Looking for an Answer - Eterno Treblinka

Enviado por Cuericaeno el Mar, 10/07/2012 - 22:58
2551

1. Nacer, Consumir, Morir (0:22)
2. Campo de Exterminio (2:24)
3. Guerra Total (1:04)
4. Tapias de Cementerio (2:07)
5. La Peste Roja (1:49)
6. Revelación (1:31)
7. Ecoterror (2:28)
8. No Compasión (1:04)
9. Plaga Humana (2:26)
10. Terror Carnívoro (2:38)
11. Christianislam (2:05)
12. Supremacía Ética (1:47)
13. Cheerleaders Para el Armagedón (2:07)
14. Running Through the Blood (Fear of God cover) (0:49)
15. Esclavos (2:16)
16. Estandarte de Huesos (1:10)
17. Holocausto Diario (2:40)

La noche del sábado 5 de Noviembre de 2011, la sala Sevilla Rock presentaba un cartel prometedor, según me apuntaban los colegas duchos en materia extrema: Looking for an Answer, Trocotombix y Extirpating the Infected; madrileños, valencianos y cordobeses respectivamente, formaciones relativamente nuevas que organizaron juntas un potente minifestival de Grindcore y Brutal Death de cepa ibérica que hizo cimbrear el polígono Store desde su calle C hasta la última rata de sus naves y descampados. A ninguno de los tres había escuchado antes, y todos estuvieron soberbios sobre las tablas, pero los que me impactaron especialmente fueron sin duda los cabezas de cartel.

Que una banda española consiga fichar por un sello como Relapse es un logro que hay que celebrar, y tarde os traigo aquí, 8 meses después de conocerla a quemarropa, a una banda que sin saber nada de ella asistí a su directo y me impactaron de tal forma que no dudé en pillarme en su merchandising el CD que entonces presentaban, estrechando las manos de sus componentes, felicitándolos y agradeciendo semejante show que nos brindaron.

Y el CD no es otro que el tercer y último álbum hasta la fecha de esta banda madrileña de Grindcore formada en 1999, disco lanzado el 7 de Junio de 2011 y que cuyo título, Eterno Treblinka, está inspirado en una cita del Premio Nobel de Literatura Isaac Bashevis Singer: ”En lo que a ellos se refiere, todos los humanos son nazis, para los animales la vida es un eterno Treblinka” (Treblinka es el nombre de un campo de exterminio nazi).

La historia del Grindcore español ha estado nutrida normalmente por una buena ristra de simpáticas obscenidades escatológicas y macabras. Ahí teníamos a El Kaso Urkijo de la región del bloody pantumaca con su grácil tonada de 21 segundos llamada Deskuartizado por Cinko Duros, a los valencianos Rottest Slag con su lema-himno Menos Moñadas y Más Putrefacción, o a los gallegos Machetazo bautizando a su primera demo con el bello nombre de 46 Cabezas Aplastadas por un Yunque Oxidado (no hace falta croquis).

Pero hoy corren otros tiempos, y aunque todo lo anterior está bien y sigue resultando divertido, grupos como Looking for an Answer deciden dar un paso más allá para sofisticar y culturizar más el mensaje, internacionalizarlo con la denuncia social que siempre identificó al Grindcore como arma dialéctica y arrojadiza. Sus letras no tienen desperdicio, impactantes tanto por lo dantescas como por lo bien escritas que están, por el acabado tan penetrante y sólido que tienen sus sentencias, que son como profecías o manifiestos de un gran gurú activista que está a punto de liderar una grotesca revolución, con la defensa de los animales como estandarte central, que se ramifica en otros aspectos a combatir como esa eterna violencia contra nosotros mismos y contra el ecosistema, el hambre del tercer mundo yuxtapuesta al consumismo del primer mundo, la religión, etc… Misantropía pura palpitando al compás del blast-beat.

De cada tema y cada instante de este disco se saca provecho como del cerdo (y que la banda me perdone el símil), hasta en esos 22 segundos del inaugural Nacer, Consumir, Morir, del que me llama poderosamente la atención esa técnica vocal de Iñaki, esa especie de pedorreta que añade a su monstruoso gutural, con la que propulsa a chorro cada condenada sílaba potenciando esa sensación gratamente asquerosa que DEBE dar el Grindcore.

”Hoy el imperio de la raza biocida caerá en el mismo escenario en el que nació”. Nada menos que eso nos incrustan en medio de Campo de Exterminio, un terremoto musical que ya pone de manifiesto el saber hacer del quinteto, un corte intenso como el blitzkrieg de un minuto que desatan en Guerra Total, donde Moya nos acribilla con su arsenal de parches y platos como si de una ametralladora de trípode se tratase. El riff que predomina en Tapias de Cementerio tiene unos strummings en mute realmente adictivos, y los petroglifos Grind que esculpen las guitarras de Makoko y Félix en La Peste Roja tampoco se quedan atrás, con ese tono y textura bien ferrosos que me recuerdan al de sus compañeros de sello Criminal Element.

