
1. Holy Wars...The Punishment Due
2. Hangar 18
3. Take No Prisoners
4. Five Magics
5. Poison Was The Cure
6. Lucretia
7. Tornado Of Souls
8. Dawn Patrol
9. Rust In Peace...Polaris
10. Holy Wars - Reprise
11. Skin O' My Teeth
12. In My Darkest Hour
13. She-Wolf
14. Trust
15. Symphony Of Destruction
16. Peace Sells
Vamos de cumpleaños. "Rust in Peace" ya es más que un adolescente molón. "Rust in Peace" es ya todo un hombretón. Dos décadas manteniéndose en la cima de discos amados es un logro que no está al alcance ni de todas las bandas ni de todos los trabajos paridos en nuestro amado reino metálico. "Rude Awakening" ya nos mostró como se las gastaban Megadeth en un show ante sus hinchas, y, ahora, nos ibamos a enterar de cómo suena el material de "Rust", y tocado por los actuales Megadeth (una pena que no se consiguiese el regreso de Menza y Friedman).
El cumplir veinte añazos siempre es algo para celebrar, sin duda. Megadeth, y más en concreto Dave Mustaine, siempre ha estado muy orgulloso del legado del disco de 1990. Toda la comunidad Thrash Metal, y mucha parroquia "heavylona", incluso alternativilla, nombra por regla general a "Rust In Peace" como un trabajo esencial, y ya no sólo del reino del Thrash-Speed, sinó del conglomerado Metal. Reinando en todos los niveles del Planeta Leather.
Los años, el esfuerzo y el amor de los fanáticos por el disco, han hecho de "Rust in Peace" uno de los trabajos más queridos y respetados de nuestro rollo. Pocos fans de la banda de Mustaine no se emocionan cuando les nombras el cuarto trabajo del ex-Metallica. Y no son pocos los que se cabrean cuando les digo, pobre de mí, que considero que dentro de la carrera de Megadeth se han parido obras de mucho mayor calibre, más fiereza, más estilo, carisma y fuerza (como "Peace Sells", "Countdown to Extinction" o "Youthanasia"), pero, claro, es muy jodido competir con el aura, mega-legendaria, del primer "Dethdisco" junto a Marty Friedman y Nick Menza. Con "Rust In Peace" no se juega, ni tampoco con sus irredentos seguidores. Que el disco no me mate, almenos tanto como pasados y posteriores trabajos, no significa que no crea en el poder del disco. No soy tonto, y huelo, a leguas, la calidad y la garra. Y "Rust in Peace" va sobrado, y bien sobrado, de cojones metaleros.
Si los rivales de Dave, los guerreros de San Lars Ulrich, tienen su disco-icono, que es "Master of Puppets" (por mucho que cualquiera de sus cuatro primeros discos tenga el aura de disco intocable), Dave no podía ser menos. El pelirrojo-rubiales siempre ha tenido en Megadeth su mundo "Metallica en pequeñito, más Heavy y True", y el trabajo del 90 siempre fue un "voy más allá que los Horsemen, porqué yo lo valgo". La chulería, la técnica sublime, el pestazo a quemado, el empaque y el sabor, puramente Megadeth, de los temas (sonido megapersonal e intransferible. Nadie suena a Megadeth) se alinearon, y por lo visto, mejor que nunca, para dar, además de carne clásica, y un set-list demoledor en uno de los mejores tours que se han vivido en el reino (el "Clash of the Titans 90-91", en el que Megadeth si vieron las caras con elementos tales como Testament, Anthrax o Slayer) un disco por el que muchos matarían, y morirían.
"Rust in Peace" fue el momento en el que medio mundo se rindió al material de Mustaine. 20 años después, el planeta entero le rinde pleitesía (bueno, yo no). Hay que celebrar la movida, y a lo grande. El "Master of Puppets" de Dave cumple añazos y todo el mundo lo va a celebrar. Hasta yo, coñes.
Una portada algo flojota, "collage" baratillo más bien, con nuestro amado Vic, el mismo de "Rust In Peace" (ni siquiera se han currado una nueva ilustración)y el local que Megadeth piensan demoler, aunque no nos mata (y si lo hace es que te contentas con bien poco, brother) tampoco la quemaremos. Eso sí, un portadón como fue el del DVD "Arsenal of Megadeth" (una de las mejores ilustraciones en el reino de Megadeth, casi a la altura del de Iron Maiden) le habría quedado de lujo al directo. Se vería a un Vic de la era 90, con el rollete nuclear, y, de rebote, parido que daría gusto verlo. Una pena. Si es que te me relajas, Dave.
La multitud empieza a llegar al Paladium, en Hollywood (algunos mamones llevan horas), se empieza a calentar el ambiente, la sala ya auna a lo "mejorcito" del reino, y bajo un mismo techo. El olor a sobaco, marihuana e histeria ya son uno. Falta la energía metálica y eléctrica de Megadeth y todo estará completo. Se apagan las luces. Pedid un deseo y soplad las velas. Fuuuuuhhhh....
