Kiss - Concierto Kobetasonik, Bilbao, 21-VI-2008

Fuegos artificiales, petardos, muchas luces, tirolina, más
fuegos... ah, y un gran grupo de hard rock, que a pesar del circo que montaron no son lo que éran. Hacía más de diez años que estos héroes del rock no pisaban la peninsula, así que decidieron hacerlo a lo grande, o por lo menos lo que sus cuerpos les permitieron, ya que a pesar de ser un increible show, muchos se habrían llevado una desilusión al compararlo con sus gloriosos años. Había momentos en los que a todos les costaba cantar más que a Lemmy, pero musicalmente hablando, los dos "nuevos" demostraron ser mucho más hábiles que sus antecesores.

Llegó la legendaria pregunta: “¿You wanted the best?, you got the best, ¡¡¡¡kiss!!!!” y empiezaron los acordes de "Deuce" mientras caía todo el telón y vimos al grupo desciender y tomar sus posiciones a ras de escenario. Utilizaron el vestuario de la gira del "Destroyer", el disco posterior al primer "Alive!".
Durante toda la noche no pararon de caer clásicos, y tras "Strutter" llego "Got To Choose", en la que Paul se disculpó por no saber euskera, pero si nos demostró que nos quiere y "os doy mi corasón". Continuaron con grandes exitos como "Hotter Than Hell" y "Nothin’ To Lose". Al finalizar esta última, Tommy Thayer ejecutó un gran solo en el que demostró que es tan bueno o mejor (para mi, desde luego, sin duda) que su antecesor, aunque tambien oí por ahí "Fuera de ahí, ¡Impostor!". Las críticas fueron siolenciadas con el estruendo de los petardos que saliron de su guitarra mientras tocaba.

Los tres siguientes temas fueron los que más flojos sonaron, "C’mon And Love Me", "Parasite" y "She" pero con "100.000 years" volvió la caña, y el gran solo de Eric Singer dejó boquiabierto a más de uno. "Cold Gin" y "Let Me Go, Rock ‘N’ Roll" dieron paso a "Black Diamond" y "Rock And Roll All Nite", dos de las míticas, que sonaron increiblemente bien, y dieron pie a un respiro, a ver lo que nos traían los bises.

Asi llegaron los grandes éxitos que no están en el “Alive!”, todos ellos con sobredosis de explosiones, luces y sorpresas. En la parte intermedia de “Lick It Up”, que sonó un poco floja, Kiss clavó la parte central del tema de los Who que, de forma subliminal, nos habían puesto hace una hora, "Won’t Get Fooled Again". Prácticamente cada tema tenía su espectáculo circense asociado, llamaradas de fuego a ritmo de riff, bocanadas de fuego por parte de Simmons, boca sangrienta, plataformas varias y cada una más alta que la anterior, el vuelo del diablo hacia la parte más alta del escenario y como gran final la tirolina de Paul Stanley entre la torre de sonido y el escenario sobre toda la gente (¿Imaginaros que locura!) durante el penúltimo tema de la noche, "Love Gun". Como gran final y con su correspondiente traca pirotécnica llegó "Bilbao-Detroit Rock City".

La banda más caliente del planeta no visitaba España desde junio de 1997, y Paul Stanley insinuó que les gustaría volver el año que viene, que el dios del trueno le oiga. Y si no vienen ellos a lo mejor vienen los nuevos Kiss II, otra genial idea del bajista demoníaco, sin ningún miembro original y con los componentes escogidos mediante reality show, ¿Quién se apunta a operación Kiss? Yo ya me he aprendido su coreografía: toco guitarra, hago cuernos, toco guitarra, lanzo púa (la cantidad de púas que pudieron lanzar, centenares de ellas), toco guitarra y así todo el rato. Si quieres ser Simmons cambia guitarra por bajo y además saca la lengua todo lo que puedas, y si prefieres emular a Stanley pon poses glamurosas y no te depiles.

Fue un gran concierto, aunque en ciertos momentos daba la impresión de que estaban agonizando... no se puede pedir mucho más, van a cumplir los sesenta. Pero me quedo con la actuación de Judas Priest del día anterior. Kiss fueron mucho más espectaculo, que es lo suyo, pero el sacerdote es muy grande, y para mi fue el gran triunfador del festival.