
1. Beginning of the End (3:00)
2. Bates Motel (3:47)
3. Meliah Rage (7:06)
4. Deadly Existence (4:38)
5. Enter the Darkness (4:17)
6. Impaling Doom (5:06)
7. The Pack (6:32)
Seguimos atizándole con fuerza al Thrash Metal, pero esta vez y sin que sirva de precedente, bajamos un pistón y ponemos rumbo a Boston (Massachussets) para sacar el polvo al álbum debut de otros viejos conocidos que bien vale la pena revisitar.
Hablamos de MELIAH RAGE.
Para quien no haya oído hablar jamás de ellos, os diré que estos chicuelos probablemente lograron menos de lo que hubieran merecido (calidad tenían y de sobra), pero oye mira: si en esto del Thrash no le echas cojones al asunto tienes más bien poco que rascar al final del día, y es que a pesar de presentar una mezcla guapa y trabajada de Power/Thrash (y a veces Speed) Metal, ni lo de MELIAH RAGE ni lo de su disco de estreno ‘Kill to Survive’ son para tirar cohetes (Half-Thrash lo llaman), aunque eso sí: cuando a uno le ha sido encomendada la divina misión de fagocitar todo el Thrash Metal que haya existido sobre la faz de la tierra, sin duda éste es un trabajo que no hay que dejar pasar. Y por diversos motivos, debo aclarar, porque además de ser una buena muestra de lo que se cocía en la época, sin duda aquí lo que tenemos es un puñado de esforzados temas que crece a medida que se le prestan escuchas.
Sin embargo, y con todo, hay que resaltar una cosa, y es que éste es otro de esos discos que bajo el síndrome de “arranco con los motores escupiendo fuego y me desinflo por el camino como un jodido soufflé” ofrece al oyente su mejor tema embutido en la pista uno mediante la inmediatamente memorable ‘Beginning of the End ’, sin duda lo mejor del disco, y es que el guitarreo aquí es de mucha calidad, tanta casi como la facturada en ‘Bates Motel’, que arranca en un plan ligeramente SUICIDAL, aunque no tan definitivamente apoteósico.
Por su parte, ‘Meliah Rage’ es un corte instrumental de algo más de siete minutos, que aunque no está mal del todo empieza a torcer el rumbo de un disco que iba para notable largo. Nunca le he visto la gracia a esos temas que sobrándoles casi más de tres minutos, se enredan y se alargan sin motivo aparente, y es que para lo que es al fin y al cabo, el tema hubiera dado de sí con no más de cuatro minutos, pero claro: el disco ya era de por sí corto y había que meter minutos de clavo por algún que otro sitio.
‘Deadly Existence’ retoma el vuelo y pronto tenemos al combo Nichols & Koury amartillando a los tímpanos de la concurrencia, y es que hay que reconocerlo: estos dos se entendían bien y tal, aunque debo volver a insistir en ello: El Thrash Metal sin cojones es como una piscina sin agua. O sea, que si te tiras de pié igual te tuerces un tobillo, pero ojo, porque como te tires de cabeza te la partes como un jodido melón.
‘Enter the Darkness’ suena también algo forzada y fuera de lugar, es mi opinión, aunque tampoco es para lanzarla al retrete, mientras que ‘Impaling Doom’ hace justicia a las expectativas creadas por su título y nos regala el corte más veloz y cortante del conjunto. Nada del otro jueves tampoco, pero resultona al fin y al cabo si lo tuyo es el Thrash. Desde luego que no es nada original, pero el tema es que está bien hecho. Justo como sucede con ‘The Pack’, que esta vez sí, pone casi un huevo y medio sobre la mesa, ofreciéndonos una decente dosis de riffs bien gordos (sobre todo en las rítmicas) y mala leche, aunque eso sí, desnatada. La voz de Munro no termina de convencerme del todo, debo decir, y es que el tío no le mete demasiadas agallas que se diga, siendo el resultado de ello que su registro se adecue muchísimo más al tono de semi-thrashers como ‘Beginning of the End’ antes que no a una andanada de hostias, por utilizar un término generoso, como la anteriormente citada ‘Impaling Doom’.
En resumidas cuentas, un trabajo más que correcto aunque lejos de la intocable calidad de bandas sagradas a las que intenta emular (léase METAL CHURCH y las que copiaron descaradamente su estilo, además de también un poquito a MEGADETH). De todos modos, por eso, tampoco voy a sacar la fusta para atizar en los lomos a este ‘Kill to Survive’, porque al fin y al cabo te deja un buen sabor de boca, que ya es mucho.
Valoración: 73/100
Mike Munro: Voz
Anthony Nichols: Guitarra
Jim Koury: Guitarra
Jessie Johnson: Bajo
Stuart Dowie: Percusiones