
1. Ghosts
2. Midnight Phantom
3. Leather Demon
4. Lucifer
5. Pacific Blues
6. Coffin Fever
7. Flanked by Snakes
8. Stay Astray
9. Cemetery Eyes
Stormhold, Lechery, The Black Marbles, Svartanatt, Thundermother, Spiders, Mad Hatter, Hypnos, The Cruel Intentions, Electric Boys, The Riven, Heavy Feathers, , Children Of The SÜN, VA Rocks, Transport League, Elden, Lykantropi, Sienta Root,…seguramente muchas de estas bandas citadas no te suenen demasiado (todas son recomendables), pero he querido citarlas al inicio del escrito porque, como los verdaderos protagonistas del mismo (aunque ya les contaré una curiosidad en breves líneas), proceden de Suecia, un país en el que, como puede comprobarse en este párrafo, está dando a luz a un número considerable de grandes bandas de Rock y Metal que, curiosamente, comparten, además de la nacionalidad ya mencionada, el hecho de que su estilo se basa, salvo en determinadas excepciones, en traernos de vuelta los sonidos del ayer. De evocar a Led Zeppelin, a Black Sabbath, a Blue Öyster Cult, a AC/DC, a Motörhead,…a todos los grandes y eternos iconos sin caer por ello en el tópico tan usado actualmente de “banda revival”. En este extenso listado de nuevas agrupaciones, el cual podría haber ampliado más sin problema alguno, probablemente Lucifer ocupen un puesto privilegiado.
En muy pocos años esta banda formada en Berlín (sí, salvo su cantante, que es alemana, todos los componentes son realmente suecos) y afincada rápidamente en Estocolmo se ha convertido en uno de los grupos más llamativos dentro de esa segunda fila de grandes bandas que podemos encontrar a continuación. Cada nuevo lanzamiento de estos chavales en un regalo para todo amante de los sonidos de antes, tal y como puede comprobarse en la gran acogida que han tenido “Lucifer I” (2015) y “Lucifer II” (2018), sus dos primeros álbumes de estudio, cuya escucha os recomiendo encarecidamente.
El caso es que, dado que se están haciendo poco a poco un huequito en el negocio de la música, nuestros queridos suecos no han tardado en ponerse manos a la obra y lanzar su tercer LP, el cual, tal y como su título (“Lucifer III”) indica, convierte su discografía en una trilogía (¡uno más y se marcan un Led Zeppelin!). Y como en sus predecesoras la banda tiene su planteamiento muy claro: si la cosa funciona, ¿para qué cambiarla? Dicho de otra forma. “Lucifer III” no va a mostrar grandes evoluciones ni variaciones respecto a los Lucifer que ya hemos conocido en el pasado, pero sinceramente tampoco las necesitan.
¡Me dejo de introducciones y nos ponemos a saco con el disco!
Hay que ver lo bien que empieza esto. “Ghost” es un caramelito para nuestros oídos. Sobre una línea de bajo sencilla pero omnipresente, la guitarra, los teclados y la voz de Johanna se erigen y nos dan un primer zarpazo con notables reminiscencias de Blue Öyster Cult. Tras varias escuchas al material entero, sin duda, esta es una de mis preferidas del conjunto. Como entrante es ideal.
“Midnight Phantom” me recuerda mucho a canciones grabadas anteriormente por estos músicos, como “Purple Pyramid” por ejemplo. Normal que este haya sido escogido como uno de los singles del disco, ya que tiene un estribillo tan pegadizo y enganchón como setentero.
Mucha atención a continuación. “Leather Demon” es otro highlight del disco. Baladón que intercala guitarras acústicas (esos arpegios hacen llorar a cualquiera) con otras eléctricas mientras Johanna firma una de las mejores interpretaciones al micrófono que le recuerdo. No falta, por supuesto, ese toque ocultista y pesado que la banda imprime a cada segundo de tema. Los punteos que podemos encontrar en la pieza también son sobresalientes, aunque tal vez puedan saber a poco.
Una cabra balando (¿se consideraría a esto una “balada”? jajajaja) abre la homónima Lucifer en la que por momentos me han hecho sentir que me encontraba escuchando a los Coven del Siglo XXI. Tema cañero pero con ese regusto a brujería que tanto me gusta.
Desde que escuché las guitarras gemelas que puntean al inicio de “Pacific Blues” sabía que esta canción me iba a gustar. Un medio tiempo bueno (no excelente) que gana con cada compás hasta desembocar en un estribillo donde Johanna vuelve a sacar su mejor versión y se atreve con unos agudos de primera categoría.
Por primera vez en el disco (¡estaban tardando!) creo que la banda hace su tradicional guiño a Black Sabbath a través de la densa “Coffin Fever”. No puedo dejar de imaginarme a Ozzy Osbourne cantando esos versos mientras, a sus espaldas, Tony Iommi puntea y nos hechiza con sus riffs. Gran canción.
Una de mis favoritas de la obra ha sido, con diferencia, “Flanked By Snakes”, porque muestra las capacidades guitarreras de Martin y Linus y su enorme creatividad. Tema machacón, rápido y que con cada escucha te deja algún matiz nuevo que alabar. Temazo.
Encaramos la recta final con “Stay Astray” (medio tiempo ganador que no podrás borrarte de la cabeza) y el cierre solemne de “Cementery Eyes” que redondea al alza un disco al que, sinceramente no le encuentro pero alguno. Esta banda se supera con cada entrega y eso es algo que creo que, además de en la nota que he considerado ponerle al álbum, merece un reconocimiento mayor en lo que a ventas y promoción se merece.
¡Cuatro cuernos altos para Lucifer!
Johanna Sadonis - Voz
Nicke Andersson - Batería
Harald Göthblad - Bajo
Martin Nordin - Guitarra
Linus Björklund Guitarra