
1. Fight Fire with Fire
2. Ride the Lightning
3. For Whom the Bell Tolls
4. Fade to Black
5. Trapped Under Ice
6. Escape
7. Creeping Death
8. The Call of Ktulu
¿Cómo que nadie la emprende con Ride the lightning? Pues me lo pido. Quizá sea el disco más simpático de Metallica, donde alcanzaron el punto justo de madurez y, sobre todo, donde descubrieron cómo querían que sonaran las guitarras rítmicas. Qué guitarrones, la madre de dios; siempre me gustó escuchar el disco de principio a fin, fijándome tan solo en la guitarra rítmica. Incluso durante los solos, o casi diría que especialmente durante los solos, en los que el virtuosismo de Kirk Hammet, bastante pobretón y poco musical a mi entender, no hacía otra cosa que molestarme un poco a la hora de escuchar el que para mí era el verdadero solo: la guitarra de Hetfield.
Y es que esta guitarra rítmica, requetebestia y chicharrera como sólo ella, es la que realmente va contando la historia, es el cimiento de la música, constituye por sí misma la estructura completa de cada canción. En esos vídeos piratones que circulan de Dream Theater tocando por Metallica, grabados desde el público, impresiona ver cómo la gente tararea emocionada los riffs uno a uno. Y es que en Metallica, lo que se tararea es la guitarra.
Ride the lightning tiene un interés especial por ser el eslabón privilegiado entre un primer disco todavía torpe y un tercer disco ya demasiado pretencioso. Aquí están en el momento justo, haciendo las delicias de quienes buscaban los sonidos más extremos pero, a la vez, marcándose todavía buenas canciones y no dispersas "sinfonías". El comienzo de Fight fire with fire lo dice todo, con esa brusca conversión del sonido limpio en distorsionadísimo. El primer riff es un caso especial de esos en que Metallica toca el ritmo "al revés", como si estuvieran cruzados, haciendo insoportable la escucha salvo que te rindas y te cruces tú mismo, cosa que supongo que hará casi todo el mundo. Sin embargo, tal y como está concebida la canción ellos están obligados a tocarla sin perder el norte, enfrentándose a un estado de crispación que es una de las mayores brutalidades conceptuales que conozco. Quizá sea la canción más áspera de todo Metallica.
Otro himno que no se puede obviar es Creeping death, con su riff obsesivo cuya parte B también te invita a cruzarte y te saca de ahí a patadas a la que te descuidas, y con su estribillo melódico y pegadizo. Todo un temazo. O quién no ha escuchado Fade to black, la balada depresiva y oscura de turno. Cuando la escuchaba en su día por la radio, me asombraba la entrada de la distorsión. En esos tiempos ese sonido era una burrada muy, pero que muy grande. Ride the ligthning, For whom the bell tolls, Escape, Trapped under ice... la verdad es que está todo muy bien en su estilo, es más que agradable de escuchar.
Quizá donde menos me atrapan es cuando se ponen más pesaditos y se lían a juntar cachos instrumentales, quizá ese fino arte se lo debían haber dejado a sus amados Mercyful fate, por ejemplo, que ya lo bordaban por aquel entonces. Habrá muchos que lo vean un sacrilegio, pero a mí me sobra un poco The call of Ktulu (la favorita de "Gollum" Ulrich, por cierto) o la parte final de Fade to black, por ejemplo. También me sobran las partes centrales "participativas" de Creeping death, de Trapped under ice o de Escape, yo qué sé, me aburren.
En fin, éste es un disco la mar de bruto en todos los sentidos. Es un disco con boina que, como en el chiste, pertenece a una civilización superior porque no veas las piedras que levanta, Patxi.
James Hetfield: Voz y Guitarra rítmica
Lars Ulrich: Batería
Cliff Burton: Bajo
Kirk Hammet: Guitarra solista