"Holy Wars...The Punishment Due", el inicio de la guerra "Mustainiana", nos cae encima, como un buen chaparrón, pero no de agua, sinó de metal líquido, y abrasivo. Las guitarras suenan compactas, épicas, mucho más densas y durotas que en disco del 90, Broderick cumple a gran nivel, y se establece como un genial compañero de aventuras para el ex-Metallica. Volver a oir el retumbar, presente pero, como siempre, en la sombra, de Mr. Ellefson, siempre es un placer. No me imagino a otro cuatro cuerdas sudando la camiseta en un show de los Deth. Drover toca de cojones, muy estoico, sin finura ni mariconadas, al puro arrase. Menza nunca será olvidado, pero Drover es un relevo magnífico. Los "tambores" quedan en buenas manos. Mención a Dave, que, aún cantando mal, como siempre, y más en vivo donde sus taras se hacen mega-evidentes, cuaja una buena actuación vocal. No se puede fallar en el primer tema. Bien. Muy bien. Nunca me sonó mejor el puto "Holy Wars".
"Hangar 18" (en mi opinión, de nuevo, superando al original), "Take No Prisoners" (con un Broderick más que talentoso), "Five Magics" (con Dave bajando el nivel vocal), "Poison Was the Cure", "Lucretia" (adicto, hasta morir, al riffeo), "Tornado of Souls" (himno de directo, que acaba siendo una de las mejores interpretaciones de la noche), "Dawn Patrol" (menos soporífera que en disco, pero tan insustancial como siempre), "Rust in Peace...Polaris" (aplausos para Drover y su pulso seminal) y "Holy Wars Reprise" (compendio musical de todo el disco, y cosa ultra-innecesaria, habiéndonos comido TODO el material de 1990) muestran unos temas perfectamente tocados (nunca ha habido músicos mediocres en VillaMustaine, eso lo sabemos todos), con mucha fuerza, aupados por un público que se entrega y disfruta, bastante audible y protagonista, aunque con un Dave que, pese a tocar como el dios riffero que es, ha sido y será, no cumple, del todo, a nivel vocal y tampoco es que sea el mejor frontman del mundo. Como punto positivo, sin duda, el aporte de Broderick, que asume las tareas de escudero de lujo, y las espectativas no defraudan en absoluto. Un tio que viene del reino de Nevermore, por cojones, toca como un jodido maestro. En disco ya demostró su valía. Y ahora se atreve con el material de Friedman. Lo dicho, un as. Dave tiene un ojo de T-800. La clava.
"Skin O' My Teeth" (volvemos a 1992, con pulcritud y buena nota), "In My Darkest Hour" (por siempre, una de mis debilidades "Megadethianas", y que suena que alimenta), "She-Wolf" (el toque "Maidenista" para levantar, del todo, un show), "Trust" (el "Enter Sandman" de Megadeth, acogido como maná por la audiencia), "Symphony of Destruction" (con menos pegada de la esperada, pero recibida como la reina de la noche) y "Peace Sells" (himno generacional, ayer, hoy y en el año 4000), que actúan como cierre trás el huracán "noventero", y que son, o deberían de ser, temas marcados a fuego en el corazón de un "Dethfan", y que no describiré (si no conoces la naturaleza de semejantes composiciones corre a descubrirlas, y no me dirigas la palabra hasta que las tengas memorizadas, al milímetro) no suenan, ni por asomo, con el empaque de los discos a los que pertenecen. ¿El culpable? Dave. Si durante el primer tramo de show su voz no ha sido para tirar cohetes, ahora, a punto de volver a los vestuarios, y echarse un sueñecito, el ex-Metallica no llega, no cumple, con su garganta. Se queda a medias. "Peace Sells" es destrozada totalmente. Menos mal que la instrumención, suprema, palía el enfado del mendas. Buen pack de temas, aunque me falta el icónico "A Tout Le Monde" (el "Nothing Else Matters" del magno "Youthanasia"). Imposible, del todo, a mis ojos, el vivir un show de Megadeth sin el temazo "amariconado" del 94.
Show enérgico. Celebración molona. Eso sí, almenos para mí, mejorable. Si se hubiesen esperado a que Dave pasase la gripe, o el constipado que siempre parece llevar encima, la cosa estaría mejor parida.
Esencial para "Rust-maníacos". Un buen rato, sin duda, para el que, cómo yo, disfruta de casi todo lo que escupe Dave.
3 cuernos (altos, casi 4) para "Rust in Peace - Live"
Dave Mustaine: Voz y guitarra
Chris Broderick: Guitarra
David Ellefson: Bajo
Shawn Drover: Batería