de honor en los altares de la locura de la banda. Caña brava y superior.
"At One with Nothing" (con un martilleante riffeo y con reminiscencias 90) sigue la declaración de intenciones y deja paso a "Opening of the Gates" que nos hace volar de lado a lado, siendo absorbidos por un poderoso agujero negro, que es creado por la banda al tocar como tocan. Danza de guitarras, lineas de bajo asesinas y un doble bombo mortal y con hambre asesina.
"Secured Limitations" (con un dúo vocal entre Azaghtoth y Tucker) se establece como una de las mejores del disco, por la extraña naturaleza del tema, por su naturaleza malvada, y como no, por la pureza, made in Morbid Angel, que respira la composición. Bestia parda, tan peligrosa como atrayente.
"Awakening", otro de esos irrisorios instrumentales que la banda nos cuelga, de tanto en tanto, (y que no suena más que a peli italiana, y mala, de zombies, antes de empezar la movida) se establece, siendo benevolente, como olvidable.
"I" (con unos maravillosos solos psicodélicos y un ambiente casi "New Age", que se adapta perfectamente al tema, y que recuerda, en esencia a los Death del "Symbolic)) y "God of the Forsaken", acaban de mutilarnos con más extra de riffeo cabalgante, tempos de ultratumba y baterías que suenan a cañonazo. La furia metalera de Morbid Angel es eterna, y nos queda claro, que mientras el barco lo lleve Azaghtoth, la cosa siempre será, como poco, digna y tremenda.
Eso si, como carencia, se le puede poner al disco, la falta de innovación, pues el disco en sí mismo, parece un recopilatorio de lo que ha sido la banda en 1991, 1993 y 1995. Pero esa carencia, también actúa a favor, y es que revivir esencias de discos como los citados es harto difícil, pero está claro, que con éstos tios, siempre vas a comer calidad.
"Blessed Are the Sick" + "Covenant" + "Domination" : "Gateways to Annihilation".
Ya que todas las bandas que buscan el volver a sonar como antes, lo consiguiesen así.
4 cuernos (bajos) por el encanto que tiene el puto disco.
Tiene gracia, de la era Tucker, siempre me llamó más el "Formulas", pero con ésta reseña, acabo de cambiar de opinión.
Steve Tucker : Bajo y voz
Trey Azaghtoth : Guitarra
Erik Rutan : Guitarra y teclado
Pete Sandoval : Batería