”¿Ofrendas y sacrificios?
Me valdría con vuestras cabezas.
Dejad tranquilos a los corderos y pagad con vuestra sangre podrida.
Elevad los brazos hacia el cielo divino.
Clavad las rodillas en suelo santo y rezad todas vuestras plegarias mientras laméis mi sagrado miembro.”

Revelación deja bien clara la penitencia, comenzando a medio tiempo hasta que se mosquea y pone el templo patas arriba. El ambiente denso e irrespirable que el grupo logra con su música, y la corpulencia que despachan esos instrumentos y esa gran producción son colosales: En Ecoterror, cumplido el medio minuto aparece ese bajo de Ramón como huevos colganderos de mastodonte trotón, mientras que en medio del galope de No Compasión juro que me vino olor a cochinera, y yo limpio mi cuarto todos los domingos, ¿eh? Quizá sean las sábanas.

Es un gustazo ponerse debajo de esa espesa catarata de hormigón asfáltico que vomitan las guitarras en Plaga Humana, muy cumplidora también de la homogeneidad general del trabajo, de la intensidad de canciones que rondan cada una el minuto o dos de duración, al más puro estilo de este subgénero, el más “ruidoso” de la historia de la música aunque no por ello el menos inteligente.

Ese rasgueo a cuerda muda que nos pasa por encima cual fila de tanques en Terror Carnívoro lo tienes que probar en tus carnes, o cómo acaban comprimiéndolo todo en ese riff final que da muerte a Christianislam. En Supremacía Ética las pedorretas de géiser de nuestro growler vuelven a servirnos miasma tinto con sifón, retornando en sus labios esa técnica fricativa que cité en el primer tema, en medio de un marco rítmico demencialmente trallero, que antes que nos demos cuenta salta a la proclama antiyanquee de Cheerleaders Para el Armagedón; de nuevo riffing malsano como el que destaca a partir del 1:06 (tras un genial paso que le da la batera), vacilón a la par que abrupto.

Tras un cover meteórico que hacen del Running Through the Blood de Fear of God, las demás canciones nos van cayendo en cascada unas sobre otras. Esclavos rueda cuesta abajo como un alud de odio, odio a los prejuicios de la sociedad, odio macizado en esos riffs que hacen turnos con el cantante a partir del 1:35, para luego Iñaki darnos el tiro de gracia con esa gran frase final: ”Tu pasividad hacia lo que consideras inevitable te condena a escoger tus propias cadenas”.

En Estandarte de Huesos llegamos a un momento único en el CD donde al cantante se le entiende mejor que nunca, y es en ese ”ojo por ojo, diente por diente, una vida por otra, o ¿qué pensabas?”. La voz se vuelve más acojonante cuando de ella desentrañas su mensaje, cuando captas intelecto en esa bestia parda que llevaba tanto tiempo magullando tus tímpanos. Como si te hablara el Diablo a la cara a través de las fauces de un animal.

Cambio de voces y crujiente medio tiempo en Holocausto Diario, impulsado de nuevo por la técnica del aspersor de nuestro frontman, como si en el huerto clandestino de la peli Motel Hell hubieran instalado un sistema de riego “automático”. El fade out con el que la avalancha se despide para cerrar el disco da una sensación de continuidad agobiante, como si nada ni nadie pudiera parar esto y sólo pudiéramos dejarlo solo a su aire, cual ciclón eterno que sigue su itinerario de destrucción hasta que lo perdemos de vista.

Tú que me lees, puedes y debes experimentar las forzudas virtudes de este compacto, sellado el canto superior de su caja por el exasperantemente pegajoso precinto de Relapse, garantía asegurada. El ritual uña contra plástico merece la pena para sacar lo que hay dentro. Un rasca y gana con premio asegurado, la brutalmente técnica propuesta que aterriza de los madriles a tus orejas: Looking for an Answer.

Como viene a ser mi costumbre y tradición, tras su show en Sevilla no sólo me compré el CD que aquí os traje, también cayó camiseta que a modo de recuerdo y apoyo a la banda hoy luzco orgulloso, cuyo diseño hace zoom en el mejor detalle de esa rica portada que veis: Ese zombie de abajo a la izquierda que con sus dos manitas vendadas engulle la cabeza de un borreguito a dos manos cual serranito, dejándose los ojos para el final, que es lo mejor. Norit ya no cuida lo que lavas, porque se lo zamparon.

Si andabas “buscando una respuesta” actual al buen Grind, los madrileños son tu banda, pues compartiendo sello con nada menos que con Repulsion, Dying Fetus o Rotten Sound, su propuesta se intuye que queda lejos, muy lejos de ser mediocre. Apoyemos la buena música gruñida en nuestro idioma, dediquemos media hora de nuestro tiempo a un plácido paseo por el Treblinka más animal, donde los sonidos de granja se mezclan con el crujiente rumiar del superpredador más sanguinario del planeta Tierra: El ser humano.

Me retiro, que hoy para cenar tengo churrasco de pollo…

Iñaki: Voz
Makoko: Guitarra
Félix: Guitarra
Ramón: Bajo
Moya: Batería

Sello
Relapse Records