Marty Friedman - Dragon's Kiss

Enviado por Rob Jalford el Mié, 22/02/2012 - 17:53
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Hablando de duplas de oro guitarreras de heavy metal se nos vienen a la mente siempre Murray/Smith de Maiden o Tipton/Downing de Judas, pero hubo una dupla mortal dentro de los instrumentales mas thrashers, la formada por los americanos Jason Becker y Marty Friedman, los cuales editaron en 1988 sendos discos trepidantes y que siguen sonando de maravilla, aparte juntaron sus fuerzas en el proyecto Cacophony del cual salieron “Speed Metal Symphony” y “Go Off!”.

El de Jason Becker “Perpetual Burn” es para mí de lo mejor que he escuchado nunca, a la altura de lo mejorcito de Macalpine, Vinnie Moore o Tafolla, en el colaboraba Marty Friedman, su amigo, el cual editó este notable “Dragon’s Kiss” también contando con Jason en composición (temas 1 y 6) y soltando punteos de infarto en esos cortes y en el 3.

Así como Vinnie, Tony o Yngwie se tiraron mas hacia el neoclasicismo melódico, muy trabajado, Marty y su colega endurecieron mas la propuesta, mezclando elementos mas speed y thrash, con un sonido de guitarra mas grueso y dando mayor énfasis en los riffs, verdaderos monolitos de poder, unos guitarrazos demoledores y en ocasiones oscuros.

Con esto no quiero decir que los punteos no estén a la altura, todo lo contrario, son verdaderas exhibiciones de puro virtuosismo, shredding sobrenatural, dominio del trémolo, armónicos estratosféricos y el empleo de una técnica mas oriental y exótica por parte de Marty que de Jason, con un sonido muy particular que le hace diferente a otros hachas de iguales prestaciones. Friedman introduce unas escalas muy originales, las cuales le dan su sonido característico.

De hecho Friedman vive ahora en Japón y es un tío súper famoso, escribe en una revista especializada y cuenta con programa de tv y todo (Rock Fuyiyama), la cabra tira al monte, allí yo creo que es mas conocido por esto que por haber tocado en Megadeth y participado en discos claves como “R.I.P”, “Youthanasia” o “Countdown to Extinction”.

Pude ver en un clinic en Albacete a Marty hace unos diez años, cuando ya estaba fuera de la banda de Mustaine, no me gusto mucho, el tío huía de ese sonido thrash y costo bastante que tocara algún punteo del Rust in Peace, estaba improvisando mas en un estilo fusión, incluso con toques blues y la verdad, después de dos horas de viaje, me quedo mas cara de tonto que de otra cosa. Eso sí, lo grabe como recuerdo y me hice una foto con el.

Para variar en aquellos años el descubridor de Marty también fue Mike Varney y el sello donde editarían este beso del dragón, ya lo adivinaréis…tachán…Shrapnel Records, efectivamente portaleros. El sello que editó cosas de Racer X, Greg Howe, Chastain, Joey Tafolla, Ritchie Kotzen, Steeler con Yngwie, etc…una pasada de discográfica al servicio de los mejores en las seis cuerdas. Casi me atrevería a decir que no hay disco malo editado por Shrapnel, es mas, que no baje de cuatro cuernos.

Entrando de lleno en el disco que hoy nos reúne os diré que toca la batería nada mas y nada menos que Deen Castronovo, un bataca fuera de serie y que es ideal para dar consistencia y velocidad al estilo musical musculoso que descarga Friedman en esta ocasión. El bajo lo toca el propio Marty.

Son ocho temas para quitarse el sombrero, cinco cañeros y tres mas lentos y emotivos, sus principales virtudes son fuerza, epicidad y melodía, de escucha obligada y que debe estar en cualquier colección discográfica metalera que se precie de ser seria.

En el sector “duro” encontramos matadoras secciones que echan chispas y que no dan tregua al oyente, un bombardeo continuo de riffs, guitarras dobladas, punteos y caña (darle a Anvils, Evil Thrill o a la sección intermedia de Forbidden City por ejemplo y veréis a que me refiero).

Cuando tengáis cuerpo con ganas de potencia y de orgía filigranera darle a Saturation Point pero si os apetece un viaje mas relajado y tranquilo, optar por los temas menos salvajes y disfrutad de las preciosas Namida, Thunder March o Jewel, vuestro cuerpo os lo agradecerá, todas ellas son muy buenas.

El disco tiene una duración de 37 minutos, por lo que se pasa volando, el japonizado guitarrista pensaría aquello de lo bueno si breve, dos veces bueno.

Marty editaría posteriormente unos cuantos instrumentales mas, de los cuales os recomiendo también “True Obsessions” de 1996, no tan poderoso y explosivo como este y mas orientado al hard, pero con grandes temas.

Sin dudas hablamos de un maravilloso guitarrista y de otro disco básico en su estilo, algo inferior compositivamente para mi gusto al “Perpetual Burn”, al “Out of the Sun”, o a los dos primeros de Tony Macalpine y Vinnie Moore (que son geniales y de cuernitis extrema) pero merecedor de cuatro cuernos, 8.50 Jalfords.

Marty Friedman: Guitarra y Bajo
Deen Castronovo: Batería
Jason Becker: Guitarra

Sello
Shrapnel Records