Mandator - Perfect Progeny

Segundo asalto de Mandator, nene.

Tiempo de triturarse, de hacerse pedazos, y a alta velocidad.

"Perfect Progeny", continuador a su molón "Initial Velocity", no viene dispuesto, como pasa en muchos otros combos, a pegar menos duro ni a convencerte rebajando el tortazo o añadiendo singles "power-helloweenescos". Nada de eso. Otros se endulzan, se amariconan...Mandator no.

La banda se endurece, se cabrea, y se plantea hacerse un hueco en la escena Thrash europea. Son los últimos segundos, la década de los ochenta toca a su fín, y los dioses ya están decididos. Solamente queda el apostar por acabar pasando a la posteridad como un buen guerrero, como un buen soldado, valiente e íntegro, que lo hizo lo mejor posible.

Peter Meijering, el estupendo voceras del debut, se las pira, dice adiós, y el líder y guitarra, Marcel, se hace con el puesto. A rey muerto, rey puesto. No hay tiempo que perder, la escena pide a gritos rivales para los magnos Sodom, Holy Moses, Kreator, Tankard o Destruction, y Mandator, bastante pagados de sí mismos, seguros de su material, se lanzan al mercado, se la juegan con su "Ride the Lightning", con su "Peace Sells". Segundo disparo que lo debe dejar todo bien claro.

Prepara tu culo para hacerle frente a una movida muy Destruction, con algo de los Kreator (tanto de los de "Coma of Souls" como de los de "Extreme Agression" o "Pleasure to Kill"), Nuclear Assault, Vio-lence y Sodom. Si te va el Thrash compacto, bien parido, mejor ejecutado, del que no tiene problemas en hermanarse con otras movidejas pero que, siempre, ante todo, pega duro como el acero, a darle candela al puto "Perfect Progeny".

De la portada pasamos. Ni rastro del molón mago negro del debut. Rollete divertido, palo Exodus, con comida vacilona (no preguntes) y un microondas estalla-calaverajas. No sé que cojones se fumó el portadista... pero me gustaría que me diese un poquito. En fín... al tajo.

Y hablando de tajos, el primero: ""Stick Your Knife". Riff crudote, de buenas a primeras, y estampado en pleno jeto del oyente. Con un par. Las baterías y el bajo (danzante y cabrón), que no tardan en sumarse a la orgía, lo acaban de rematar. Espíritu mega-Exodus, muy Metallica también, con un vozarrón muy Destruction, mucha mala leche europea y mucha violencia por desatar. Y, tranqui, se acaba desatando. Menuda se lia. Y, ala, se cierra con un paso más militarcillo, más templado, para acabar poniendo de nuevo la directa y enfocar su morro al puto Júpiter. La banda está lanzada, colega.

La ecléctica "Coitus Interruptus" y la instrumental "Surrealistic Maneuvers" nos llevan ante "A.I.D.S.", que nace majestuosota, "metalli-maidenizadora", y se acaba convirtiendo en la mejor del trabajo. Velocidad, unas cuerdas que sonarán impolutas, machacantes, incisivas y demoníacas (según convenga), y que no dejan indiferente ni un sólo segundo, y una garganta enfermizo-cañera. Fusiona lo mejor de la bay Area y de la carne alemana en materia Thrash, remueve bien y huele. Eso es "A.I.D.S". El aura Kreator, sobretodo en la forma de enfocar las solistas y las armonias, de película.

"Brain Desire" (que suena a descarte del "...And Justice For All" ) y "Perfect Progeny", speedico-death-thrashera, de lo más bestiajo que nos escupirán Mandator, nos hacen movernos de lado a lado, entregadotes a la fiesta, a la catársis total, al endemoniado choque de buses y coches (contra maternidades), de accidentes a toda velocidad, de locura dolorosa, en el que la música de la banda se ha convertido.

Los holandeses no solamente han crecido y han madurado. Se han convertido en elementos de más nivel, en hijos de perra con muy malas pulgas. Ya eran malotes...pero ahora suenan a Norman Bates, y en un día jodido. Atroces, mega-cañeros, adrenalíticos, velocistas y metálicos a más no poder. Salvo el no tener fans, suerte, mánager de altura, una disquera potente, dinero y cierto ojo comercial, lo tenían todo para ser alguien. En otra vida...quizás.

"Automatic Artillery" y "Life is Calling", con más leña "metalli-kreativo-destructiva-exodusisto-nuclearaassaltiva", cierran la segunda misión de la banda. Nadie se enteró, todo el mundo los ignoró y su recuerdo se extinguió. Pero su música está ahí, nene. Y tiene vida para largo.

Thrash Metal, veloz y candente, que pega bien, que se alimenta demasiado de lo hecho por otros (bueno, eso también pasó en el debut), pero que entretiene de lo lindo.

Otros perdedores de categoría.

Ni corona, ni trono, ni victoria ante el dragón ... pero cuatro cuernos (bajos) que se llevan del tirón.