Machine Head - Through The Ashes Of Empires

Enviado por Hawkmoon el Mié, 08/12/2010 - 22:27
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1. Imperium
2. Bite the Bullet
3. Left Unfinished
4. Elegy
5. In The Presence Of My Enemies
6. Days Turn Blue To Gray
7. Vim
8. Seasons Wither
9. All Falls Down
10. Wipe The Tears
11. Descend the Shades of night

Rob Flynn es un músico valiente, idealista, visionario, y desde luego, con un buen par de cojones. Fue miembro fundador de los clásicos Forbidden, se antepuso a la hecatombe de la movida Thrash de principios de los 90 (viendo desaparecer a sus Vio-lence) y dió un vuelco a la escena extrema americana (y mundial) con la creación de sus seminales y definitivos Machine Head.

Desde luego, el vocalista y guitarrista no ha perdido el tiempo, y desde 1994 no ha hecho más que entregar calidad y joyas ambiciosas. Al brutal, definitorio y devastador debut que fue "Burn my eyes" hay que sumarle su poderosa continuación, "The More Things Change", el alternativo "The Burning Red" o el aplastante "Supercharger" (que los recuperaba, en cierta manera). Un carrerón total, que con sus altas y sus bajas, ha sabido mantenerse con un estatus envidiable. Pocas veces, una mixtura entre los mundos de Metallica, Slayer, Pantera y Sepultura, han dado maravillas de tal calibre. La banda de Flynn, puede decirse, que nació como una amalgama de música visionaria, para, a la larga, crecer como propio profeta y establecerse como maestro en toda regla.

En el año 2004, Machine Head no podían permitirse un trabajo (o paso) en falso, y se dedicaron a lo que mejor saben, componer y tocar puro y duro metal pesado. Pero pesado de verdad, auténticos bloques sonoros de cien toneladas. "Through the Ashes of Empires" les tenía que colocar, al igual que su trabajo de 1994, en lo alto de la cima, ya no valía el puesto de joven promesa o de banda con potencial. La única promesa que hay en Machine Head es la de jurarnos que van a por el trono, o en el intento, devastar el reino. Si Machine Head no tienen la corona, nadie la tendrá. Palabra de Flynn. Vamos a escuchar si Rob vuelve a dar candela, o por el momento, sigue como promesa.

Una imagen tosca, de una estátua en un cementerio, nos advierte de buenas a primeras. Quizás, escuchar el trabajo nos matará y estamos ante nuestra lápida, pero mientras nos mate de gusto, que más nos dará. Abramos las verjas del jodido cementerio, sentémonos y abramos ésta lápida. Algo empieza a sonar.

"Imperium", que se abre con unas cuerdas apaciguantes, no tarda en detonar ante nuestras narices, para dejarnos, literalmente, aplastados contra un muro de hormigón. Brutal, concisa, épica, llameante y una de las mejores aperturas de disco, ya no sólo de Machine Head, sinó de las que me he ido encontrando con los años. Alucinante despliegue de artillería Heavy, Thrasher, Groovie y mucho apocalípsis sónico, acompañado eso si, de las deliciosas melodías vocales de Rob, que tanto navegan por mundos Hardcore y Thrashers, como por escalas más accesibles y templadas. Maravilloso duo de hachas el que forman Phil Demmel (Vio-lence) y el propio Flynn. Se nota que éstos tios llevan años ensayando juntos y tienen la misma escuela musical. Impagable la parte final, con esas reminiscencias a la era "Far Beyond Driven" de sus admirados Pantera. Temazo brutal y sin duda, uno de los mejores disparos de la banda en toda su historia.

La técnica demoledora a las baquetas, de Dave McClain, acomete la ardua tarea de presentarnos "Bite the Bullet", un furioso y acojonante tema, que navega entre ondas sonoras ritmico-devastadoras y un aura Groovie molona y riffera. La maestría de la banda es ya una realidad, y desde luego, aunque sus influencias se palpan a leguas, la propia voz del sonido de la banda hace que no dudes ni por un miserable segundo, el hecho de que te encuentras ante unos monstruos de la composición. Guitarras chirriantes, un Flynn al borde de la locura vocal y unos tirones en el cuello de lo más jodidos. Segundo disparo de cojones, y certero. Nuevo himno de los americanos.

Una melodia a lo canción de cuna, abre las puertas para la densidad y el puro fuego abrasador de los Machine Head más bestias y tortuosos. "Left Unfinished", que baraja una fusión sonora a medio camino entre Nailbomb y los Fear Factory de mediados de los noventa, arrasan al oyente a través de las melodias vocales comercialotas y la mala baba del tema. Una canción muy deudora de su etapa más "alternativoide", como fue la de "The Burning Red". Cañita brava y molona, aunque eso sí, con demasiada movida rimbonbante que le quita pegada a un tema, que de por sí, no necesitaba de mucha ropa.

"Elegy", con un riffeo imponente y Sabbathiano de puro lujo, "In the Presence of my enemies", "Days turns Blue to Gray" (con un aura muy a lo "The More Things Change" light y con toques psicodélicos) , "Vim" o "Seasons Wither" (destructiva y poderosamente rítmica y riffeadora) se erigen, como cinco espadas de lo más cortantes y dañínas, eso si, con el poso alternativo y abierto de miras habitual en el combo de Flynn. Machine Head tocan Metal, sí, pero de todo tipo y a toda potencia. Portentos en la fusión y genios en su ejecución. La banda se ha cohesionado, y trás su etapa con "Supercharger", parecen haberse escuchado de nuevo su "Burn my Eyes" y añadirle la intensidad colérica, que empezaba a faltar en el seno del sonido de la bandaza.

"All Falls Down", que nace a través de una lisérgicas cuerdas y un ambiente grunge, desenvaina y se pone a todo tren, parando y acelerando, poblando de referentes rockero-industrialoides el tema y su esencia, hasta su final. Una composición con belleza y autenticidad, aunque no carente de empuje.

"Wipe the Tears" (con una producción y unas intenciones muy de "Burn my Eyes", pero que se fusiona, de nuevo con tendencias Nu) sirve como antesala molona y cañera para el final, de aire apaciguador, intimista y bucólico (con extra de agresión, como no) que resulta ser "Descend the shades of night", un tema, a medio camino entre los mundos de la balada y los medios tiempos, con un sabor dulzón, pero matadoramente encantador. Un tema con alma. Un cierre de disco perfecto.

4 Cuernos (medios) por tener varios temas con una misma onda, y para el momento previo a "The Blackening" (que ha significado la cúspide del sonido Machine Head).

Que grande eres, Rob Flynn. Orgullosos deben de andar Phil Anselmo, Max Cavalera, Tom Araya o James Hetfield de su alumno más aventajado.

Rob Flynn : Guitarra y voz
Phil Demmel : Guitarra
Adam Deuce : Bajo
Dave McClain : Batería

Sello
Roadrunner