Manilla Road - Open the Gates

Enviado por Hawkmoon el Mié, 08/08/2012 - 22:12
508

1. Metalstorm
2. Open the Gates
3. Astronomica
4. Weavers of the Web
5. The Ninth Wave
6. Heavy Metal to the World
7. The Fires of Mars
8. Road of Kings
9. Hour of the Dragon
10. Witches Brew

Después de la edición de "Crystal Logic", el disco que abrió la veda netamente metálica en el reino de los americanos Manilla Road, tocaba entregar algo a la altura de su predecesor (que, a la larga, se iba a convertir en su disco-insígnia, en su "The Number of the Beast").

Y eso, que era difícil, llegó en un abrir y cerrar de ojos, chatín. Con un par. A temblar de gusto con "Open the Gates", coñes.

Se cambia al batería (Randy Foxe, muchísimo más técnico, se hizo cargo del puesto de Rick Fisher), se incrementa el tono cañero-guitarreo y speedico, y se reza a todos los dioses, habidos y por haber, para que la parroquia no ignore el trabajazo (cosa que, lamentablemente, ocurrió). Mejorando lo que ya estaba de puta madre, vamos.

Me gustan los tipos que no se conforman, que quieren más. La ambición es necesaria en el mundillo metálico. Sin hambre no hay conquista.

La portada me llama la atención. El sosías de Elric de Melniboné y el ambiente épico a lo Cirith Ungol, sin poderlo evitar, me atrapan. Me pierden las referencias litero-espadistas. No hablamos de una señora ilustración, pero le va como anillo al dedo al Heavy-Power-Speed que nos van a soltar los Manilla Road. Presentación maja. Aura mística, oye.

Al tajo, hermano. Prepara tu cuello de maricón. Te va a doler. Pero vas a disfrutar.

"Metalstorm", la que abre, es puro fuego. Va a por todas. Máxima velocidad, caída en barrena, leñazo mega-asegurado. La voz, cazallera, urbana, rasposa, pero con cojones para plantarle cara a mucho barítono moñas, se compagina de perlas con el sonidazo cabalgoso de sus colegas. Puro Power Usa, cadencia Speed y maidenitis aguda.

"Open the Gates" (híbrido Helstar-Omen-Venom) nos deja ante la, inicialmente, progresivota "Astronomica". Poco a poco, como quien no quiere la cosa, la bestia se va desperezando. Atmósfera heavy-oscura, realmente lograda, certera, que sabe jugar bien sus cartas, y que emociona a base de buenos puñetazos y mucha garra solista. La cosa acaba como un "Wrathchild" progresivete y molón, y durante el viaje la onda Hard ha estado ahí. De menos a más. De zorro a lobo. Mark Shelton es un vocalista normalito, limitado, pero a nivel guitarra, joder, es un tipo con talento y carisma. El motor de los Manilla. Su luz.

"Weavers of the Web", hirviente y cabronceta, power-huraña, es el entremés para el track más largote del trabajo, el "Rime of the Ancient Mariner" de la obra que nos ocupa: "The Nine Wave". Caminar lentorro, pero nada privado de potencia, de poder blacksabbathiano, que se irá convirtiendo, conforme pasa el rato, en algo más punzante, en un arma más afilada. Mucho, muchísimo, de lo que vino después en el cotarro Power, coñes, se le debe al temita de marras. Gamma Ray, Blind Guardian, y muchos otros, cientos, miles, se han escuchado el disquito del 85 más de lo que están dispuestos a admitir. Descarao. Rock setentero, su misma aura malsana y brujeríl, sumado al enérgico vaivén metálico. Una victoria en toda regla. Épica, joder.

Más pendiente para ir rodando sin parar: "Heavy Metal to the World" (Venom en plan Heavy), "The Fire of Mars" (solazo cipotón, oscuridad y riffeo del bueno), "Road of Kings" (Speed Metal, y del que va a por el primer puesto de la carrera) y "Hour of the Dragon", que te obliga a moverte sin parar, pues es puramente eléctrica y venomista.

"Witches Brew", que nace con mucha chicha Metal Church (cuando andan en plan light), es la que cierra la aventura. Y, claro, como hacen los de Seattle, Manilla se ponen las pilas y se dejan la muñeca, los cojones y la garganta, para acabar por la puerta grande. Melodia, cañita y un dominio majo. De nuevo, claro, la onda setentero-maligna se apodera del track, lo que no impide que Iron Maiden y su aura también se quieran pasar para despedirse de todos nosotros.

Unos Maiden calurosos, algo más doomies que los de Harris, más hippiescos y setentosos. Así te los puedo vender para que captes la jodienda, hermano. Pero es poco como ejemplo. No les hago justícia. Escúchate el disco y verás.

4 cuernos (medio-altos) para el cuarto trabajo de Manilla Road.

Un clásico, colega. Que no esté en los altares de la jodienda Power, no te equivoques, no quiere decir que lo merezca.

Metal mega-auténtico, con tintes progres, sus patadejas en los cojones, mogollón de estilo, personalidad y carisma.

Mark Shelton: Voz y guitarra
Scott Parks: Bajo
Randy Foxe: Batería, teclados y voces

Sello
Black Dragon Records