Iron Maiden - Piece of mind

Enviado por Onán el Lun, 30/04/2007 - 21:34
7

1. Where Eagles Dare
2. Revelations
3. Flight Of Icarus
4. Die With Your Boots On
5. Trooper
6. Still Life
7. Quest For Fire
8. Sun And Steel
9. To Tame A Land

Para cuando Iron maiden grabaron Piece of mind, el grupo ya era una especie de pequeña multinacional con las piezas muy bien engrasadas: EMI, el manager Rod Smallwood, el propio Harris y su grupo ya más que baqueteado y acostumbrado a girar, ensayar, grabar, hacer promoción y lo que se pusiera por delante... Clive Burr no había resistido el mogollón, pero su sustituto, el increíble Nico McBrain, venía empujando con toda la fuerza del mundo.

Resulta clarificador escuchar a Smallwood contar, en el reciente DVD sobre la historia del grupo, cómo escogieron el nombre de Piece of mind, cómo no les parecía ni el mejor ni el peor nombre del mundo, pero cómo en definitiva funcionó. De nuevo nos regalaron con una gran producción (quizá de las mejores de Martin Birch para Maiden), un gran sonido de los que se consiguen tras muchas sesiones de estudio y, de paso, una portada de lujo que se abría de par en par y en cuyo interior podíamos ver a los gachós sentados a la mesa, a punto de dar cuenta de un sabroso cerebro.

Lo que a mí me resultó un poco cojo son las canciones. El disco se abría con la contundente y compleja Where eagles dare y continuaba sin descanso con más guitarras gordísimas, muy buenas melodías y estructuras de lo más épicas en Revelations y Flight of Icarus, pero a la cuarta llegaba el aviso: Die with your boots on tenía su desarrollo elaborado, su elegancia Maiden reglamentaria, pero era de un nivel más flojo que el de costumbre. Y así hasta el final: el super single The trooper, de todos conocido, no hacía más que ocultar una cara B un poco soporífera que no parecía que acabara de arrancar nunca, y conste que el año en que salió el disco yo comía de su mano y lo escuché a fondo y con muy buena intención. El broche de oro, To tame a land, deja un regusto místico la mar de simpático pero no tiene el salero que se podía esperar.

En fin, las cifras hablan por sí solas y habrá miles de personas que no estén de acuerdo, pero para mí este grupo se empezó a desinflar creativamente a partir de aquel momento, si bien no han dejado de ser meticulosos a la hora de ensayar, grabar, girar y ocuparse de todo lo necesario para ser unos artesanos de primera fila con un gran directo que les ha asegurado durante décadas un puesto en lo más alto.