
1. Rio Grande Blood
2. Señor Peligro
3. Gangreen
4. Fear (Is Big Business)
5. Lies Lies Lies
6. The Great Satan
7. Yellow Cake
8. Palestina
9. Ass Clown
10. Khyber Pass
11. [Untitled Track]
12. [Untitled Track]
13. [Untitled Track]
Creadores de nuevos subgéneros… cuando uno piensa en el nacimiento del Industrial Metal tiene que mirar hacia Ministry, entre otros. El industrial es un estilo poco abrazado por los metalheads, cierto, bien sea por la tendencia a la monotonía, la hermandad con los elementos electrónicos, las guitarras mega-distorsionadas… etc. Realmente da la impresión de que es un estilo muy underground del que solo pudieron emerger de modo triunfal bandas como estos Ministry, Marilyn Manson o Rammstein; y cada uno de estos astros, con un estilo radicalmente diferente. Y es que este subgénero es mucho más versátil de lo que la mayoría de la gente se piensa.
Ministry pasó por muchas fases, desde la Electronic Body Music (EBM), pasando por varios estilos básicamente experimentales hasta la “metalización” de su sonido llegando al estilo que conocemos hoy en día. Yo, personalmente prefiero la época más tardía de los americanos; más cañera, salvaje y thrasher. Ya a finales de los ochenta comenzaban a sonar a banda de industrial pero realmente ese punto de madurez no llegó a mostrarse en todo su esplendor hasta Psalm 69: The Way to Succeed and the Way to Suck Eggs. Este disco del 1992 se convertiría en una clave en el sonido de los de Chicago. Pero este no es el trabajo que trataremos hoy.
En esta ocasión nos despacharemos el Rio Grande Blood, del 2006. Que es el segundo disco de una trilogía anti-George W. Bush (comenzada con Houses Of The Molé el 2004). Realmente es el que más me ha enganchado de ellos, por sus pequeños detalles y matices. No pretendo desprestigiar al resto de la trilogía, que es impresionante también. Solo que este Rio Grande Blood me paree más especial.
Una curiosidad del álbum de marras es que el título es de los típicos que suelen utilizar Ministry para hacer referencia a otros discos, en este caso intentan hacer un guiño al Rio Grande Mud de ZZ Top. Ahora, sin más preámbulos metámonos en este extraño y decadente álbum, que nos trata de seducir con esa portada de la leche; con Bush crucificado dentro de un bidón de crudo. Pulsemos al Play y veamos como comienza esto:
“And now a message from the President of the United States George W. Bush:
I've adopted sophisticated terrorist tactics
And I'm a dangerous, dangerous man
With dangerous, dangerous weapons
I want to drain the coal resources in America
And foreign sources of crude oil.
I'm a weapon of mass destruction
And I'm a brutal dictator
And I'm evil”
Así de sutil comienza el álbum en una nube de distorsión. La pieza Rio Grande Blood no tarda en acelerar tras este tremendo inicio. El riff principal se muestra mecánico arquetípico del industrial mientras la batería machaca con una veloz marcialidad. Toda una atrocidad speedica que desemboca en un solo de no menos calidad. Al Jourgensen canta con la voz completamente distorsionada (como de costumbre), detalle que echa un poco para atrás hasta que le coges el gusto a Ministry. Tras Rio Grande Blood viene la thrasher Señor Peligro, de menos cilindrada pero sin bajar el nivel de calidad. Las guitarras suenan impresionantes, amenazadoras y el solo súper original. Una curiosidad es que el tema es un apoyo a Hugo Chávez, difunto presidente de Venezuela (enemigo político de George Bush), donde una voz latina (Isaías Martínez) emula a los típicos mensajes del fallecido presidente cuando se refería a Bush.
