Manolo Kabezabolo - Ya Hera Ora!

Cada vez que oigo éste disco flipo en colores. ¡Mira que tiene cojones el tío! Cojones para plantarse en un estudio de grabación (al igual que en un escenario) sin grupo ni nada, tan sólo armado con una roñosa guitarra eléctrica que por supuesto no sabe ni tocar (no digo que toque mal o que sea sencillo, no. Digo firme y simplemente que no tiene ni idea de tocar el tío, vamos que no saber poner un Fa sin que chirríe), y dispuesto a grabar treinta tonadillas punkis que versan sobre todo de drogas (más concretamente de su enorme adicción a la sustancias prohibidas) y letras tan estúpidamente demagógicas que harían sonrojar a un niño de 5 años.

Y encima va el tío y vende nada más y nada menos que 50.000 copias de éste, su primer disco nada más ponerlo a la venta. Si es que los 90 fueron excesivos en todos los sentidos imaginables.

Pero lo más desternillante de todo es que ésto no es auténtica mierda, no es basura asquerosa indigna de ser oída (bueno, en términos meramente musicales no sabría que deciros...), sino que, a pesar de todo, le pillas cariño al tío y a sus canciones, porque te das cuenta de que, por encima de todo, es de los más original que salió en España en aquella década, y de que, con todas las ganas y el desparpajo del mundo, como Juan Palomo, el se lo guisaba y él se lo comía con total tesón y convicción.

Así pues, ésta suerte de cantautor maño electrificado nos legó en éste su primer disco (tiene 4 más, pero esos ya son más profesionales, con banda y todo, así que hablaremos de ellos en sucesivas ocasiones) una ristra de cancioncillas la mar de divertidas y majas para un lamentable estado etílico o ,en su defecto, para dar el coñazo al vecino de enfrente con su voz nasal y disonante. Canciones como la legendaria 'El Aborto De La Gallina' ("y usté que opina del aborto de la gallina..."), o la desternillante 'Un Papel Morao' (haciendo referencia a encontrarse un billete de 5000 pelas tirao en la calle) ya forman parte del subconsiente de la parroquia rockera de éste país, para bien o para mal.

Otro tema que es peliagudo y cabe destacar son sus chuscas versiones, como la que se marca (ésta sí, con batería y todo) del 'Breaking The Law' de los Judas rebautizada como 'Véndemelo' (os lo podéis imaginar), o la de 'God Save The Queen' de los Pistols. Si cualquier otro hubiese cometido estos atentados nuestra reacción inicial sería el linchamiento, pero aquí pues como que te lo tomas a guasa y se lo consientes.

Así que eso, Camarero póngame un DYC, pa un White Label no me llega, y ese disco de los RIP para menear la pierna.