Malevolent Creation - The Ten Commandments

Malevolent Creation, deathers mega-molones, hijos de New York, nunca han tenido tanta suerte como otros colegas generacionales, caso de Deicide, Morbid Angel, Death, Obituary o Cannibal Corpse, debido a su origen (no andar por Tampa, Florida, en 1987-1988 era un error que se iba a pagar caro) y a debutar un par de añetes después del boom tremendo ocasionado por "Altars of Madness", "Slowly We Rot" o "Deicide".

"¿Llegas tarde? Pues, ala, migajas. Y chapando la bocota o te meto dos guantazos". Así va la cosa en el reino Death Metal, nene. Darwinismo total. El rey, siempre el más fuerte, el que primero se atrevió a usurpar el trono, el guerrero más osado. Natural. El Death Metal es un dios cabrón. Selecciona al fuertote, no se anda con mariconadas.

Pero el que Malevolent Creation no tengan un estatus similar al de los titanes arriba citados, el que no vendan más que para pagarse una buena farra, no quita lo dantescamente feroz que resulta su material, lo acojonantemente certeros que son los mamones, lo brutales que resultan.... puro Death, oye. Pura onda clásico-atronadora. Suenan a reyes. Hacen trampa, pues calcan y calcan, pero venden su moto con clase, con estilo. La compras, cojones.

Venga, directos a mascar dientes.

Diez mandamientos, diez tracks diseñados para atraparte, como una araña atrapa a una mosca. Diez tracks para sorberte el coco, a lo zombie, y escupirlo ante tu atónita mirada. Death infernal, tufo "slayerista-schuldineriano-morbidangelista-obituariano" (llegaron tarde y, claro, le echaron un ojo a la escena y se alimentaron de lo que cundía.... yo habría hecho lo mismo) y fuego, muerte y dolor por todas partes. Ideal para un dia gris y lluvioso, chato. O para joder un día soleado.

Música que cambia el clima, colega. Música espanta-tiburones blancos.

"Memorial Arrangements" empieza a sonar. Se trata de un instrumental (salvo por cuatro palabrejas amenazantes) mega-Obituary, rítmico y densote, algo Doom, y empalma con "Premature Burial", todo un mazazo en la cojonera, un aplastante track que te deja cojo un par de horejas. Sonidazo crudo y cortante en las guitarras, precisión malévola, onda mú potentorrona, un vocalista, Brett Hoffmann, que suena a caballo entre la armada deather y la de la Bay Area más alocada y esquizoide, y una batería que no deja nada al azar. Pegada brutaloide, macho. Y sobradota de técnica y talentazo.

"Remnants of Withered Decay", "Multiple Stab Wounds" e "Impaled Existence", tres animales desbocados convertidos en Thrash-Death hirviente y colosal, cocinado a fuego lento, y que dejan claro que Slayer y Bolt Thrower son totalmente decisivos en la manera de sonar de los Malevolent Creation, nos dejan ante la electrizante y detonadora "Thou Shall Kill!", mi tema predilecto del trabajo. "Bolt-throwerismo" cañón, galopante, que avanza a toda mecha, despuntando, agrietando los cimientos del reino. Velocidad malsana, punteos "kerrykingnianos", desolación armónica y batalla de titanes en la sección rítmica. Material arrollador, todo un himno.

"Sacrificial Annihilation" (venenosa y riffera, atacante y thrashera a rabiar) y "Decadence Within" (que bebe tanto de los Sadus y de Slayer como de la guardia de Tampa), que tampoco nacieron con la intención de ser baladas, dejan que tome las riendas del asunto "Injected Sufferage", crudeza total, ira máxima al servicio del machaque instrumental. Cero piedad para el oyente. Masacre "thrower-slayerista-sodomita" de primer orden. No mover el cabezón me resulta imposible. Mercenarios del buen riff machaca-gilis.

"Malevolent Creation", que cierra el disco, resulta ser de lo más amenazante. Olvida lo vivido. Si te parecía acojonante, ahora te vas a cagar en las putas bragas, nenaza. Estás muerto, pues el sonido de Malevolent Creation va a hacer de tí un montón de desecho humano, una hamburguesa melenuda y maloliente, puro despojo. Death cafre de cojones, que le roba al reino Thrash su sonidazo guitarrero y lo incorpora, con toda la cara del mundo, a su bestial premisa. Guerra total, macho. Me dan ganas de matar. El temita ha hecho su efecto. Del todo.

Un reino violentorro y apocalíptico el de Malevolent Creation, hermano. Death cabrón y velocista, del huraño, de la vieja escuela, del que sonaba a puto trueno... material que nunca deja indiferente.

4 cuernos (bajos) para "The Ten Commandments".

Alimentándose de otros... sí. Pero cagando Death del bueno.