Luego toma el control Gangreen, precioso homenaje a los marines de los estados unidos (cáptese la ironía). Totalmente recomendado mirar las letras. A nivel instrumental… resulta lenta, dotada de ritmos extraños… Rara, para ir resumiendo. Pero estos cortes son algo habitual en Ministry, y realmente son un punto positivo en el álbum. Fear (Is Big Business) surge poco a poco creando atmósfera con todos sus elementos industriales hasta que al final acelera. Justin Leeah programa una batería tremenda, los riffs se afilan y Victor se marca otro punteo de escándalo ¿Quién dijo que no había solos de guitarra en el industrial?
Lies Lies Lies llega más prototípica, con estribillos muy Marilyn Manson, riffs heavies y dinámicos, buenos ritmos… acierto total. Es que lo mejor de los americanos es que componen temas variados pero coherentes unos con otros. The Great Satan llega más speedica y potente. Jourgensen compone un ritmo de batería devastador que encrudece la atmósfera para el solo de Mike Scaccia y prepara el tema para ser continuado por Yellow Cake, que da un cambio de ritmo y ambiente sobresaliente y perfectamente ejecutado. ¿Qué decir de este tema? Pues que es muy como el primer track, pero con unos teclados y guitarras más versátiles.
Palestina se muestra más punky, pero con unas guitarras como de costumbre muy distorsionadas. Los tempos son secos y poco dinámicos pero no obstante arrolladores. Ass Clown nos conduce al próximo e inevitable final. Corte mega industrial, crudo y mecánico, de desarrollo lento a la vez que molón. Luego Khyber Pass da un toque árabe con unos cantos femeninos, la música pasa a un segundo plano, dando una sensación ambiental a todo el corte logrando un resultado sosegado y místico. Tras esto se alza el silencio, que seguirá apoderándose del disco en los tracks 11 y 12. En el decimotercero y definitivo volvemos a oír al Sgt. Major de Gangreen, que nos dedica unas palabras muy a lo Chaqueta Metálica a ritmo de desfile. Final entrañable, ¡Si señor!
Disco enorme, amigos. Muchos matices, ritmos y arreglos, sobre todo arreglos por un tubo. Pero… la cuestión es que todo esto queda bien, no deja un trabajo recatado en exceso que pueda ser fácilmente analizado, al contrario. El resultado es crudo, pesado y lo mejor: que te deja como si acabaras de pasar por una feroz tormenta de arena, tal es el efecto de la distorsión, la sensación de caos y suciedad dentro del álbum. En resumen, una experiencia impagable.
Para rematar este análisis diré que un álbum con semejante complejidad y calidad necesitó de todo un ejército de músicos y especialistas, todo para que el resultado no fuera otro que este. Porque seamos sinceros, este disco pudo sonar muy distinto, y todo dependiendo del enfoque que le desearan dar a la música ya compuesta. Finalmente califico con un 9.0 el invento. Sí amigos, un jodido pleno en lo que a cuernos se refiere. Disfrutad de una de las mejores bandas de Industrial.
“May God continue to Bless America”
Al Jourgensen: voz, guitarra solista (1), guitarra (1-3, 5-10), bajo (1, 6), teclado (1-10), batería programada (1, 6), producción
Tommy Victor: guitarra solista (2-4, 7-9), guitarra (2-5, 8, 10), bajo (2-4)
Paul Raven: teclado (2, 3, 10), coros (2, 3), bajo (5, 7-10), guitarra (7, 9, 10) batería programada (7, 9), batería (10)
Personal adicional:
Mark Baker: batería (2, 3, 5, 8, 10)
Isaías Martínez: voz latina (2)
Freddie Macias: coros (2, 3)
Sgt. Major: voz de sargento (3, 13)
Bobby Torres: coros (3)
Jim Ward: coros (3)
Justin Leeah: batería programada(4), ingeniero
Mike Scaccia: guitarra solista (6)
Jello Biafra: voz de la introducción (9)
Liz Constantine: voces adicionales (10)
John Gray: ingeniero
John Bilberry: ingeniero auxiliar
Dave Donnelly: producción
Lawton Outlaw: diseño, maquetación