King Diamond - The Puppet Master

Enviado por Hawkmoon el Jue, 23/06/2011 - 16:23
124

1. Midnight
2. The Puppet Master
3. Magic
4. Emerencia
5. Blue Eyes
6. The Ritual
7. No More Me
8. Blood to Walk
9. Darkness
10. So Sad
11. Christmas
12. Living Dead

Después de lanzarnos a la yugular la segunda parte de su celebérrimo "Abigail", disco del que todos esperábamos más pero que acabo cumpliendo, el bueno de King Diamond tenía claro por donde seguir. Y no era otro lugar que el mismo de siempre. Es decir, el mundo conceptual, místico, terrorífico y peliculero del grueso de su obra. Si algo no está roto, no lo intentes arreglar. Eso pensó Diamond. Y bien que hizo.

"The Puppet Master" nos regala la historia, sádica y con aura a lo "Pinocho" (eso sí, versión King Diamond), de una pareja que asiste a un espectáculo de marionetas en Budapest. Pasada la presentación, el titiritero al que hace mención el título del disco se encarga de convertir en marionetas a la parejita de marras, jodiéndoles cosa fina todo el rollete de las vacaciones. A partir de entonces, y cómo no, todo se convertirá en una horrenda pesadilla de la que ambos deberán escapar. Está claro que el rey diamante no se la juega y apuesta a caballo ganador. Si hay un tio en nuestro reino metálico que sepa crear discos conceptuales, y además de puta madre, siempre con una tremenda atmósfera, personajes creibles, de los que te encariñas, y un marcado tono épico-oscurantista, ése es King Diamond. Un tio que no solamente se pinta la cara y tiene dos voces. Un tio que sabe como entretenerte. Y hacer que te cagues de miedo. ¿Te vienes a ver que leches pasa con la parejita y el titiritero de las narices? Venga, no tengas miedo. King tiene un aspecto feroz pero es un tio de lo más majo. Entrando en el disco...

Una portada no muy trabajada, algo cutre, con un crucifijo, los hilos de una marioneta y un bisturí, y todo ello bien empapado en sangre, nos recibe en el trabajo del 2003. Muchos de los mejores trabajos de Diamond no han tenido grandes portadones (me vienen a la mente "Conspiracy", "The Eye" o "The Graveyard"), así que, de momento, andemos tranquilos. En el reino de King Diamond nunca se sabe que pasará. Siempre vamos a ciegas con el astro danés. Abrimos el pórtico que nos conduce al interior de la movida que nos ofrece "The Puppet Master". Ya no hay vuelta atrás. Seamos valientes, coñes.

"Midnight", el primer capitulito macabro, nace amparado por un órgano épico, cargado de tono astral y con cierta cadencia a lo film de la Hammer (o Cradle of Filth, como queráis) y, en nada, Diamond aparece, con su afilada garganta, para empezar a presentar la obra. Temita normalito, a modo intro. Nada nuevo en el horizonte.

"The Puppet Master", Power-Heavy vaciloncete, con toque Diamond, y con mucha "chicha" guitarrera y solista, nos recuerda a las movidas de finales de los ochenta. Esas que andaban paridas, a medias, entre la garra metalera más añeja y el estoico caminar, malsano y malévolo, que se sabe gastar nuestro rey de las tinieblas. La producción, limpia y directa, que sabe sacar todo el combustible a los músicos, le va como anillo al dedo al tema. Tema que sin ser un nuevo clásico sí que sabe alimentarse de ellos. Tema-título con garra.

"Magic" (riffeo genial, y, sin duda, uno de los mejores tracks de todo el disco. O el mejor), "Emerencia" (tema que con dos minutos menos valdría mucho más, aunque gracias al maestro LaRoque la cosa luce), "Blue Eyes" (al igual que "Emerencia", con exceso de minutaje), "The Ritual" (otro punto álgido de la obra, con dosis de Thrash leve, alternando con la movida metalera y cabalgante tan propia del combo), "No More Me" (otra que aburre más de lo debido), "Blood to Walk" (tempos vertiginosos, baterías bien pegonas y con un Diamond mejorable, pero, como mínimo, chulillo y oscurete), "Darkness" (con unos impecables LaRoque y Wead. Logrado, bello, rítmico, astral y certero) y "So Sad" (baladita tristona, a medias entre King y su amiguita, Livia, que peca, como muchos tracks, de no lanzarse a por todas) no nos dan de pleno, como sí lograba hacerlo todo el material anterior del maestro salvo algunas excepciones. La cosa suena muy bien, muy redonda y pulida. Trabajada, vaya. Pero, como contrapunto, y bastante jodido, nos damos de morros con una banda sofisticada, que no teme bajar el pie del acelerador para entregar algo diferente, pero que pierde mucho fuelle en el intento. La cosa suena como apagada, y salvo por tres temas, no se intuye la maldad sónica a la que nos tienen acostumbrados King Diamond y los suyos. Además, el tener a la tal Livia Zita compartiendo tareas vocales con el icono de las dos voces no me pega demasiado. Quizás para un track. No más.

"Christmas" y "Living Dead", los dos temas finales, levantan algo el vuelo, pero no a gran altura. El gran error de un disco como "The Puppet Master" parece el del apalancamiento. Y eso que en muchos momentos del disco vamos a doscientos por hora, pero, nada, algo falla. Falta el poso intenso. Falta la pura maldad del pasado. Los cojones tenebrosos del bueno de Kim Bendix.

"The Puppet Master" podrá interesar al chavalín recién entrado en el reino de Diamond, pero si llevas años mamando del glorioso material que, cuando quiere, King sabe escupirnos a la cara, la movida del 2003 te sabrá a poco.

Disco con cierto misterio, con cierta voluntad. Pero con poco arrojo. Tinieblas de andar por casa. Movida de lo más irregular. Buenos temas junto a temas "pegote".

3 cuernos (bajos-medios) para el rey. A esmerarse más, hombre. Si tú puedes. Ya lo has hecho antes.

King Diamond - Voz y teclados
Andy LaRoque - Guitarra y teclados
Mike Wead - Guitarra
Hal Patino - Bajo
Matt Thomson - Batería

Músico invitado:

Livia Zita - Voces adicionales

Sello
Metal Blade