
1. Wake Up Dead
2. The Conjuring
3. Peace Sells
4. Devil's Island
5. Good Mourning/Black Friday
6. Bad Omen
7. I Ain't Superstitious
8. My Last Words
Siempre el mismo dilema a la hora de hablar de este Lp. Nunca termino de concluir si estoy frente a un disco sobresaliente, o simplemente ante un muy buen trabajo. La diferencia es sutil, pero no menor, y es nada menos la que le permite a un disco ser llamado “Obra Maestra”. Como verán, aquí hay más en juego que una simple cuestión dialéctica...
La culpa de mi confusión la tiene la irregularidad Peace Sells, con una primera mitad perfecta, de antología, y con sus siguientes cuatro canciones 'simplemente' buenas, o muy buenas. Esto hace que al escuchar el track list de manera corrida me quede un cierto sabor amargo en mi subconsciente musical. Pero quiero dejar bien en claro lo siguiente: en este disco no hay temas malos ni composiciones mediocres, cuando digo irregular me refiero a que las canciones oscilan de buenas a brillantes, siendo bien marcada la diferencia entre unas y otras. Y Ojalá todos los discos irregulares fuesen asi!!
El lado A comienza con la excelsa y dinámica "Wake Up Dead". Tema que posee uno de mis riffs preferidos de Megadeth, el que comienza al minuto de la canción y cuyo ritmo bien marcado y a media velocidad hace al deleite de aquellos que gozamos más con el thrash de estructuras predominantemente gancheras que de aquellas mas speedicas. Y por si no queda del todo claro a lo que me refiero, al minuto 2:39 tenemos otro categórico ejemplo de estos pegadizos riffs, bajando aun más la velocidad pero no así su intensidad; momento que es aprovechado a la perfección para que el mismísimo Mustaine ejecute el grandioso solo final de la canción, pero no solo el final es grandioso, sino que los ´3:37 que dura “Wake Up Dead” lo son, llena de cambios de ritmo y con una variedad y calidad de solos notables. Si esta pieza no constituye uno de los mejores momentos que parió el thrash americano debe de andar muy cerca.
No es nada fácil salir bien parado cuando te encuentras en el medio de dos magistrales composiciones, como lo son “Wake up Dead” y “Peace Sells”. Sin embargo "The Conjuring" lo consigue, gracias a su ritmo más acelerado pero sin perder el gancho marca de la casa. Los contrastes y cambios de ritmo siguen ahí, consecuencia de una mayor velocidad a la hora de los versos y un machaque mas pausado en las partes instrumentales que brillan entre estrofa y estrofa. Mustaine sigue demostrando que además de ser un gran compositor y guitarra rítmica, tiene mucho que ofrecer con su guitarra solista, ya que los tres punteos de la canción vuelven a ser ejecutados por él.
Otra de las cosas que siempre me gustó de esta banda es el aporte de Ellefson al mando de las 4 cuerdas. Su instrumento se oye siempre nítido y oportuno, algo no muy frecuente dentro del thrash metal. Aunque debo confesar que estas palabras no caen aquí de casualidad, sino porque me encuentro próximo a hablar de esa pieza maestra llamada "Peace Sells". Las líneas de bajo que dan inicio a esta canción son tan clásicas y reconocibles como esos primeros acordes de “Enter Sadman”, la batería de “Rock And Roll” de Zeppelin, el riff inicial de “Smoke On The Water” o los teclados de “Jump” de Van Halen.
A ese perfecto comienzo le sigue algo aun mejor, un currado riff del colorado, de esos que todos simulamos alguna vez tocar con nuestra “air guitar”. La magia de este riff no yace en su virtuosismo técnico, sino en la virtuosa creatividad de su compositor, quien hizo de algo “aparentemente” simple una melodía inmortal. Creo que el único momento posterior a este álbum en donde Megadeth consiguió recrear un riff tan pausado pero hiriente es en “My Darkest Hour” de su álbum So Far So Good So What , canciones que por estructura y tempo me recuerdan siempre una a la otra. Volviendo a Peace Sells y para terminar de confirmar que estamos ante un gran tema, al minuto 2:20 nos volvemos a topar con un excelente cambio de ritmo (algo que también posee el citado My Darkest Hour), gracias a una nueva y acelerada melodía, acompañada de frenéticos solos, un doble bombo que se hacia rogar y un Mustaine que con su áspera voz nos recuerda una y otra vez el titulo del disco. Resumiendo, un clásico inoxidable del género en particular y del rock en general.
