Kaledon - Carnagus: Emperor of the Darkness

Los italianos Kaledon no empezaron su carrera de la forma más ideal, precisamente, el destino parecía limitarse a lindarles en las filas más renegadas del Power Metal italiano. Rechazando toda atadura, Alex Mele, trabajador impasible él, ha luchado duramente para dotarle a Kaledon la calidad que él siempre tuvo en mente en el momento de su fundación, y es innegable que el sudor ha producido sus frutos; poco tienen que ver sus primeros lanzamientos con los más recientes de su discografía.

Manteniendo la racha de los últimos años, el pasado 15 de mayo salió a la venta su más reciente producción, Carnagus: Emperor of the Darkness, el cual, junto a Altor y Antillius, amplía el lore de su saga central, Legend of the Forgotten Reign. Es un disco importante para ellos, un antes y un después, primeramente porque marca el debut de su nuevo vocalista, Michele Guaitoli, quien ocupa excepcionalmente el puesto dejado por Marco Palazzi.

Pero más subrayable aún es lo que depara el interior del álbum per se, la añadidura de un toque más oscuro y maduro a la fórmula tradicional a la que siempre nos han tenido acostumbrados. La neblinosa introducción a la vieja usanza, Tenebrae Venture Sunt, nos lleva a la primera declaración de intenciones para con lo dicho, Beginning of the Night, cuya misión es informarnos de cómo se nos presenta el panorama: riffs más heavies y un tono más renegrido junto a un Guaitoli que sabe añadirle acidez al asunto, pero, he ahí el centro de interés, todo sigue siendo Power Metal a pesar de ello, las guitarras y el teclado son conectoras principales del conjunto melódico, y la batería sabe meter tralla ígnea (diría que es el mejor trabajo de Manuele Di Ascenzo con Kaledon hasta la fecha).

La cosa está así: este álbum sabe hacernos saborear el néctar Power dulzón y aventurero (como en la brillante y épica Eyes Without Life o la voluptuosa The Evil Witch), pero la frescura y los aires novedosos también tienen su presencia, y respecto a eso mucho tienen que decir temas como Dark Reality (que nos sume en calabozos de negruras) y The Two Bailouts (una de las composiciones más poderosas y logradas del compacto, con un coro central que difícil podremos quitarnos de la cabeza, simplemente te atrapa con su absorbente telaraña atmosférica).

Y es que aquí hay para toda clase de gustos. Trapped on the Throne sin duda encantará a los seguidores de las propuestas más barrocas, mientras que Evil Beheaded es puro Power Metal orientado al rudo heavy, insuflando la rítmica a base de crueles blast beats (como ya declaré, gran trabajo el de Di Ascenzo), incluso Telepathic Messages, aun siendo el track menoz interesante con diferencia, goza de uno de los instrumentales más sólidos que escucharemos.
Cierra el trabajo The End of the Undead, canción dinámica con subidas y bajadas de ritmo y un estribillo final que funciona muy bien para desenlazar la historia.

Carnagus: Emperor of the Darkness es otra prueba del excelente estado de forma en que se encuentran los Kaledon, un más que notable trabajo que no se limita a elaborar una fórmula tildada a la –querida- vieja confiable, sino que opta por un equilibrio de fuerzas entre melodía y dureza muy bien llevado. Los que ya le hayan echado un ojo antes a estos italianos gustarán de este álbum, y también podrá ser una puerta ideal para aquellos interesados a los que les falte ese aliciente definitivo para dar un paso más al reino de Kaledon.

De la misma manera, no menos ciertos es que eché de menos algunos de los puntos que hicieron especial a Altor y Antillius, sobre todo en los estribillos, más del 60% de los cuales guardan una sospechosa semejanza entre sí.

Con todo, tenemos un disco de bien labrado Power Metal cañero, potente y, cómo no, aventurero y delicioso, merecedor de unos lustrosos tres cuernos altos (7.6/10).

Vas por buen camino en tu cruzada, Alex Mele, sí señor.