
1. Immortal Rites
2. Blasphemy of the Holy Ghost
3. Sworn to the Black
4. Lord Of All Fevers & Plague
5. Blessed Are The Sick
6. Day Of Suffering
7. Chapel Of Ghouls
8. Maze of Torment
9. Rapture
10. Blood On My Hands
11. Dominate
Morbid Angel cerraban, en 1996, un tour de lo más exitoso presentando su cuarto disco, de nombre "Domination". La banda liderada por Trey Azaghtoth escaló posiciones desde su debut de 1989 ("Altars of Madness") y ahora, en pleno 1996, el nombre del combo americano era de los más grandes, adorados y reverenciados en el pantanoso feudo del Death Metal. Sin duda alguna, puede decirse que eran los amos del cotarro (en dura pugna con bandas como Obituary, Deicide o Cannibal Corpse).
Cuatro discos seminales y definitivos (y una larga carrera desde los pozos del underground extremo) es un número más que deseable de cara a plasmar en directo las aventuras musicales de "los ángeles mórbidos", ante el estallido de discos en directo que se llevaban haciendo desde los ochenta. Era ya de cajón que Morbid Angel tenía que tener su directo oficial y oficioso. Cuatro discos de la calidad editada necesitaban, sin duda, de una buena estampación, y desde luego, por los dioses de Lovecraft y los demonios más brutales del averno, que la iban a tener. "The Eindhoven Insanity" el directo de los holandeses Gorefest tuvo el honor de ser considerado el primer directo de Death Metal de la historia, y ahora, a Morbid Angel, les tocaba superarlo. No se puede ser amos de la escena y no tener un directo definitivo.
David Vincent, Trey Azaghoth, Erik Rutan y Pete Sandoval se pusieron las pilas y sin más demora, se pusieron manos a la obra, para que los fans, que no vivieron de cerca ese momento de inspiración malsana y demencia musical, se pudiesen empapar de un tour enorme (que los llevó por todo el planeta y los convirtió en auténticas megaestrellas) y los que sí lo vivieron, tuviesen un grato recuerdo sonoro de un tour que, con los años, y la posterior salida de su vocalista-bajista, David Vincent, se hizo mítico y legendario de narices.
"Entangled in Chaos" es el reflejo de quienes eran Morbid Angel en 1995-1996 y un testamento sonoro para una era, que se suponía (hasta el regreso al fin, con los años, de Vincent) irrepetible.
Con una portada de lo más normalita, pero con cierto encanto, vemos a los cuatro angelitos haciendo lo que mejor saben...tocar sus intrumentos ( apoyados por el icónico logo de la bandaza) y rendir pleitesía al Metal de corte más salvaje y gallardo. El disco es un directo de la banda tocando, pues la portada, también lo es. Complicación cero. Más directo y es un tiro.
Sin intro, ni aviso previo, ni sonido de público (eso mata un poco la premisa inicial) se dispara sola "Immortal Rites", y es alucinante ver como de duro suena el tema con ésta formación. Tema cortante como el hielo, seco como un cadáver extinguido hace eones y, eso si, con una "pegada" descomunal por parte de la apisonadora Sandoval. El tema es fiel a la esencia y al sonido de 1989, pero funciona como si hubiese sido grabado para el disco "Domination" o similar, algo que veremos a lo largo de todo el disco, es decir, un aura fría, cruda y sin florituras, en una onda "Covenant" total, se hace cargo de "solidificar" y aunar todos los temas de la banda, y los filtra a través de una especie de amplificador que "sólo sabe sacar riffs con sonido 1996 y Growls de última cosecha". Todos los temas del disco, y en especial éste "Immortal Rites", tienen todo el sabor del mundo Groovie, pantanoso y decerelado (aunque con esa densidad que no necesita de velocidad para arder) de los dos últimos discos de la formación. Una sorpresa para unos, un fastidio total para otros. A mí, particularmente, me agrada, y mucho éste concepto tan directo de afrontar los temas. Las decoraciones y los arreglos para los temas de Dream Theater, ésto es Death Metal, ésto es Morbid Angel. Si no aceptas eso, apaga el reproductor y vuelve con mamá.
Unas guitarras calentando motores, y rugiendo cuál bestia herida de muerte, cortesía de Rutan y Azaghtoth, mantienen caldeados los ánimos para sacar a la palestra su "Blasphemy of the Holy Ghost", con un extra de garra punzante y voz ultragresiva. La voz de Vincent, es tan grave aquí, que parece fusionarse con su bajo creando una base enferma a modo de asfalto del diablo, para que esas motos que son las guitarras de los arriba citados, campen a sus anchas, esquivando el huracán que crea cada golpe de Sandoval en su, más que maltrecho, Kit de batería. Morbid Angel no están para hostias, y no veas como se nota. Si siempre han parecido cabreados, ahora parece que un miembro de Deicide se ha follado a la hermana de uno de ellos. Ésto es maldad Deathmetalera, lo demás son gilipolleces.