Densos mantos de distorsión y una filosa hacha solista nos avisan que hemos llegado a "La Isla del Diablo". Un tema rápido, cuyo riff principal lo convierte en la rola más directa de esta excelente primera mitad del disco, y un buen aviso del tipo de composiciones que se aproximan...
Damos vuelta la cinta y nos adentramos en el acelerado lado B de este trabajo. Básicamente aquí tenemos tres canciones de estructuras muy similares, con riffs más lineales, algo carentes del gancho y de los marcados cambios que tanto disfruta quien escribe. Para los distraídos me estoy refiriendo a “Good Morning/Black Friday”, “Bad Omen” y “My last Words”. Mi sensación general es que se trata de ese tipo de composiciones que insinúan y entusiasman mucho mas de lo que luego concretan, consecuencia de sus excelentes intros, de oscuras atmósferas y sentidos solos. El ejemplo mas claro me parece que es "Bad Omen", canción de interesente comienzo el cual que se desvanece en un rápido pero insípido riff principal. Se trata de una formula que a estas alturas ya no sorprende y cuya ejecución adolece de la calidad y contundencia manifiesta en "Devil´s Island" y "Good Mornning Black Friday".
Pero no se trata de ver el vaso medio vacío, sino todo lo contrario, y estas tres canciones traen consigo muchísima mala leche y una envidiable caña.
De este poderoso y speedico tridente compositivo, mi debilidad fue y sigue siendo "My Last Words", canción con una curradísima y tenebrosa intro donde se destaca sobre todo el bajo de Ellefson, el mismo que segundos mas tarde nos obliga a ir al establo en busca de nuestro añorado y salvaje corcel negro, indispensable para poder seguir de cerca el galopante ritmo que le imprimen sus dedos a la canción, como si se encontrase poseído por el mágico espíritu de Steve Harris. Un tema fuerte, veloz, arrogante y con un demoledor final a cargo de toda la banda: Effelson mantiene en alto el listón, Mustaine se despacha con otro gran solo, Samuelson le imprime una contundente pegada al tema, cortesía de un acertadísimo doble bombo y Poland…bueno seguramente andaba ocupado con otras cosas mientras se grababa este grandioso tema!
Pero no todas son pálidas para este guitarrista. Good Morning Black Friday nos ofrece una notable primera mitad en donde ahora si vamos a poder escuchar excelentes solos y melodías a cargo de Chris Poland. La última canción por mencionar es el la rockera versión de la blusera “I Aint supertitious”, una rara elección cuya autoria pertenece a Willie Dixon. Un track que oxigena las estructuras predominantes en la segunda mitad del Lp. Puede que Mustaine no sea un vocalista técnicamente muy dotado, sin embargo yo me regocijo plenamente con su rasposa y quebrantada voz (sobre todo la de sus primeros discos) la cual Dave adapta muy bien a sus propias composiciones, haciendo de ella una marca registrada de Megadeth. Desde cuando se necesita un tenor lírico para patear culos, sino pregúntenle a Lemmy, J. Rotten o Bon Scott. !!!
Parece que finalmente me encuentro próximo a resolver el dilema expuesto en mi primer párrafo, cortesía de las innumerables escuchas realizadas recientemente a este notable trabajo. Es probable que este disco no goce del tecnicismo de Rust In Peace (la gran “Obra Maestra” de Megadeth en mi opinión), ni de la comercialidad y producción de Countodown o Youthanasia (discos concebidos con una formación mucho más sólida y participativa).
Pero de lo que si estoy 100% seguro y dejo mi vida en ello, es que Peace Sells... But Who's Buying? es un discazo repleto de clase, fuerza y actitud. Un trabajo que por derecho propio se convirtió en una pieza vital e imprescindible del género, y principal culpable del nacimiento de una creciente y merecida popularidad para la banda. Algo más que meritorio si consideramos que ese mismo año verían la luz las dos obras cumbres del thrash metal, me refiero a nada menos que “Master of Puppets” y “Reign in Blood”.
8.5 Astburys (4 cuernazos)
Dave Mustaine - Vocals, Lead & Rhythm Guitar
David Ellefson - Bass Guitar
Chris Poland - Lead & Rhythm Guitar
Gar Samuelson - Drums