
1. Paseando Por La Mezquita
2. En La Mañana
3. Hacia Ti
4. Si Supieras
5. Busco
6. Amiga
7. Se
8. Recuerdos Del Ayer
Es curioso cómo a veces comienzan las cosas. Muchos verán en MEDINA AZAHARA, a una especie de grupeto a medio camino entre los "choni/canis" CAMELA y el Hard más cutrón y artificioso. Si bien es evidente que jamás han llegado ni por asomo a parecerse a ambos esperpentos "musicales", podrían llevar a error a quienes gusten de interesarse por la propuesta que los cordobeses nos ofrecen desde hace ya un buen tiempo. Pero ¿y cómo comenzó todo esto?, digo yo. Pues si disponen de un momento se lo cuento. Si les interesa, por supuesto...
La historia se remonta hasta unos años antes de que el disco que hoy les traigo saliese al mercado. Por aquel entonces, un puñado de jóvenes bajo el nombre de RETORNO ya interpretaban canciones de clásicos como URIAH HEEP, DEEP PURPLE o LED ZEPPELIN. Nunca llegaron a iniciar ni siquiera una gira alrededor de las distintas localidades vecinas por motivos extra musicales, pero algo quedó en quienes mantuvieron el espíritu vivo de aquella banda amateur tras aquel inesperado contratiempo. Dicen que a alguno de los miembros de ese grupo se los llevaron los grises. Lo que no se llevaron fueron las ganas de hacer buena música por parte de los "supervivientes" a semejante suceso. Eso ya se lo aseguro yo, compañeros.
Año 1979. Tras tener compuestas un total de ocho canciones, una de ellas instrumental, los anteriormente citados músicos aprovechaban para tocarlas durante las ferias populares que amenizaban con su nueva banda. Ya se llamaban tal y como hoy los conocemos cuando fueron invitados a participar en un festival junto con otros grupos. Hasta allí se dirigió el manager de alguna de las formaciones más relevantes del momento, y al enterarse que la de Manuel Martínez y compañía fue la que más entusiasmó a las masas, decidió ofrecerles una oportunidad dentro del mundillo que tanto amaban.
Aquel manager era Javier García Pelayo y junto a su hermano Gonzalo llevaban también a los ya asentados TRIANA. Así pues firmaron un contrato con CBS, pero como les he dicho, una de las piezas era instrumental, con lo que la compañía les pedía otro tema cantado en detrimento de aquél sin voz alguna. Ni cortos ni perezosos se dispusieron a grabarlo. "Amiga", que así se titulaba el corte cobró forma, y con ello también lo hizo una de las bandas más reconocidas de nuestro país.
Un álbum de debut homónimo en un principio, pero que con el tiempo acabó llamándose como la canción que lo abre, envuelto bajo una atractiva y cautivadora carátula de lo más sugerente. En él se puede escuchar un estilo similar al del sevillano grupo anteriormente nombrado. Un Rock progresivo de fuerte y andaluz carácter, sin quizás tanta instrumentación ni tanto exceso en el metraje de las piezas que lo componen.
Casi ninguna de ellas tiene desperdicio alguno. En todas podemos escuchar la melodiosa interpretación de Manuel Martínez con su sentida entonación característica. Los estupendos punteos que la clase de Miguel Galán imprimía a esas seis primigenias cuerdas, acompasados por las perennes líneas de bajo de Manuel S. Molina, mientras José Antonio cabalgaba con dedicación y ligera parsimonia sobre su kit de parches. Todo ello aderezado por Pablo Rabadán y sus inconfundibles teclados, que no hacían sino dotar de magia y sentimiento a cuanto los cordobeses plasmaron el mismo año en el que PINK FLOYD levantaban su muro.
Por destacar alguna, podríamos quedarnos con el tema título y la inmortal melodía que gasta y que hace que resulte casi imposible el no quedar atrapados por la instrumentación que la distingue. Todo un clásico que ha sobrevivido al paso del tiempo y que aún hoy se despachan en cualquiera de sus directos.
También podríamos quedarnos con "Hacia Ti" o "Si Supieras". Otras de las más relevantes y que también logran conectar con los que se encuentren disfrutando de este tan recomendable álbum. Una por lucir uno de los ritmos más acelerados de la obra, la otra por todo lo contrario. Energía y sentimiento respectivamente, repletas ambas de encantadores solos y agradables entonaciones.
El rockero arranque de "Se" y su progresivo devenir, los destellos flamencos de "Busco" o los más acentuados de "En La Mañana", la calmosa marcha de "Amiga" y el fastuoso final con el que "Recuerdos Del Ayer" concluye el disco. Todo se encuentra realizado con la pasión que sus autores vertieron en cada una de las piezas con las que dieron vida su primogénita criatura. Y pululando sobre ellas y entre las mismas, ese sentir y ese arte 100 x 100 andaluz que dota de identidad propia a un grupo de estas cualidades.
Con el paso de los años siguieron por la senda que les abrió las puertas, pero tras el declive que este estilo sufrió hacia la mitad de los ochenta, no les tocó otra cosa que renovarse o morir. Su line up fue experimentando numerosos cambios hasta que se convirtieron en lo que hoy en día todos conocemos. Porque si bien en su último trabajo han vuelto la mirada hacia los sonidos del disco aquí comentado, actualmente distan bastante de lo que nos ofrecieron por aquellos años. Con un aire mucho más hard rocker, en ocasiones flirteando de muy buenas formas incluso con el Power, supieron reinventarse adaptándose a los tiempos que corren.
Cierto es que han sacado un buen puñado de excelentes y exitosos álbumes con las formas que les apuntaba en el anterior párrafo. "Sin Tiempo", "Dónde Está La Luz" o "Árabe" dan buena cuenta de ello, además de resultar una indispensable trilogía para todos aquellos buenos seguidores de esta banda. Pero sin sus progresivos y tranquilos comienzos, sin su "Paseando Por La Mezquita" y su agraciada oferta, quizás Manuel Martínez, único superviviente de aquel lejano 1979, no hubiera podido desatar a la bestia que dio rienda suelta en la tripleta que les cité unas líneas más arriba.
A pesar de que a muchos entonces, y tras semejante transformación, les diese por llamarlos "Los Metallica Lolailo". Unos despectivamente. Otros, como el aquí firmante, de la más cariñosa de las maneras...
Manuel Martínez: Voz
Miguel Galán: Guitarra
Manuel S. Molina: Bajo
José Antonio Molina: Batería
Pablo Rabadán: Teclados