Llega ahora el recuerdo a su tercer discazo, y nos cae "Sworn to the Black", tan intensa y tan demencial como en su estado original, eso si, más Groovie y con unas leves acotaciones de Trey, a modo improvisador, y el doble bombo de Pete que nos está martilleando, sin cesar, el cráneo, no tiene intenciones de ser piadoso. Más bien a la contra, conforme avanza el show, más parece esmerarse el pulpo de los Morbid Angel.
Los fans van a los conciertos para calmar el hambre de clásicos y conscientes de ello, Trey y sus diablos, nos tienen preparada una doble ensalada de lujo, "Lord of All Fevers and Plague" y su himno "Blessed Are the Sick". Apoteósico, señores. Sin el sonido pulcro y ligeramente adulterador de un estudio de grabación, éstos tios llenan la sala donde toquen con la simple combinación de la maestría, el talento y la técnica. Trey Azaghtoth es uno de los guitarras más admirados e innovadores de todos los tiempos, y sólo tienes que escuchar éste "Entangled in Chaos" para entender la razón. Feeling, fuerza y visión musical, a eso se le llama ser un músico. A eso se le llama ser Trey Azaghtoth.
Los riffs atropellados y bizarros (además de dictatorialmente rítmicos y devastadores) de "Day of Suffering" vuelven a poner la sala al borde de la combustión. Increíble la fusión de estilos que manejan Trey y Erik, y lo bien que se complementan. Desde luego, el mejor guitarra que ha danzado junto a Trey es Erik, por mucho que Richard Brunelle sea toda una leyenda. Erik le da un poso, a los temas, realmente monstruoso en directo. Monstruoso de verdad. No me extraña, que con el tiempo, buscase su propio camino con esos geniales Hate Eternal (que pese a estar muy arraigados en los propios Morbid Angel, son una banda con un carisma enorme).
"Altars of Madness" siempre será el disco por el que serán recordados los de Tampa, y como tontos no son, van a exprimir lo mejor del disco. "Chapel of Ghouls" y "Maze of Torment" (que posee el riff inicial más adictivo del feudo Death) cumplen con lo prometido, y suenan, literalmente, que atruenan. "La nueva voz" de David, respecto al trabajo de 1989, es bastante diferente y mucho más bravía, en contraposición a ese corral de ecos inicial, algo, que a la larga, hace que se levanten ampollas desde los lugares más puristas, pero a la que no podemos negarle un punto asesíno y descarnado, que le va mucho al tema. Morbid Angel, son de esa casta, casi extinguida, que a nuevo disco, más caña y más mala baba te regalan. Es obvio que escuchar el tema en directo en 1989 o 1990 es todo un puntazo para el fan más añejo, pero lo es más, que David Vincent posee más cuerpo en su garganta que en el seminal y primer opus.
"Rapture" y "Blood on my Hands" repasan de nuevo "su convenio" y de paso nos dan un buen repaso. Furia lanzada con cuchillos empapados en veneno de pitón. Que hijos de puta más tremendos. No me extraña que sean los dioses del género, a ver quien le planta cara a semejante material de primera. Contra Morbid Angel todo parecería poco, y más como andan en el directo de marras...uffff, intratables.
Es extraño, que siendo un show de la presentación de "Domination", sólo toquen un tema, "Dominate", pero menos da una piedra, así que como cierre de festival, es todo un puntazo que lo hagan los nuevos Morbid. La garganta de Vince vuelve a sacar lava y el grupo entero "secunda" al gigantesco vocalista hasta el fín de tema. Brutales, para no variar.
"Entangled in Chaos" actuó durante años como "el fin de la era Vincent" y siempre ha sido, a mis ojos, un disco de lo más especial. Eso si, como tara, y bien jodida, cito la casi inexistencia de un público que apenas se oye, excepto al principio y al final de algún tema, y desde luego, tres o cuatro temas más no habrían estado de más, pues 39 minutos de Death Metal magno se pasan volando.
Digamos que "Entangled in Chaos" más que ser un directo convencional, parece más bien una puesta a punto era 1996 del material de Morbid Angel, eso si, tocado en vivo.
4 cuernos (bajos) y mórbidos.
David Vincent : Voz y bajo
Trey Azaghtoth : Guitarra
Erik Rutan : Guitarra
Pete Sandoval : Batería